Lo siento, no hay encuestas disponibles en este momento.

DÍAS DE ANGUSTIA, BRONCA Y MOVILIZACIÓN DE LAS GRANDES MASAS POPULARES

DEBATES EN CURSO

La situación política nacional e internacional pasa por momentos cada vez más complejos, la invasión imperialista de Rusia a Ucrania traerá como consecuencia un conflicto mundial prolongado en el tiempo. De aprobarse el acuerdo con el FMI, que será votado en el Congreso de la Nación, seguramente en marzo, vendrán meses de ajuste e inevitables luchas. El pueblo, con incertidumbre, analiza los acontecimientos y evalúa hasta dónde puede bancar la política de Alberto Fernández, porque luego de dos años de gobierno, los problemas que dejó el gobierno de Macri no han sido resueltos, por el contrario, se han agravado.

 Por Alberto Agüero-Federico Suero

El acuerdo y el tratamiento legislativo

Al salir esta edición fue enviado al congreso el acuerdo con el FMI para su debate en comisiones y posterior tratamiento en el recinto. La expectativa que tiene el gobierno nacional es que el jueves (10/03) sea tratado en la cámara de diputados, con dictamen favorable de la comisión de presupuesto, para que de esta manera pase al Senado para ser debatido y aprobado antes del 17 de marzo.

El problema principal que enfrentan quienes negocian los votos en el congreso, como Sergio Massa, Manzur o German Martínez, es garantizar la totalidad de los votos del Frente de Todos. Recordemos que tras la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque del Frente de Todos, debido a discrepancias con respecto al acuerdo, se abrió la posibilidad de que más de 30 diputados del FdeT voten en contra del acuerdo o se abstengan. Esto, sumado a las voces disidentes que desde hace tiempo se vienen pronunciando en contra del acuerdo, y que tienen representación legislativa, como Juan Carlos Alderete y Verónica Caliva del PTP-PCR y otros del Frente Patria Grande.

Esto hace que la votación en el congreso se vuelva muy compleja, dejando abierta la posibilidad de que el oficialismo precise de los votos de la oposición para aprobarlo, dejando así una fractura expuesta de envergadura dentro del FdeT. Como ya hemos dicho en anteriores editoriales la aprobación de este acuerdo, aunque parezca resistida, es un gran alivio y beneficio para el Macrismo, así como lo es también para el propio FMI ya que legalizará una estafa en la que el Fondo violó sus propios estatutos, y la coalición de Juntos Por el Cambio, que se encontraba gobernando el país, tomó este préstamo violando la constitución argentina para poder dar salida a los capitales financieros que fueron atraídos al país por las altas tasas de interés de las Lebacs.

Como ya hemos explicado este acuerdo implica que el gobierno nacional tomará un nuevo crédito para poder pagar los 44 mil millones de que pidió el macrismo, tasas de interés punitorias mediante, por lo que el problema de la deuda con el Fondo lo tendremos como mínimo hasta el 2035. A su vez implicará un fuerte ajuste que será supervisado por una misión del FMI que vendrá cada tres meses a cargo de Ben Kelmanson, el inglés que le va a decir a cada ministerio, principalmente al de economía, en que se debe gastar y en que no en nuestro país.

Ya se han publicado algunos anuncios que van a contra mano de la consigna de Guzmán y Fernández que expresa que no va a haber ajuste. Contradictoriamente, las tarifas que se anunciaron que iban a subir un 20% durante el año, ya se perfilan que para cumplir con el mandato del Fondo el incremento medio no será menor al 40% y en zonas residenciales alrededor del 80%. También se deja la ventana abierta al aumento de la edad jubilatoria bajo el eufemismo de continuar el trabajo de manera “voluntaria” al cumplir con los años de servicios. Los salarios como lo estamos viendo en las paritarias que se desarrollan durante este 2022 estarán por debajo de la inflación. El ministro de Desarrollo Social de la Nación ya anunció que se terminan las incorporaciones al programa Potenciar Trabajo, en el marco de una débil recuperación de la actividad productiva nacional y una tendencia a la baja del crecimiento mundial de Producto Bruto Mundial, como consecuencia del conflicto militar con centro en Europa.

Todos estos anuncios dan cuenta de que no hay compatibilidad entre el acuerdo con el Fondo y el crecimiento o el no ajuste. Este acuerdo implica ajuste, retracción e implica entrega como ya lo hemos advertido.

La guerra en Europa, desencadenada por las provocaciones de EEUU y la OTAN a Rusia, que causaron la invasión a Ucrania por parte del imperialismo ruso, parece que se extenderá en el tiempo.

