El Frente de Todos como arma de lucha
El eje del debate
Arrancó formalmente la campaña electoral en nuestro país, atrás quedan las discusiones internas de cada uno de los frentes respecto a las candidaturas, que fueron materia de intensos debates en las principales alianzas electorales de cara a las legislativas de medio término.
La campaña se inició con distintos tipos de actividades, principalmente con la utilización de las redes sociales, con la presencia de candidatos en pequeños actos, charlas y con inauguraciones, donde el Frente de Todos o la oposición liberal son gobierno. En el Frente de Todos (F de T), estos actos están focalizados principalmente en la inauguración de obras en los distintos municipios que el oficialismo conduce y, desde las variantes opositoras se pudo observar principalmente reuniones con distintos sectores de la sociedad, pero focalizados más que nada en el empresariado.
Se ha podido observar, que cuando la militancia sale a la calle (en este caso hablamos desde la experiencia en el FdeT) se encuentra con una situación muy particular, gran apatía de la sociedad, no hacia un determinado frente o expresión electoral, sino hacia la política en general.
Luego de los cuatro años de ajuste, despidos y endeudamiento, que el macrismo le impuso al pueblo argentino durante su gestión, la gente depositó sus esperanzas en el Frente de Todos y su gobierno, pero ve con cierto malestar que la situación económica, principalmente lo relacionado al tema del trabajo, los salarios y la inflación, no se ha resuelto y, por lo tanto, el balance positivo de la pandemia ya comienza a ser un recurso de escaso peso para esgrimir como logro de gestión. Comienzan a aparecer opiniones que apuntan en la dirección de recriminar que “todos los políticos son iguales”, “nadie resuelve los problemas del pueblo”, etc.
También existe confusión sobre qué es lo que se define en estas elecciones, que se plebiscita o se pone en juego. Esta es la gran tarea de toda la militancia del Frente de Todos, aclarar esta situación ante las masas populares y realizar una gran campaña de educación.
Primero hay que aclarar cuál debe ser la táctica del campo popular, en relación a como golpear al enemigo principal del pueblo argentino, el que causó los mayores daños al pueblo y al país: el macrismo, que la oposición de Juntos por el Cambio trata de ocultar. Debemos ponerle un freno a la oligarquía, las corporaciones, las grandes patronales que están aliadas al imperialismo, para que el sector popular y combativo del frente se fortalezca y lo haga avanzar en el camino de las grandes transformaciones que necesitamos. En esta elección no se está plebiscitando la gestión de un presidente, de un gobernador y mucho menos de un intendente. Lo que se pone en juego en esta elección es volver al pasado con Macri o avanzar para luchar en mejores condiciones para una salida a favor del pueblo en el marco del Frente de Todos.
Es preciso dejar en claro que votando al Frente de Todos y a sus candidatos enfrentamos a la derecha macrista, enfrentamos a la oligarquía, al liberalismo etc. Después de noviembre el pueblo pondrá énfasis en los temas más particulares: si lo actuado por el gobierno del presidente Alberto Fernández fue bueno o no, si la gestión de Sergio Uñac o un intendente cualquiera están o no en el camino correcto.
El gobierno del Frente de Todos tiene aspectos positivos, encaró con mucha seriedad el problema de la pandemia, invirtió en el sistema de salud, que estaba devastado por la gestión macrista, y ha tomado diversas medidas positivas como: el aumento del mínimo no imponible para los trabajadores, restituyó en su puesto de trabajo a los trabajadores despedidos en áreas del estado durante el gobierno de Cambiemos, como en Agricultura Familiar, INTI, Fabricaciones Militares, entre otros, devolvió el rango de ministerio a Salud y a Trabajo. Tomó, además, medidas en favor de la soberanía nacional, como el caso de la Hidrovia y algunos ramales de ferrocarriles, que se encontraban en manos privadas extranjeras, entre otras cosas. Pero también se ha visto impotente frente a grandes problemas que aquejan al pueblo, como la falta de trabajo, la inflación, la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, los planes sociales, las jubilaciones etc., principalmente por no animarse a romper con la dependencia de las distintas potencias imperialista y las corporaciones que le sirven de intermediarias. No investigó la deuda odiosa con los holdouts (Fondos buitres) y sigue adelante con el reconocimiento de los 45 mil millones de dólares que el FMI y Donald Trump le concedieron al macrismo para salvarlo de la hecatombe electoral de 2019.
