La situación dramática que viven varias familias en San Martín, tras el terremoto
Espacio de opinión se dirigió a San Martín, para conocer la dura realidad que atraviesan varias familias de este departamento, luego del fuerte sismo de 6,4° que se vivió en San Juan. Esperamos ser el nexo para poder conocer las problemáticas que aquejan a estos vecinos y de esta manera ayudarles a encontrar una solución.
Entre los testimonios recabados, se encuentra el de Marta, una madre sanjuanina que vive con su esposo y sus tres hijos, el más pequeño un bebé de tan solo once meses, en una precaria casa que le prestan los abogados Conti, desde hace tres años.
A causa del terrible sismo, la casa que habitan sufrió cuantiosos daños, situación que se ve más agravada aún por la falta de agua potable y los pocos ingresos monetarios que reciben al mes. Marta y su familia subsisten gracias a la asignación universal pro hijo, la tarjeta alimentar y lo que logran juntar en épocas de cosecha, siendo muy difícil su situación en las demás épocas del año, teniendo que recurrir a la caridad de vecinos y familiares.
Según nos cuenta Marta, todavía le dura el susto por lo que vivió la noche del sismo, pero lo que más la angustia es las condiciones precarias en las que viven.
“Pensaba que se me iba a caer todo encima, y que iba a perder lo poco que tengo, que iba a perder a mi hijo, fue algo muy feo esto”
Cabe aclarar que ésta familia aun no recibe ayuda, ni por parte de los propietarios de la finca, ni tampoco de parte del municipio.
“Los propietarios no me ayudan, tengo que poner de mi bolsillo para reparar el piso y el techo”
“De parte de la municipalidad, hasta acá, tampoco he recibido ayuda, no he recibido la visita de ninguna asistente social. La única ayuda que recibo de la municipalidad, son dos tachos de agua potable a la semana, agua que no llega a cubrir nuestras necesidades, cuando se acaba debo salir a pedir o sacar de la cuneta y echarle dos gotas de lavandina para poder tomarla e higienizarme”
“Nunca he tenido ayuda del municipio, yo les pedí ayuda cuando mi niño se accidentó, les pedí una silla de ruedas o unas muletas, hable con la Sra. Quevedo, ella me dijo que había hablado con el intendente y que ya tenía esa ayuda, pero nunca llegó. También les pedí una cama para que se acostara mi hijo accidentado y hasta el día de hoy nunca llego nada”, “También le pedí ayuda con un bolsón de mercadería a la señora Quevedo, y ella para darles un aceite, una azúcar, o un kilo de yerba, los hacia trabajar a mis hijos y a mi marido, ésta señora se nos ha reído en la cara, ella se ríe de la gente necesitada, solo ayuda a sus familiares”.
“Sólo recibí ayuda de la gente de la CCC, de Melisa, ellos me ayudaron muchísimo, son los únicos que me dieron una mano, gracias a esa gente tengo una mesa y sillas para comer”.
“Sé que conseguir una casa es difícil, pero Yo le pido al pueblo sanjuanino que me ayude con lo que puedan, bidones de agua potable, alimento, ropa, calzado, artículos de limpieza, lo que puedan va a ser recibido de corazón”, expresó Marta visiblemente afligida.
Otro de los duros testimonios que nos tocó escuchar, es el de Ana, una mamá que vive hace ochos años en San Martín junto a sus hijos, en una vivienda que le prestan. Además, uno de los pequeños sufre de una cardiopatía y de convulsiones, razón por la cual en varias ocasiones ha tenido que pedir auxilio a la ambulancia y a la policía, debido a la lejanía de la vivienda y por no contar con un medio de transporte para movilizarse.
“Fui al municipio, el intendente Andino me prometió que me iba a dar una casa, que fuera paciente, pero todavía estoy aquí esperando, no sé cuántos hijos quiere que tenga para que me de ayuda, él nos tiene que ayudar así tengamos uno dos hijos, no es necesario traer más hijos al mundo a pasar hambre, no es justo, nosotros pasamos mucha necesidad”, “además no contamos con agua potable, viene el tanque del municipio y llena los tachos, yo tengo uno que me dio el municipio y otros que son de la finca, pero no los puedo lavar porque son de boca chica, por esa razón los niños se me enferman, les agarra colitis, vómitos, fiebre”
“Estoy abandonada, nadie viene a ver nuestras necesidades, solo vienen cuando necesitan el voto, yo he ido al municipio, pero nunca puedo llegar al intendente, ya no sé a dónde ir y a quien recurrir, por eso he recurrido a la CCC, Dios me mando a Melisa, ella me dio una mano que no esperaba y le estoy muy agradecida”, “ Mi deseo más grande, es una casa para mis hijos, tengo que luchar sola con ellos, es muy doloroso, donde yo vivo no tengo a nadie que me ayude, me queda muy lejos irme a tomar el colectivo y acá nadie viene, ellos me prometieron que me iban a ayudar, vinieron una sola vez y no aparecieron más, ni siquiera para prestarme una movilidad para que lo haga ver a mi niño ,es muy feo lo que me está pasando, no se lo deseo a nadie”, dice Ana entre lágrimas.
