El PC cubano y el Gobierno adjudicaron las protestas a provocaciones financiadas por EEUU
La situación surgida en Cuba a partir de una serie de protestas ciudadanas fue analizada en las últimas horas por el Comité Central del Partido Comunista (PCC) encabezado por el presidente Miguel Díaz-Canel y con la presencia de su antecesor Raúl Castro, mientras grupos de intelectuales opositores denunciaron que suman más de 100 los detenidos, entre ellos notorios disidentes.
La plana mayor del PCC y el Gobierno adjudican las protestas a «provocaciones orquestadas por elementos contrarrevolucionarios,organizadas y financiadas desde Estados Unidos con propósitos desestabilizadores», según publicó este martes el diario oficial Granma.
«Los integrantes del máximo órgano partidista abordaron además la ejemplar respuesta del pueblo al llamado del compañero Díaz-Canel a defender la Revolución en las calles lo que permitió derrotar las acciones subversivas», agregó el reporte oficial, que reveló que la reunión se celebró el domingo último, si bien se dio a conocer en la fecha.
Las autoridades de la isla adjudican el impulso a las protestar a operaciones y acciones organizadas por Estados Unidos, si bien admiten una situación económica y social complicada debido a la falta de ingresos de dinero por turismo -inexistente hace un año y medio por la pandemia- y a la escasa entrada de remesas de dinero enviadas desde el exterior por restricciones impuestas por el expresidente estadounidense Donald Trump.
La disidencia, en tanto, afirma que desde el domingo, cuando se iniciaron las primeras manifestaciones, más de un centenar de personas han sido reportadas como detenidas, entre ellas algunos conocidos opositores como Guillermo Fariñas, el ex preso político Daniel Ferrer y el artista Luis Manuel Otero Alcántara.
De acuerdo con una lista publicada en Twitter por el opositor Movimiento San Isidro (MSI) -un grupo de intelectuales y universitarios que reclaman libertad de expresión y creación-, 114 personas habían sido detenidas o no estaban localizadas.
«Van más de 32 horas de la detención arbitraria de Luis Manuel Otero Alcántara», dijo en otro tuit el MSI, según reprodujo la agencia de noticias AFP.
A su turno, los obispos cubanos invitaron a las autoridades a «ejercitar la escucha» y no recurrir a «la violencia» que «engendra violencia», ante las protestas que surgieron en distintas ciudades del país por «el deterioro de la situación económica y social», el cual «se ha acentuado de manera significativa».
«La violencia engendra violencia, la agresividad de hoy abre heridas y alimenta rencores para mañana que costará mucho trabajo superar, por eso invitamos a todos a no incentivar la situación de crisis, sino con serenidad de espíritu y buena voluntad, ejercitar la escucha, la comprensión y la actitud de tolerancia, que tenga en cuenta y respete al otro para juntos buscar caminos de una justa y adecuada solución», subrayaron los religiosos en un comunicado recogido por la agencia Europa Press.
En la misma línea del Gobierno, la Misión Permanente de Cuba ante Naciones Unidas adjudicó las protestas a la «mayor presión» que el Gobierno de Estados Unidos ejerce sobre la isla mediante el bloqueo económico y las sanciones.
En un comunicado, la misión aseguró que «los desórdenes e incidentes acaecidos en algunas localidades de Cuba, este 11 de julio, son el resultado de un plan diseñado por el Gobierno de los Estados Unidos para, de manera oportunista, ejercer la mayor presión posible contra nuestro país».
El cruce de acusaciones surgido a partir del domingo convocó al debate a Díaz-Canel y al presidente de Estados Unidos, Joe Biden
El cruce de acusaciones surgido a partir del domingo convocó al debate a Díaz-Canel y al presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Díaz-Canel afirmó el lunes que Estados Unidos tiene «una política de asfixia económica para provocar estallidos sociales en el país», ante lo cual Biden le pidió «al régimen» isleño» que «escuche a su pueblo».
Horas después de la reacción de Biden, su secretario de Estado, Antony Blinken, sostuvo «sería un grave error que el régimen cubano interprete lo que está pasando en decenas de ciudades y pueblos en toda la isla como el resultado o el producto de algo que haya hecho Estados Unidos«.
FUENTE: Télam