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CONOCÉ COMO PIENSA ACERCA DE JULIAN ERCOLINI SU MAESTRA DE PRIMARIA QUE VIVE EN SAN JUAN

Perla Welner docente jubilada vive en la provincia de San Juan hace casi 50 años, pero ella es porteña
y desde chica vivió en el partido de Hurlingham provincia de Buenos Aires. Allí asistió a “Escuela
primaria de educación integral Platerito”, creada por Haydé Cava de Astigueta; apenas se recibió de
Maestra Normal Nacional se incorporó al equipo docente de Platerito (nombre inspirado en el
personaje de “Plateo y yo” de Juan Ramón Giménez. Allí tuvo como alumno al actual Juez Federal
Julián Ercolini implicado en una causa por visitar la finca en el Lago escondido de Joe Lewis y
conspirar contra la actual vice presidenta. “Fui maestra de primero, segundo y tercer grado del hoy
Juez Julián Ercolini”, comenta Perla con voz pausada y luego establece un silencio que indica que
rememora una época lejana pero muy presente. Ella hoy vive en la provincia de San Juan donde hizo
una vida muy activa como maestra, dirigente política y feminista; pero antes fue parte de un
proyecto educativo de vanguardia para su época, en Hurlingham, provincia de Buenos Aires. Allí
educa en sus primeros años de escuela, en la década del 60, al actual Juez Federal vinculado a casos
polémicos.
Platerito era una experiencia educativa avanzada, subraya Perla con nostalgia y ternura “era una
escuela de formación integral, social con mucha formación artística, estética donde los niños/as
tenían mucha interacción con el barrio”. No se cansa de hablar del proyecto donde inició su carrera
y que marco para siempre su vida. Era una escuela activa donde no solo se resolvían problemas de
matemáticas y escrituras, sino que era de interés social. El objetivo era formar personas sensibles
comprometidas con la sociedad, con pensamientos propios porque se hablaba de todo, se resolvía
la disciplina y pautas de convivencia en asamblea, en forma respetuosa y democrática; se hacían
campañas por el cuidado de animales, contra la tala de árboles; concurríamos a espectáculos
artísticos. En el parque de la escuela había perros, gatos, bebedero de calandrias…”.
Era un momento de la argentina donde muchos intelectuales se comprometieron con sus trabajos
desde una perspectiva social, con miras a sembrar semillas para ver crecer un mundo mejor.
Platerito por ser una experiencia avanzada, que salía de la normativa, era cuestionada primero por
el ministerio y cuando llego la dictadura, tuvo que cerrar definitivamente. Perla guarda en sus
cajones un dibujo que su alumno Julián le hizo de regalo “era callado, tranquilo y pícaro. A veces
cuando yo proponía una actividad hacia una voz tipo ventrílocuo, una vocecita decía “no lo haré”, y
nadie era, hasta que luego me di cuenta que era él”.
También fue amiga de su madre Mary Fontenla, profesora de arte, emparentada con Margarita
Fontenla bailarina del teatro Colon que falleció en un trágico accidente aéreo.
La consulta por la actualidad de ese niño es irresistible, ¿Qué impresión le causa el lugar que ocupa
y su desempeño? Perla solo desvía su mirada hacia algún lugar lejano sin muchas ganas de
responder esa pregunta. “Muchos chicos salieron de nuestra escuela siendo muy buena gente,
buenos vecinos, comprometidos, sensibles que recogieron nuestra formación desde lo social y
humano. Con otros colegas de esa época estamos en contacto y hemos seguidos historias de vida
de muchos de ellos”.
Finalmente, sobre el estudiante en cuestión dice: “me sorprende su actual postura, viniendo de una
familia y una educación tan sensible a la problemática social y a las expresiones artísticas”.