Querétaro – Atlas: una brutal gresca entre hinchadas en el fútbol mexicano dejó 22 heridos, pero hablan de varias muertes
Terrible. Trágico. Los incidentes en el fútbol parecían haber mermado en los últimos tiempos, pero de pronto, volvió la barbarie con toda la fuerza. Fue en México, en el partido entre Querétaro y Atlas, en el que el visitante se imponía por 1-0 con un gol del argentino Julio Furch. De pronto, todo estremeció y el encuentro fue suspendido a los 17 minutos del segundo tiempo.
La pelea comenzó en las tribunas entre hinchas de ambos equipos y el desborde fue que hubo una invasión de violentos al campo de juego, lo cual motivó la suspensión. Las escenas fueron dantescas y si bien inicialmente se hablaba de que había 17 muertos, autoridades señalaron que el saldo es de 22 heridos, incluidos dos graves, y ningún fallecido. “Derivado de los hechos registrados la tarde de este sábado […] no se tiene reporte de personas fallecidas, 22 personas lesionadas […], dos de ellos de gravedad”, informó Protección Civil del estado de Querétaro. El certamen –vaya paradoja– se denomina “Grita por la Paz”.
Cuando la pelea ya era incontenible en las tribunas, las fuerzas de seguridad abrieron las puertas que dan acceso a la cancha para que las familias, con sus pequeños hijos, pudieran ir a protegerse, a aislarse de los desmanes. Pero los violentos aprovecharon la ocasión para combatir cuerpo a cuerpo también en el campo de juego. Frases como “maten a todos” y “no va a quedar ninguno en pie” sonaron en los videos que llegaron al poco tiempo a las redes sociales. Un desenlace lamentable.
El presidente de la Liga Mexicana, Mikel Arriola, condenó los hechos de violencia en Querétaro. “Inadmisible y lamentable la violencia en el estadio la Corregidora de Querétaro. Se castigará ejemplarmente a los responsables por la ausencia de seguridad en el estadio. La seguridad de nuestros jugadores y afición es prioridad! Seguiremos informando”.
Durante los incidentes violentos entre aficionados en las gradas, casi no se observó personal de seguridad que detuviera la bronca, situación que consignó Arriola.
Los jugadores abandonaron el terreno de juego y partieron a los vestuarios, donde se guarecieron. Durante la invasión de cancha, algunos aficionados se protegieron de los enfrentamientos de barras, pero otros destruyeron elementos, como la pantalla donde los árbitros observan las jugadas que les retransmiten desde las cabinas del VAR.
Llamativamente, varios de los involucrados en las peleas fueron desnudados por sus rivales. Además, claro, de ser pateados, apaleados y golpeados con objetos contundentes. Incluso ya vencidos, en el piso y sin reacción. Una saña máxima, descontrolada.
Fuente: La Nación