Por último tenemos el testimonio de Dayana, en cuanto a daños edilicios, su caso es el más extremo, con paredes agrietadas y a punto de caerse.
“El día del terremoto nos encontrábamos todos prácticamente acostados, cuando empezó a temblar tuvimos que salir corriendo con los chicos, la casa empezó a crujir y sentíamos que se nos venía todo abajo, pasamos la noche afuera por miedo a que viniera una réplica fuerte y que directamente se nos cayera la casa, las paredes se abrieron, el techo crujió, hubo palos que se quebraron. Hasta el día de la fecha seguimos durmiendo afuera”
“En esta casa vivimos con mi madre, mi hermano menor, uno de mis hermanos mayores con sus cuatro hijos y su señora, mi hermana embarazada, su pareja y yo. Los del municipio vinieron, luego de la publicación que hice en Facebook, vinieron a ver porque los había escrachado, vino el Sr. Campaya y le prometió a mi mamá que le iba a ayudar a terminar de levantar la pieza de mi hermano, que ya está casi terminada. Pero no hemos recibido ninguna otra ayuda, solos nos dijeron que nos podían mandar palos y nylon para que tratáramos de reparar las paredes y el lunes comenzarían a terminar la pieza de mi hermano”, nos comentó Dayana.
Todos y cada uno de estos testimonios reflejan la decidía del municipio de San Martín. A estos relatos, se le suma la denuncia anónima de una vecina del departamento, que nos relata el mal manejo que se hace con la entrega de casas, por parte de la municipalidad.
“Acá en San Martin se hacen muchas viviendas, todos lo saben y los medios publican e informan, pero lo que denunciamos o queremos que se evidencie es que no se entregan de manera equitativa, las oportunidades no son igualitarias para todos los sanmartinianos, sólo se les entrega a la gente que trabaja con el intendente, las que andan con él en campaña política, o los que pueden estar todo el día metidos en el municipio”, “todos pedimos que se haga un sorteo, que si en verdad quiere cambiar las cosas y hacerlas más justas, que haga una relevamiento de la gente que en verdad lo necesita, y que de ese relevamiento se haga un sorteo interno, no es justo que las casas sean entregadas a dedo” , “uno no puede decir nada en contra, porque si decís algo no vas a obtener nada, eso no puede ser así, la vivienda propia es un derecho ,no puede ser que el pueblo tenga que estar debajo del pie de un gobierno para poder obtener algo”
“No me consta que el intendente amenace a la gente, pero si lo hace la gente que trabaja con él, te dicen que si estas en otra organización no podes ir al municipio a pedir nada, eso no puede ser así porque acá en San Martín hay muchas organizaciones que trabajan y ayudan a la gente, entonces no es justo”, “nadie quiere denunciar en San Martín por miedo a que no les den una casa o no les den una ayuda, ya no se puede seguir sosteniendo esa manera de trabajar, tiene que trabajar de manera justa y equitativa”, “tampoco pueden poner a la mujer como un ser humano que lo único que tiene que hacer es ir y tener hijos, la mujer hoy en día trabaja, hace otras cosas, y tener hijos le dificulta que pueda avanzar, entonces no es necesario que tenga diez hijos, no puede ser un requisito para tener una vivienda que tenga más de dos hijos, porque a lo mejor no tenés más hijos porque no tenés que comer”
“Cuando uno recorre las calles y ve las necesidades de la gente, gente sin agua potable, gente que toda su vida vivió en un rancho y que no fueron prioridad para la entrega de las 700 casas, te das cuenta de que este sistema no está funcionando. Las necesidades de la gente las tiene que conocer antes, no darse cuenta por un terremoto que hay gente sin agua potable, las cosas se deben prever, no tomar conocimiento cuando se tiene la soga al cuello”,concluyó la denunciante.