El rol de la enfermera hospitalaria en tiempos de COVID-19
En la Semana de la Enfermería es bueno destacar que el rol que tuvo este personal de salud, desde que se desató la pandemia, fue vital y necesario. Estuvieron desde el inicio en la “primera línea de fuego” y fueron junto con los médicos, absolutamente irreemplazables y necesarios.
Hoy, a más de un año de este mal que puso en riesgo la vida de todos, se puede decir que la enfermería ha revalorizado y jerarquizado su actividad, poniendo de manifiesto su empatía con el doliente y sosteniendo al equipo de salud en general.
Para destacar la trascendencia del trabajo que realizan, tres profesionales de Enfermería de los hospitales Guillermo Rawson y Marcial Quiroga, respectivamente, cuentan su experiencia en sectores críticos de ambos nosocomios.
La licenciada Marcela Ibañez, Supervisora de Enfermería del Área COVID-19 del Marcial Quiroga explicó que “desde el comienzo de la pandemia el equipo de Clínica Médica pasó a ser Covid. Al principio teníamos mucho miedo, no sabíamos a qué nos enfrentábamos y luego en complacencia con todo el equipo de enfermería nos fuimos habituando, con una sala acondicionada como un hogar. Esto hacía sentir muy bien al paciente”, explicó la supervisora.
“Lo fundamental fue llegar al enfermo, empatizarnos con su padecimiento. Que no sea una relación solo con un traje blanco o azul. La idea era hacerlo sentir bien o mejor de lo que ellos estaban anímicamente”, dijo Marcela Ibáñez, que resalta de manera permanente que los empleados del hospital Marcial Quiroga “son todos una gran familia”.
Para lograr más acercamiento entre el paciente y la familia, se implementó el protocolo humanizado, que permite más contacto entre los internados con sus afectos.
Este reglamento genera contención por parte del personal hacia familiares y enfermo. “Muchas veces prestamos nuestros teléfonos celulares para facilitar videollamadas entre los internados y sus seres queridos. Lo hacemos porque el contacto con su entorno les hace bien”, explicó.
Otro de los momentos complicados para el personal, fue recibir la noticia de que iban a formar parte del equipo Covid. La licenciada Ibáñez contó que “al principio fue difícil y con mucho temor, uno tiene hijos, padres de 80 años pero en ese momento decidí hacerle caso a mi madre. Ella me dijo ‘tenés que ponerle el pecho a las balas’”, explicó.
Por su parte la licenciada Emilia Ortiz, supervisora de Enfermería de Terapia Intensiva del Hospital Rawson, explicó que en su sector “el paciente está en estado netamente crítico, generalmente cuando llegan se les coloca una máscara de VNI (Ventilación no Invasiva), lo que genera que en poco tiempo ya este ventilado”, dijo.
En el hospital se activó el protocolo de ingreso de familiares que impone una serie de pasos entre la visita a la psicóloga, la vestimenta y, finalmente, la llegada a terapia para que vea al paciente a través de un vidrio, porque el lugar está perimetrado.
“Primero se le avisa a la psicóloga todos los detalles sobre la situación del paciente, para que vaya preparando al familiar. Y cuando están frente a él las reacciones son diversas. Generalmente se emocionan y lloran”, explicó Ortiz.
Los enfermeros de cuidados críticos no tienen relación con la familia. En esta situación tan particular de COVID-19 sí han comenzado a tener contacto para diagramar la visita, pero solo por esta coyuntura. En otras patologías, los familiares escuchan el parte médico e ingresan, solamente, en los horarios de visitas.
La supervisora en Terapia Intensiva relató también su experiencia de cuando tomaron conocimiento de que formarían parte de este equipo de trabajo que tendría la responsabilidad de actuar ante la pandemia. “Fue muy duro, para todos. La terapia se modificó porque antes atendíamos pacientes con otras patologías y traumatizados. Cuando surgió la pandemia, se trabajó muy intensamente en la organización, porque la idea fue transformarla en Terapia Covid. No sabíamos cómo iba a impactar en nuestra familias, mucho temor”, dijo.
Como reflexión, la profesional del hospital Rawson sostuvo que “se ha valorizado al paciente un poco más, hoy el paciente necesita a la enfermera. Todos somos un equipo de trabajadores que perseguimos y queremos lo mejor de la persona internada”.
Para la Licenciada Patricia Diaz, jefa del Departamento Enfermería Hospital Marcial Quiroga, “ha sido un desafío enorme, pero creo que todo este trabajo ha posicionado a la enfermería. Ahora si se la considera a esta profesión un pilar fundamental. Sin enfermería, los servicios de salud no funcionarían”, dijo.
”Yo tengo que agradecerle a mi equipo por la solidaridad, empatía y ganas que pusieron cuando los convocamos. Sinceramente tengo que decir que sin enfermería, los servicios de salud no serían lo que son”, cerró.