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Robo y forcejeo en el centro capitalino

En horas de la mañana de este martes, aproximadamente a las 9:30, se produjo un hecho delictivo en inmediaciones de Libertador y Tucumán. Una mujer identificada como Verónica Morales sufrió la sustracción de su teléfono celular al bajar del colectivo.

Según fuentes policiales , el robo de este aparato tecnológico fue perpetuado por una persona de sexo masculino, mediante la modalidad de «punguista», sin ejercer actos de violencia y sin que la damnificada se de cuenta.

Una testigo del hecho, que habría presenciado el momento del robo, da aviso a la victima y ésta al percatarse de lo ocurrido sale en persecución del ladrón, forcejeando con él para recuperar el objeto robado.

Y es la misma testigo quien da aviso a la policía de lo ocurrido, por lo que se hace presente en el lugar un efectivo policial, quien logra aprehender al malviviente y mediante un palpado de urgencia logra sustraer del bolsillo de su pantalón un teléfono que la afectada reconoce como suyo.

Luego se da a aviso a las autoridades pertinentes, quienes se hacen presentes en el lugar para constatar lo ocurrido, elaborar el acta y llevar a las partes a la comisaria tercera para finalizar con el proceso

Según nos relata la testigo , los tres descendían del colectivo cuando se produjo el hecho.

«Veníamos en el colectivo, en la línea 8, yo me bajo en Mauri y detrás mío venia la señora y el individuo venia detrás de ella, la mujer estaba por bajarse cuando el sujeto se envuelve el brazo con una campera negra y con dos dedos le saca el teléfono de un bolsillo pequeño de la cartera, luego cruza hacia el boulevard , se guarda lo sustraído, dobla la campera y se la pone debajo del brazo. Yo le aviso a la señora, quien sale al encuentro del ladrón y lo intercepta en la puerta de Tarjeta Naranja y empieza a forcejear con él.

La damnificada nos manifiesta que, luego de forcejear con el individuo, consigue que éste le devuelva el celular aduciendo que él lo había levantado porque a ella se le había caído.

Ante ésta situación, la testigo del hecho, en un acto de buena voluntad, decide quedarse para atestiguar lo ocurrido ante las autoridades policiales y así lograr la detención del malviviente.