Daddy Yankee, la leyenda del reggaetón, se despidió de Argentina antes de su retiro
El puertorriqueño Daddy Yankee, ícono y leyenda del reggaetón a nivel mundial, se despidió en la noche del domingo del público argentino con una segunda y última función de “La Última Vuelta Tour” en el estadio de Vélez Sarsfield, donde dejó, además de una lista plagada de éxitos, sus bendiciones y respetos por “el movimiento que se ha levantado” en la Argentina y por algunos de sus referentes como Duki, Nicki Nicole y Tiago PZK.
Luciendo una chaqueta dorada que resplandecía con el juego de luces y rodeado por un cuerpo de bailarines, el puertorriqueño decretó el comienzo del “perreo” y regaló algunas arengas para inmortalizar aún más su noche histórica en Buenos Aires ante más de cincuenta mil personas: “Argentina, los puños bien arriba. Vamos a romper el estadio”, avisó antes de hacer “Rompe” y continuar con “Machucando”.
Acompañado por una banda en vivo, que sumó algunos toques humanos a la mezcla del DJ con percusiones, guitarras rítmicas y segundas voces, Daddy Yankee desplegó sus dotes como rapero, disparando barras a toda velocidad y dejando en claro que el reggaetón y el hip-hop forman parte de una misma familia musical.
Durante casi dos horas, Yankee se despachó con hits mundiales de toda su discografía -incluido parte del exitoso repertorio de su último trabajo “Legendaddy”- en un recorrido que dejó bien claro su aporte a las bases fundantes del movimiento musical bautizado por él como “reggaetón” en “Playero 34”, su colaboración con DJ Playero que sembró una semilla que comenzaría a germinar desde la caribeña Puerto Rico a mediados de los noventa.
Con la presencia en escena de un muñeco inflable gigante con su figura que había cobrado vida minutos antes y que apareció sumergido entre llamas digitales para el momento final, Daddy Yankee se despidió con “Gasolina”, la canción que posicionó su carrera pero mucho más a la música latina en todo el mundo en el 2005, y dejó el escenario mientras un juego de artificios dotaba de parafernalia el minuto final.
Sus funciones porteñas de “La Última Vuelta”, que agotó cerca de 100 mil entradas para sus shows en el Estadio de Vélez, quedaron inauguradas ambas noches por El Osito Wito, un cantante y compositor argentino llamado a ser una revelación dentro de la escena urbana local.
Fuente: Telám