Comienzan las elecciones que definirán el control del Senado, crucial para Biden
Residentes del estado de Georgia votaban este martes para elegir a sus dos senadores en unos esperados comicios que definirán el control del Congreso y determinarán la capacidad del presidente electo, el demócrata Joe Biden, de avanzar su agenda legislativa progresista.
Los republicanos están unidos contra los planes de Biden en materia de salud pública, medioambiente y derechos civiles, aunque algunos temen que las críticas del presidente saliente, Donald Trump, al sistema electoral del país desalienten el voto en Georgia.
En un acto en la noche del lunes en Dalton, en el noroeste de Georgia, Trump insistió en denunciar fraude en las elecciones de noviembre, pese a que funcionarios republicanos, incluyendo a su exfiscal general y a la autoridad electoral de Georgia, lo han negado.
Los demócratas ya se aseguraron una mayoría, aunque apretada, en la Cámara de Representantes en los comicios del 3 de noviembre
«Nuestro país depende de ustedes. El mundo entero tiene los ojos en Georgia», dijo Trump, que, al mismo tiempo que volvió a denunciar fraude, pidió a los republicanos acudir en masa a las urnas para los balotajes de de este martes.
Los demócratas deben obtener las dos bancas en juego para tener mayoría en el Senado. De conseguirlo, cada fuerza quedaría con 50 escaños y la futura vicepresidenta Kamala Harris, como presidenta del Senado, tendría el poder de inclinar la balanza hacia el lado demócrata en la cámara, de mayoría republicana.
Los demócratas ya se aseguraron una mayoría, aunque apretada, en la Cámara de Representantes en los comicios del 3 de noviembre.
Pero aun ganando ambas bancas, la división del Senado no garantiza, ni mucho menos, que Biden consiga todo lo que quiere, dado que las reglas de la cámara hacen necesaria una «supermayoría» de 60 de las 100 bancas para aprobar la mayoría de las leyes.
Pero si los demócratas pierden alguna de las dos segundas vueltas de la jornada, le será muy difícil a Biden sacar adelante sus ambiciosos planes de expandir la cobertura médica estatal, mejorar el poder adquisitivo de la clase media, lidiar con la desigualdad racial y combatir el cambio climático.
Los republicanos llegan como favoritos. Sin embargo, los demócratas confían en la estrecha victoria de Biden allí el 3 de noviembre, la primera en Georgia desde 1992
Un Senado controlado por la oposición republicana también pondrá serios obstáculos para la ratificación de los nominados por Biden para ocupar puestos en el gabinete.
«Georgia, la nación entera te está mirando. El poder está literalmente en tus manos», dijo Biden, que asumirá el 20 de enero, en su propio acto anoche en Atlanta, la capital del conservador estado sureño, informó CNN.
Las elecciones en Georgia se hicieron necesarias porque ninguno de los candidatos obtuvo la necesaria mayoría en noviembre.
Uno de los candidatos es el demócrata Raphael Warnock, un pastor afroestadounidense de 51 años de infancia humilde que predica en la misma iglesia donde creció y predicó el asesinado líder de los derechos civiles Martin Luther King.
Warnock enfrenta a la senadora Kelly Loeffler, una exempresaria de 50 años que fue nombrada hace menos de un año por el gobernador de Georgia para completar el mandato del difunto senador republicano que ocupaba esa banca.
La otra elección enfrenta al exempresario republicano de 71 años David Perdue, cuyo mandato de senador expiró el domingo pasado, y al demócrata Jon Ossoff, un exasesor de congresistas y productor audiovisual de 33 años.
Los sondeos muestran a los candidatos empatados. Este estado sureño no elige a un demócrata para el Senado desde hace 20 años.
Los republicanos llegan como favoritos. Sin embargo, los demócratas confían en la estrecha victoria de Biden allí el 3 de noviembre, la primera en Georgia desde 1992.
En un país donde el sufragio no es obligatorio, el éxito de los demócrata seguramente dependerá de su capacidad de movilizar a su base de votantes: afroestadounidenses, jóvenes y hombres y mujeres con título universitario.
Los republicanos, por su parte, buscan atraer a su propia base de votantes blancos habitantes de zonas suburbanas o rurales. Más de 3 millones de residentes en Georgia ya votaron por anticipado. Las elecciones coinciden con persistentes y más que polémicos esfuerzos de Trump por revertir su derrota electoral en algunos estados.
En una conversación telefónica privada el domingo pasado filtrada a los medios, el mandatario saliente pidió al secretario de Estado de Georgia que «encontrar» las boletas necesarias para ganar los comicios celebrados allí el 3 de noviembre.
FUENTE: Télam