El FMI pidió corregir salarios, tarifas y transferencias a las provincias
El FMI hizo concesiones: por un lado, reconoció que la sequía fue parte de la explicación de los incumplimientos generalizados en las metas. Además, flexibilizó bastante la de acumulación de reservas, que pasó de una obligación de juntar USD8.000 millones entre diciembre del 2021 y el mismo mes del 2023 a otra de apenas USD1.000 millones. Por otro lado, mantuvo la dureza de su postura: para cumplir los objetivos el Gobierno deberá reforzar el ajuste, ya que todavía precisa USD11.000 millones para la llegar a la de reservas y deberá cumplir con la de 1,9% de rojo primario, pese a la caída en la recaudación. En pleno año electoral, deberá ajustar salarios, aumentar tarifas y enviar menos dinero a provincias.
En ese marco, se esperan para mediados de agosto los desembolsos por USD7.500 millones que corresponden a las quinta y sexta revisiones del acuerdo de facilidades extendidas de junio y septiembre, respectivamente. La próxima evaluación será en noviembre, por lo que no habrá monitoreo en medio del período electoral.
El FMI decidió dar por aprobadas las metas previamente incumplidas al reconocer el impacto negativo que tuvo en el país la peor sequía de la historia con pérdidas por USD20.000 millones.
A pesar del achique, la meta de reservas sigue siendo compleja: bajó de USD8.000 millones a USD1.000 millones de acumulación para el período que va entre diciembre del 2021 y el mismo mes del 2023. Tal como destacó el jefe de Research de Romano Group, Salvador Vitelli, implicará recolectar desde hoy y hasta fin de año unos USD11.300 millones. Es decir, las reservas netas que hoy están en un negativo de alrededor de USD7.500 millones deberán cerrar el año en USD3.300 millones. En ese sentido, el nuevo dólar agro busca sumar USD2.000 M al BCRA en agosto y ya consiguió recaudar casi la mitad de esa cantidad.
Consultoras privadas agregaron, además, que los desembolsos pueden dejar dólares extra, si se toma en cuenta el pago ya hecho en junio, cuando el FMI no había realizado su envío de DEG: se estima, en ese caso, que el Gobierno deberá conseguir en torno a USD9.000 millones si pretende cumplir la meta.
En cualquier caso, la firma PxQ señaló: «Tal meta es imposible de cumplir para Argentina con la peor sequía de la historia. Mantener una meta de acumulación de reservas tan alta es la forma del FMI de mantenerse fiel a su visión de una corrección del tipo de cambio real sustantiva«.
Déficit fiscal, desafío para después de las elecciones 2023
Por otra parte, los objetivos fiscales se mantuvieron en 1,9% del PBI. El Gobierno deberá reducir el rojo primario que en el primer semestre trepó a 1,1% del PBI, quedando un margen de 0,8 puntos para lo que resta de 2023. La consultora Invecq señaló: «La meta fiscal es factible pero sumamente desafiante. El problema es que los segundos semestres suelen ser mucho más complicados por motivos estacionales, a los que se suman las elecciones y la tentación de expandir el gasto y una base de comparación desfavorable, tanto por el lado de los ingresos como de los gastos».
En esa línea, el FMI delineó la política que espera que el Gobierno cumpla: «Siguen siendo necesarios esfuerzos para contener el crecimiento de la masa salarial, actualizar las tarifas de energía para reflejar mejor los cambios en los costos de producción, mejorando al mismo tiempo la progresividad del sistema; y fortalecer los controles de gasto a través de una asistencia social mejor focalizada y una mayor racionalización de las transferencias corrientes a las provincias y empresas estatales».
Por el lado de los ingresos, el Fondo dio el visto bueno a los nuevos impuestos sobre el acceso a divisas para bienes y servicios importados, y al dólar agro: «Las nuevas medidas para movilizar la liquidación de exportaciones ayudarán a compensar los menores derechos de exportación resultantes de la sequía».
Fuente: Diario BAE Negocios