Una familia destrozada por el coronavirus: madre e hijo murieron con siete horas de diferencia
El coronavirus no perdona y es capaz de destrozar familias enteras en muy poco tiempo. Eso ocurrió en Inglaterra, donde una mujer y su hijo murieron con solamente siete horas de diferencia.
La triste historia de esta familia comenzó a fines de octubre, cuando Mark Wakefield, de 53 años, quien cuidaba a Dorothy, de 79, empezó a tener síntomas de Covid-19, como tos y pérdida de gusto y de olfato. En los días siguientes, los problemas se volvieron más graves y padeció dificultades para respirar. Por eso, solicitó atención médica y ambos, aunque la mujer no presentaba ningún signo del virus, fueron trasladados hasta el hospital de la Universidad Royal Stoke, de la zona de Stoke-on-Trent.
Allí fueron sometidos a los correspondientes exámenes y se comprobó que estaban contagiados. «Mi tío estaba siguiendo todas las pautas de distanciamiento social, estaba tomando precauciones. Por lo que sabemos, es posible que se haya infectado en el supermercado», contó Emily Murrell, sobrina y nieta de las víctimas.
Cada vez peor
Pese a la atención médica que recibían, el estado de madre e hijo se volvió cada vez más complicado. Dorothy padeció neumonía, aunque su cuadro parecía estar controlado. Sin embargo, Mark tuvo que ser ingresado a la unidad de cuidados intensivos donde le suministraron oxígeno, ya que no podía respirar por sus propios medios. Poco después, el hombre entró en coma. También su madre se complicó, por lo que la llevaron hasta una sala respiratoria.
Finalmente, ambas vidas se apagaron. Primero fue Dorothy, quien falleció a las 4 de la mañana. Su deceso fue un duro golpe para la familia, que recibió un nuevo mazazo siete horas después, cuando murió Mark.
«Mucha gente piensa que el Covid no es real o que simplemente te toma o que simplemente se te va y estás mejor», contó Murrell. «Cuando ellos fueron al hospital no pensaban que nunca iban a volver a casa. Mucha gente lo supera pero no siempre es así. Es tan peligroso», sostuvo y concluyó: «Nuestro único consuelo es que se fueron juntos, por lo que nunca estarán separados».
FUENTE: Crónica