La desesperante situación de Tatiana, una madre sanjuanina que vive en la oscuridad y el frío por la decidía política
A medida que crece el número de contagios del COVID-19 en la provincia, el acceso a servicios básicos cómo el agua y la electricidad pueden ser cruciales para salvar la vida.
Y no sólo eso, con la pandemia y la educación a distancia tener energía eléctrica y conectividad se vuelve tan indispensable como tener alimentos para comer.
Es en ese marco, que una joven madre sanjuanina lleva mas de dos meses viviendo sin energía eléctrica, alumbrándose con la luz del fuego y pasando mucho frío en las noches, junto a su marido y su beba de 7 meses, y con el dolor de no poder estar con sus hijas más grandes, a quienes ha tenido que dejarlas con la abuela de ambas, para que puedan sobrellevar de mejor manera la pandemia.
Según nos dice Tatiana Villegas, ésta difícil situación que les toca atravesar, se debe a la decidía del intendente de 9 de Julio Gustavo Nuñez, quien se niega a firmarles un papel para que Energía San Juan pueda conectarles el suministro eléctrico y así tener una mejor calidad de vida.
Ya que necesitan que el intendente les otorgue un certificado que demuestre la titularidad del lote ubicado en el departamento 9 de Julio,y así poder tramitar la conexión del servicio.
“No tenemos la tenencia del lote porque las veces que hemos ido a hablar con el intendente , él nunca estaba, estaba ocupado o tenía que retirarse porque tenía que atender a otras personas… en una de las veces que fui me atendió la hija y me dijo que me iba a dar una solución, pero hace casi dos meses que vengo peleando la tenencia… yo hable con la mano derecha del intendente y le explique que tenía una bebe y que no podía estar sin luz en el frio, y él me dijo que me iba a tener que quedar así porque no había una solución, que no estaban entregando tenencias ,por eso directamente fui a hablar con el intendente, pero él nunca está o atiende cuando se le da la gana …. Sólo me tiene que dar la tenencia o un certificado que demuestre que el lote es mío y yo no lo estoy usurpando”, dice Tatiana con impotencia y resignación.