Continúan los ataques militares del imperialismo ruso en territorio ucraniano que son resistidos por el ejército y el pueblo con una tenacidad que ha sorprendido al mundo. Lo que parecía una tarea sencilla para el ejército y el poderío militar de Rusia se ha convertido hasta ahora un auténtico callejón sin salida para la cúpula que regentea Vladimir Putin. Los rusos no han podido hacerse con el control de las principales ciudades ucranianas, e intensifican los bombardeos a las mismas causando la muerte de miles de civiles. Estos hechos son repudiados por los pueblos del mundo que bregan por la paz, que ven como Ucrania está siendo botín de guerra de las disputas entre las potencias imperialistas.

Las consecuencias económicas que esta guerra traerá para el mundo son de una gran magnitud, ya se propician sanciones y reacomodamientos de las relaciones comerciales que son en algunos casos insólitas, como la que se da en nuestro continente con el pedido de EEUU a Venezuela de exportar gas desde el país bolivariano a cambio de levantar algunas de las sanciones económicas, que el imperialismo yanqui tiene contra los venezolanos. Esto se debe a la decisión de EEUU de dejar de lado la dependía del precio del gas por las limitaciones por la guerra y las sanciones económicas al principal productor del mismo que es Rusia.

Padecimientos de la dependencia

Todo esto perfila una situación dual para nuestro país y de incertidumbre a nuestro pueblo, que de cierta forma puede ser “beneficiado” por esta guerra, debido a que Ucrania ha cerrado sus exportaciones de trigo entre otras commodities. Esto produce que la demanda de materias primas como el trigo en el mundo aumente y se abran nuevos mercados para nuestro país. Pero, al estar la producción argentina de trigo, granos, etc. en manos de una serie de empresas monopólicas lo que va a suceder es que los precios de los derivados del trigo, es decir los alimentos, en el mercado interno van a subir para nuestro pueblo.

Las empresas exportadoras de granos, ni lerdas ni perezosas, van a aprovechar esta situación ventajosa del aumento de los precios internacionales para exportar más. Desde ya, esa inflación importada se trasladará rápidamente a los precios locales con su consecuente faltante. Ya están subiendo los precios de las harinas y hay desabastecimiento. Productos que necesitan maíz para engorde de animales han subido casi un 200% en un mes, como es el caso del maple de huevos que hoy está costando arriba de los 450 pesos, cuando en enero el maple estaba a 200 pesos.

Lo que la gente se pregunta en la calle es por qué tiene que suceder esto en nuestro país, por qué el gobierno no ha tomado ninguna medida para resguardar nuestra economía. Hay una sensación de que la situación internacional es usada como una excusa por el gobierno nacional para ocultar sus propios errores, “primero le echaron la culpa a la pandemia, ahora le echan la culpa a la guerra” es el comentario de sanjuaninos que están cansados de la inflación.

Es evidente que el gobierno nacional no ha tomado medidas serias para combatir la inflación, sobre todo en el rubro alimentos que es el principal componente que eleva los porcentajes de inflación mensual. Tuvo en sus manos la posibilidad de tener una empresa de alimentos como Vicentin y dio marcha atrás de manera vergonzante. Con esa empresa los argentinos podríamos habernos provisto de alimentos a un precio sostén para el mercado interno, fijando así un precio testigo para el resto de las empresas y a su vez proveernos de los dólares que precisamos.

Los dólares que ingresen al país producto de este viento de cola de los precios internacionales de las commodities, debido al acuerdo con el FMI, serán usados principalmente para generar un colchón de reservas para pagar los compromisos de deuda e intereses, por lo que de ninguna manera esta situación podrá traer beneficios para el pueblo.

Frente a la incertidumbre y el temor que genera la guerra en Europa, sumado a los problemas como la inflación, el desempleo, los bajos salarios, el manejo impopular de la deuda, etc. que el gobierno nacional no puede resolver, aparece también el oportunismo de muchos dirigentes tanto políticos, como sindicales o sociales que, por privilegiar sus posiciones en el gobierno e intereses de clase, hacen oído sordo a los problemas de las masas en vez de ponerse a la cabeza y ayudar a resolverlos.

Hay que enfrentar el acuerdo con el Fondo hoy como lo venimos haciendo desde el PTP-PCR y sus organizaciones movilizándonos para rechazar el acuerdo en el congreso sumado al voto de nuestros diputados nacionales. No se puede esperar a que pase el acuerdo para recién luchar como plantean algunos dirigentes.

Por otro lado, es preciso escuchar a las masas, a la vez que luchamos por resolver sus necesidades, no podemos paralizarnos por temor a que vuelva Macri, porque con este acuerdo se va a beneficiar directamente al macrismo ya que el gobierno del Frente de Todos va a hacer el “trabajo sucio” por el ajuste del fondo, despejando el camino para el próximo gobierno.

El campo popular debe reagruparse para enfrentar al ajuste a su vez forjar un nuevo frente político que exprese la lucha contra el Fondo y un programa que ponga el centro en resolver los problemas estructurales de nuestro país, para eso es fundamental la campaña provincial por las 20 mil afiliaciones al PTP a su vez que nos preparamos para un gran picnic de la prensa revolucionaria.

 Por Alberto Agüero-Federico Suero