Cuando había trenes en San Juan: la historia contada por sus aficionados
Un 20 de enero del año 2011 un grupo de jóvenes, intrépidos y apasionados por las historias ferroviarias, comenzaron a juntarse y entre diversas charlas y puntos en común decidieron formar el Ferro Club San Juan A Siete.
“Nuestra historia comienza como un pequeño grupo de amigos que nos conocimos por compartir este hobbie o este pasatiempo que es el tema de los trenes. Hay uno de los chicos que es ferro modelista y en una cena hablando del tema, jugando con trenes decidimos darle vida al Ferro club”, comentó Gustavo Trigo uno de los jóvenes que integra el proyecto.
La asociación de jóvenes no tardó en darle un nombre y lo vinculó a un ramal conocido en la provincia, el A Siete. “A Siete es un ramal del ferrocarril Belgrano que corría en territorio sanjuanino y nacía en la estación Coll a pocos metros del puente de Alto de Sierra y terminaba en Jáchal. Toda esa línea era el ramal A Siete. Y como es netamente sanjuanino decidimos ponerle ese nombre”.
Actualmente el entusiasta grupo está formado no solo por personas que comparten el mismo gusto sino también por personal ferroviario, algunos ya jubilados y otros aun en funciones, quienes nutren al grupo de historias y documentos que los ayuda a reconstruir el patrimonio y el objetivo del club de aficionados. “Es así que empezamos a encontrar registros con horarios de salida y llegada de trenes, registro de accidentes. Encontramos reglamentos, también libros donde se detallaban los horarios de los trenes. Todo eso forma parte de nuestra historia como sociedad y decidimos empezar a recolectar”.
Y en ese proceso de recopilación los jóvenes se animaron a apostar al futuro para poder exponer estos documentos. “En un momento decidimos que pasa si empezamos a juntar un poquito más así en el día de mañana podemos tener algo para mostrar de lo que fue el pasado ferroviario de San Juan”, explicó Trigo; quien sostuvo además que ya se encuentran en proceso de obtener la personería jurídica.
“La personería jurídica nos va a permitir tener una sede. En ferro clubes del país principalmente los de Buenos Aires, que tienen personería jurídica, ellos tienen la potestad de algunas locomotoras históricas. Dentro de lo que es la historia ferroviaria hay una locomotora que trascendió que se llama la Emperatriz que es una locomotora a vapor que hacia el servicio entre Capital Federal y Rosario. Esa locomotora la mantiene un ferro club de Buenos Aires. Nosotros pensamos y decidimos hacer los trámites para tener la personería jurídica con el fin de tener nuestra sede y porque no también a nuestra custodia material rodante ya sean locomotoras, vagones antiguos. Y también, poder armar nuestro pequeño museo ferroviario. Así que, esa es la idea. Empezamos a hacer los trámites el año pasado, pero pandemia mediante se detuvo todo. Ahora estamos nuevamente insertos con ese tema para poder tenerla”, comentó Gustavo.
Y en este Club como en la historia misma de la provincia las anécdotas también están a la orden del día.
“En San Juan desde Cañada Honda hacia el sur va la vía hacia Mendoza y la última estación que está aquí en el límite con Mendoza, en territorio sanjuanino, se llama Ramblon que está actualmente totalmente destruida. En el año 1978 esa estación funcionaba como tal y generalmente había una o dos personas solas en la estación que a veces estaban un mes y después rotaba el personal. Ese año fue tapa de la revista Gente, Felipe Onofre Orozco, un señor que estaba en la estación en la noche y que tenía que salir a poner el farol en la señal porque venía el tren y es ahí cuando se le aparece una luz y lo quemo por completo. Este hecho esta caratulado como un suceso ovni de mucha trascendencia e importancia porque este señor quedo vivo, llego vivo al hospital ferroviario que estaba en ese momento en pleno centro de San Juan. Este señor llega con vida y fue noticia dentro del personal ferroviario de las cosas que pasaban, que venían pasando en esa estación y de las que han pasado”, especifico Trigo.
Así como esa anécdota, existen varias que surcan en los trenes de San Juan y en la memoria de quienes trabajaron en el como maquinistas, foguistas, y familiares de los trabajadores que esperaban ansiosos su llegada.
“Toda mi familia pertenecía al ferrocarril Belgrano. Mi bisabuelo venía con el tren desde Chepes hacia San Juan en enero de 1944 cuando se produce el terremoto. A él lo agarra en la estación Angaco Sur que es actualmente el departamento de San Martin. Ahí lo agarra el terremoto y estaba el temor de que si pasaban por el puente de Alto de Sierra se podía caer. Mi bisabuelo en su desesperación por querer saber cómo estaba su familia porque no contaban con teléfono decidió pasar con maquina liviana. Esto es pasar con maquina a vapor sola sin el tender, el tender era el vagoncito donde se llevaba el agua y el carbón para la caldera de la locomotora, y decide pasar solo sin el foguista que es el ayudante que tenía cuando vieron que el puente de Alto de Sierra no se caía. Mi bisabuelo llega con la locomotora más o menos para tener una referencia hasta la puerta del cementerio de la Capital. El ahí para la locomotora, se baja y va a abrazar a su familia que estaban prácticamente pegados a la vía donde estaban viviendo. Esa es la anécdota que yo siempre cuento porque es parte de mi familia”, mencionó muy emocionado Gustavo.
Y es que el tren tuvo esa adrenalina, no solo fue un medio de transporte de pasajeros y de carga sino que su vida estuvo cargado de historias que hoy los jóvenes del Ferro Club se encargan de recolectar y difundir. Historias marcadas por el amor, el trabajo, la política y el tiempo el cual fue el factor decisivo de su triste ocaso.
Sin embargo, hoy los sanjuaninos y quienes deseen conocer sobre los trenes basta con ingresar a https://www.facebook.com/bondi.sanjuan.75 o en su instagram https://www.instagram.com/ferroclubsanjuana7/?hl=es-la para contactarse con los chicos y sumar sus aportes o simplemente sumarse como aficionados. Porque la historia del ferrocarril merece ser desempolvada y ser trasmitida a futuras generaciones. Y sobre todo saber que alguna vez hubo un tren de pasajeros en tierras sanjuaninas.
Fuente fotográfica: gentileza de Gustavo Trigo