En enero y febrero hubo veranito productivo
La actividad económica alcanzó ocho meses consecutivos de rebote entre mayo y diciembre y todo parece indicar que, más allá de que febrero fue un mes más flojo por las paradas técnicas de las empresas, hubo continuidad durante el verano. En los últimos días del mes, el Indec publicará el dato de enero. Pero los datos adelantados muestran una continuidad de la tendencia positiva. En el Gobierno son optimistas respecto a cómo arrancó marzo a nivel industria.
Tanto enero como febrero presentan en general dificultades para analizarlos en forma separada. Y es que, por las vacaciones y las paradas técnicas, son meses que si se los mira individualmente pueden mostrar alguna caída fuerte que no se corresponde con la tendencia que vienen mostrando. Al desestacionalizarlo se puede medir correctamente.
Este jueves, por ejemplo, se publicaron los números de la Cámara Argentina del Acero, que mostraron que en febrero hubo una contracción de 3,8% contra los niveles del mismo mes del 2020. Pero al medir todo el bimestre se observa una mejora de 9,3% interanual, ya que en enero se había registrado una mejora importante.
PxQ
Por su parte, un indicador clave de la construcción, como los despachos de cemento, mostraron una mejora de 19,2% interanual en enero y otra de 18% en febrero. En la comparación mensual se registró una caída de 9,2%. Ahí el problema es, de nuevo, la estacionalidad: las particularidades de un mes que no permiten evaluar la tendencia. En ese sentido se destaca una estimación de la consultora PxQ que, a partir de una media móvil de 12 meses publicó una variación desestacionalizada positiva, para los despachos de cemento, de 1,3% en febrero.
Otro indicador del sector, el Índice Construya, publica su propio dato desestacionalizado, que mostró, también, una mejora de 8,2% respecto a los niveles de enero, mes en el que había crecido 0,7%. La construcción, junto con la industria, son dos de los sectores que vienen liderando el rebote económico, luego del brutal desplome de marzo-abril del 2020. Se espera que siga en esa senda, a partir del impulso de la obra pública en año electoral y una brecha cambiaria que, junto con la reciente iniciativa de incentivos tributarios más blanqueo, invita a invertir en construcción.
La industria, que creció 4,4% interanual en enero, aflojó en febrero por las paradas técnicas y un par de días hábiles menos. Es el mencionado problema estacional. Desde el Gobierno esperan incluso una posible contracción y, tal como adelanto el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, el dato positivo será una mejora de 2% bimestral interanual. Además, destacan que los primeros datos de marzo son positivos, por lo que esperan una nueva mejora.
Cabe destacar, hacia dentro del sector, que la producción de autos tuvo un mal bimestre en general, con una contracción de 1,5% interanual. Al desestacionalizar, además, PxQ observó una baja de 1,7% en la comparación de febrero contra enero. Los patentamientos, en cambio, según el mismo indicador, crecieron 0,7% en el mes.
Hasta acá, el repunte de la actividad económica fue protagonizado por la oferta. Durante la pandemia, las empresas no pudieron producir pero los hogares sí accedieron a comprar algunos de sus productos. Aunque hubo un desplome fuerte del consumo, en términos relativos fue menor. Por eso, hubo una caída en los stocks, cuya recomposición posterior fue la que traccionó el rebote económico. Ahora, la clave en año electoral será de qué manera el salario, el crédito y el atraso cambiario lograrán traccionar al consumo.
En febrero, los indicadores de la demanda de los hogares mostraron una dinámica algo mixta, aunque el indicador clave, que es la recaudación de IVA, mejoró 49,3% interanual en febrero. Eso implicó una mejora de 6% real, contra una inflación de 40,8% en el mismo período. Según el dato desestacionalizado de PxQ, contra enero hubo un incremento de 0,5%. Un interesante cambio de tendencia contra lo que ocurrió a lo largo del 2020.
En cambio, el indicador de ventas minoristas de CAME sigue arrojando datos negativos, aunque en mejores niveles que los de lo peor de la pandemia. En febrero arrojó una contracción interanual de 6,5%, peor que la de 5,8% de enero. Según PxQ el desestacionalizado mostró una contracción de 0,5% en febrero. Con todo, es el mejor resultado desde que hay pandemia. Por último, mientras que los préstamos con tarjeta para los hogares mejoraron 0,8% contra enero, los créditos al consumo en general cayeron 0,1%.
FUENTE: BAE NEGOCIOS