Chile: El feminismo, un actor central detrás del triunfo de Boric
El presidente electo de Chile, Gabriel Boric, vive sus primeros días de trabajo de cara a la transición de Gobierno tras obtener un holgado triunfo en el balotaje, el cual, según analistas, contó con un determinante rol del movimiento feminista.
Bien temprano, aún antes de pasar al balotaje, Boric ya comenzaba a perfilarse como el candidato presidencial que mejor representaba las demandas feministas que cada vez se escuchan con más fuerza en Chile, especialmente cuando el joven diputado y exlíder estudiantil buscó contraponerse con las propuestas más criticadas de quien luego sería su rival en la segunda vuelta, el dirigente de ultraderecha José Antonio Kast.
Esta contraposición se exacerbó de cara al balotaje.
«El otro candidato (Kast) tenía una postura bastante retrograda respecto a los derechos de las mujeres, por lo tanto Boric se alza como el candidato que viene a contrarrestar estas medidas, que tiene propuestas concretas respecto al aborto, al matrimonio igualitario, los derechos de las mujeres, de los derechos reproductivos», destacó en diálogo con Télam la docente del Magíster en Psicología Jurídica y Forense de la Universidad Diego Portales de Chile, Carolina Valenzuela Zúñiga.
«Desde ahí creo que el feminismo empieza a ser un discurso de ambos candidatos, tanto para bien como para mal en ambos casos y nos genera un estado de alerta pensando en las mujeres. Entonces desde el primer momento el feminismo y los derechos de la mujer pasan a ser importantes», agregó.
En la misma línea, la directora del Centro de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales, Lidia Casas, explicó que la campaña de Kast enajenó a todo el voto feminista.
«Los temas relacionados a la paridad de género, la discusión sobre aborto y la violencia contra las mujeres son parte inherente de la izquierda transformadora a la que pertenece Boric, mientras que un programa como el de Kast es por definición lo opuesto de lo que las feministas han tratado de dejar atrás», aseguró a esta agencia.
«Hubo una combinación de factores porque Kast además representa al pinochetismo y él y sus seguidores en las últimas semanas fueron cometiendo errores gravísimos que provocaron una movilización de mujeres que no necesariamente se sentían convocadas a votar», agregó Casas.
Uno de estos errores, según las analistas, fue la promesa inicial de Kast de eliminar el Ministerio de la Mujer. Ante la lluvia de críticas, el entonces candidato dio marcha atrás y se comprometió a mantenerlo, pero, para Casas, la alerta ya se había encendido para muchas mujeres que creyeron ver en peligro los derechos que habían conquistado con tanto esfuerzo y sangre en las calles.
De las mujeres habilitadas para votar, un 59% sufragó en el balotaje, lo que implica un alza de 10 puntos porcentuales más que en la primera vuelta. Además, un análisis por género y edad del voto revela que un 68% de las chilenas menores de 30 que participaron lo hicieron para apoyar a Boric, mientras que apenas un 32% se inclinaron por Kast.
Para muchos analistas, este fue un sector de la sociedad clave para explicar el resultado presidencial.
«Creo que primero hay un tema anti-Kast. En realidad, más que anti-Kast fue contra las propuestas que hizo su partido. Pero también se debió a que Boric tiene un discurso claramente femenino, me refiero a que habla a las mujeres directamente y fue consecuente además porque finalmente puso a Izkia (Siches) como jefa de campaña«, explicó Valenzuela Zúñiga.
Para la docente de la Universidad Diego Portales, los gestos de Boric no fueron sorpresivos; mientras que el acercamiento que intentó hacia el final Kast sí pareció más forzado.
«Boric siempre ha hablado de las mujeres y las ha puesto en primer lugar, en cambio, la decisión del otro candidato de poner a una mujer como jefa de campaña se vio como una medida desesperada ya que antes simplemente nos veía como un adorno», precisó.
El gabinete
Ahora, las miradas están puestas en el posible gabinete de Boric, que por el discurso que expresó en su campaña debería tener una paridad de género.
Casas espera que al menos en la primera designación el gabinete sea paritario, especialmente después de lo importante que fue la paridad en la elección de convencionales.
«También tendrá que combinar dos elementos que ha señalado. Uno es que buscará rostros que representan la realidad regional y el otro tiene que ver con la mixtura generacional de gente joven con personas con experiencia, lo que va a tensionar en el sentido que tiene que asegurar la mejor combinación posible, pero dentro de un contexto de un gabinete paritario», aseguró la analista.
Valenzuela Zúñiga no tiene duda de que el gabinete tendrá paridad de género.
«Tras escuchar a Boric, creo que tiene muy claro que la paridad es lo que se espera de él, ya que todas las mujeres y no sólo las que votaron por él, esperan que sea consecuente con su discurso y tienen la idea de que el próximo sea un Gobierno paritario», sostuvo.
Para las analistas, en cambio, no está tan claro si el presidente electo podrá cumplir con todas sus promesas y las expectativas que creó su triunfo.
En el Congreso, donde el partido de Boric tiene una pequeña minoría propia y necesitaría del apoyo de toda la heterogénea centro-izquierda nucleada en la llamada exConcertación y hasta de parte del oficialismo de Sebastián Piñera, los legisladores «no necesariamente le darán los votos en algunas medidas más transformativas», advirtió Casas.
«Por ejemplo, el aborto por plazo bajo la actual composición del Congreso no lo veo factible. Tiene que avanzar en lo que él puede, tratando de convencer a figuras de la centro derecha, sin dejar de avanzar en políticas públicas y en todo lo que como Poder Ejecutivo pueda avanzar», agregó.
Fuente: Télam