Sin dudas, con el Frente de Todos, el pueblo puede avanzar. Si no se ha podido avanzar más, es materia de debate en el campo popular. En este sentido entendemos, para dar un ejemplo, las Organizaciones Sociales, las fuerzas sindicales y las políticas de izquierda, han sido relegadas de las listas de candidatos, esto que debemos asumir con autocrítica, es producto de no haber dado a tiempo la batalla en el marco de una enorme disputa que también existe en el Frente de Todos. Tanto las organizaciones sociales, como los sindicatos, deben dar la pelea en las calles para mejorar la situación de los trabajadores y exigir puestos de poder, para en lo inmediato ser el contrapeso en el debate público sobre cuál es el rumbo que debe tomar el país, no deben dormirse en los laureles, ni dejarse encandilar en los puestos de gobierno o por los cargos legislativos.
En un marco complejo económico, sanitario, social y político se ha iniciado la campaña electoral. Desde el PTP-PCR apostamos a una victoria contundente del FdeT para derrotar al macrismo. Seguramente en el Frente de Todos hay sectores de militantes desencantados con el gobierno nacional y otros con los provinciales, es más, algunos de estos sectores apuestan a su derrota o trabajan por un triunfo ajustado, pensando en posicionarse mejor en el 2023, esto es una idea equivocada. El Frente de Todos debe obtener una victoria contundente en estas elecciones PASO y ni hablar en las generales, esta es la única manera en la que el campo popular puede tener expectativas para el ‘23, una derrota implicaría dos años en los cuales se pondría en riesgo la posibilidad de que en el congreso se voten leyes a favor del pueblo como: Tierra Techo y Trabajo. Con un avance de las fuerzas de derecha macrista, ahora lideradas por Rodríguez Larreta, estos proyectos van a quedar en el olvido.
Para preocuparnos y fortalecer la lucha antiimperialista
El fin de semana pasado, visitó nuestro país una comitiva del gobierno de EEUU encabezada por Jake Sullivan, Consejero de Seguridad Nacional de la gestión de Biden, lo hizo con otros funcionarios de peso como Juan González, asesor especial para América Latina, y Ricardo Zuñiga, Subsecretario para Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado.
La principal preocupación de la comitiva estadounidense, estuvo centrada en discutir temas que tienen que ver con la región de Latino América, las nuevas reconfiguraciones, actores e interlocutores. Expresaron su preocupación por el avance de la tecnología 5G por parte de China en América Latina y solicitaron al gobierno nacional un compromiso con las formas democráticas, en una clara alusión a los vínculos de la Argentina con China y Rusia.
La mayor preocupación de la gestión de Biden, es recuperar el terreno perdido en el marco de la disputa mundial principalmente con China. El escenario regional no es muy favorable para EEUU, debido, por un lado las grandes movilizaciones en Chile y Colombia, la victoria de Pedro Castillo en Perú, y con ello el derrumbamiento del grupo de Lima, los gobiernos populares en Bolivia y Argentina, y por otro la mala relación con el gobierno derechista, de Bolsonaro, tanto por su acercamiento a Trump como por sus posiciones sobre el cambio climático y el desprestigio creciente en el interior del país, por sus actitudes nefastas con relación a la pandemia de Covid-19. Biden apunta a reforzar la cumbre climática de París y a establecer líneas de crédito para la “reconversión” de las empresas que adhieran al acuerdo de Paris.
La presión de los yanquis para frenar el avance de los chinos en la región y, posicionar a Alberto Fernández como un interlocutor “sensato” (aunque les duela de éste el posicionamiento de Argentina frente a Nicaragua, Venezuela o Cuba), están dados a través de la negociación con el FMI. González, vocero de la comitiva expresó la visión del presidente Joe Biden. Sostuvo que quiere un «hemisferio seguro, democrático y de clase media», y respetar los «valores democráticos» en la región. A su vez se comprometieron a trasmitirle al presidente Biden, la voluntad del gobierno nacional de arreglar con el FMI y solicitar la ayuda de EEUU para llegar a un acuerdo con el organismo financiero.
En el medio de la disputa inter-imperialista, debemos reafirmar que es fundamental nuestro desarrollo soberano como nación, generando industrias estatales que exploten nuestros recursos estratégicos, como lo venimos sosteniendo desde el PTP-PCR y, que las relaciones con otros países no sean en el marco de las concesiones y el sometimiento, sino en el marco del respeto y la cooperación, pero para que esto ocurra debemos avanzar por un camino que nos permita ser dueños de lo que producimos y de las riquezas que generamos.
Fortalecer el Frente de Todos para evitar el retorno de la derecha liberal
El crecimiento del PTP-PCR es la garantía de la fortaleza del Frente de Todos
El Frente de Todos representa la unidad de la diversidad Popular y Nacional
La diversidad es contradictoria, pero se resuelve con lucha, critica, autocritica, que permite una más fuerte unidad.
Escriben: Alberto Agüero-Federico Suero