Francia: multa de un millón de euros a una empresa por espiar a sus empleados
Este martes la filial francesa de la compañía multinacional de muebles, Ikea, y uno de sus exdirectores ejecutivos fueron penados con una multa de más de un millón de euros y una pena de prisión en suspenso de dos años, respectivamente, por espiar a cientos de empleados durante varios años.
El tribunal penal de Versalles los declaró culpables de robar datos personales por medios fraudulentos. El fiscal, que los había acusado de «espionaje masivo», había pedido sentencias mayores como una multa de dos millones de euros por el rótulo, así como la pena de prisión firme para el exdirectivo, Jean-Louis Baillot.
La investigación empezó a partir de 2012, luego de que el caso sea revelado en la prensa. Según la Fiscalía, había «un sistema de vigilancia» de empleados y clientes. En ese entonces, Ikea Francia y sus gerentes fueron señalados de haber preguntado ilegalmente sobre antecedentes penales, su estilo de vida o su herencia a través de una empresa de «consultoría comercial» Eirpace, que habría extraído estos datos confidenciales de archivos de la policía.
En el corazón de este «sistema», estaba Jean-François Paris, exempleado de seguridad de Ikea Francia de 2002 a 2012, quien reconoció que habia «controles masivos» de los empleados. Él fue condenado a 18 meses de prisión condicional y una multa de 10.000 euros.
Baillot, quien estuvo al mando de Ikea Francia entre 1996 y 2002, también fue multado con 50.000 euros, tras ser declarado culpable de «obtener datos personales por medios fraudulentos». Él negó durante todo el juicio -dos semanas en marzo- haber ordenado la vigilancia de los empleados. Fue absuelto de algunos otros cargos como la violación del secreto profesional. Su abogado, Francois Saint-Pierre, dijo que Baillot estaba «conmocionado» por la sentencia y que estaba considerando una apelación.
Adel Amara, un representante sindical, parte del total de los 120 demandantes, declaró estar «satisfecho» con el resultado del juicio, pero calificó los castigos de «algo indulgentes».
FUENTE: Página 12