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La rumores sobre un llamado entre Alberto Fernández y Nicolás Maduro y el «marketing» de Patricia Bullrich

Tras la decisión del Gobierno de apoyar los informes elaborados por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, sobre la situación en Venezuela, comenzaron a surgir tensiones en el Gobierno de Alberto Fernández. La renuncia de la embajadora Alicia Castro y las críticas de sectores que defienden el gobierno venezolano, comenzaron a hacer crecer el rumor de que el presidente Alberto Fernández llamaría a Nicolás Maduro para explicarle la posición argentina.
El hombre que reveló el posible llamado considerado por el Gobierno como un secreto de Estado, fue nada menos que Luis D’elìa quien en forma potencial se preguntó en su tuit: “Probablemente mañana tengamos comunicación telefónica entre @NicolasMaduro y @alferdez”.

El dirigente piquetero posteriormente expresó sobre la posición que adoptó el gobierno de Alberto Fernández: «Creo que la política exterior argentina no debe ser instrumento de la de ninguna potencia.
Los que empujaron esta decisión en la ONU son personajes como Iván Duque; qué puede hablar de derechos humanos si asesinó a dirigentes sociales; Bolsonaro, Piñera. No se puede ser instrumento del imperialismo norteamericano, que pone como objetivo a Venezuela. Que terminemos colaborando con esto no me gusta. También lo pongo en el contexto del cierre del acuerdo de Alberto Fernández con China. Alberto también está apoyando a Correa en Ecuador y a Evo Morales en Bolivia.
Trato de equilibrar las cosas y les digo a los kirchneristas que no nos puede dividir la política internacional»
Y aunque desde el Gobierno le desmintieron a Perfil que esté en agenda dicho llamado, rápida de reflejos Patricia Bullrich entendió la jugada política y la aprovechó generando una declaración “marquetinera”: Presidente no llame a Maduro. La Argentina no puede en un mismo día condenar las atrocidades del régimen en las Naciones Unidas y a la tarde hablar con el dictador. Nuestro país no merece ser maltratado en el mundo.

Claramente la posición adoptada por el Gobierno en torno a situación que se vive en Venezuela con respecto a los derechos humanos le ha generado otro dolor de cabeza. Primero con las declaraciones del representante argentino ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Carlos Raimundi, quien en principió rechazo el informe Bachelet.
Y luego la renuncia de la embajadora Alicia Castro “Hoy quiero presentar mi renuncia como embajadora, porque no estoy de acuerdo con la actual política de Relaciones Exteriores. Declino el alto honor y los privilegios que deparan tan alto e importante cargo», expresó Castro, y agregó: «Constituye un dramático giro en nuestra política exterior y no difiere en absoluto de lo que hubiera votado el gobierno de (Mauricio) Macri», expresó en su carta de renuncia.

FUENTE

FUENTE: EL PERFIL