La primera linea, el ultimo escalafón
Precarizacion laboral y salarial a empleados municipales en un momento crucial en la provincia por el Covid-19
La pandemia por el coronavirus dejó en evidencia la precarización laboral, una problemática presente desde hace décadas en la provincia y el resto del país, la cual se agudiza en tiempos de Covid-19.
Pero no solamente los empleadores del sector privado tienen trabajadores en negro o en condiciones precarias, sino que cada vez más se ve a los municipios o al Estado provincial que contrata a gente de manera irregular: no registrándolos o registrándolos deficientemente, sin generarles condiciones óptimas de trabajo.
La crisis sanitaria golpeó fuertemente a la clase obrera de los municipios, quienes muchos están dependiendo de “contratos o pasantías” con sueldos muy bajos y en muchos casos sin condiciones favorables a la hora de cumplir con sus tareas y casi siempre bajo un ambiente complicado de amenazas sobre sus puestos de trabajos.
Uno de los casos que podemos tomar como ejemplo es el de los trabajadores del municipio del departamento de Rivadavia. Estos trabajadores se encargan de la recolección de basura, escombros o limpieza en general de las calles y plazas. Declarado como uno de los servicios esenciales en el marco de la pandemia por su función de limpieza y mantenimiento, lo realizan cobrando salarios muy bajos que se encuentran a alrededor de los 6 y 7 mil pesos, retribuciones inferiores al Salario Mínimo, Vital y Móvil y por debajo de la línea de la pobreza.
La irrupción del coronavirus cercó con más dureza a los trabajadores precarizados de este municipio. Porque sumado a los salarios bajos, en este contexto preocupante de pandemia, con la vuelta a la “fase 1” en todo el territorio sanjuanino, estos trabajadores no reciben las herramientas correspondientes, no solo para cuidar de su salud si no, la de todas la personas.
-Recolectores de basura del municipio de Rivadavia-
En la situación sanitaria por la que atravesamos es de suma importancia y responsabilidad que el gobierno municipal destine fondos y les provean de elementos de higiene y seguridad, además del cese de la precariedad laboral por la que atraviesan muchos y muchas trabajadores ya sean contratados, pasantes o plantas permanentes.
En el caso de este municipio, los empleados se encuentran realizando la limpieza de la calles, sin protección más especializada como lo son los mamelucos para evitar el contagio y la propagación del covid-19 y sin las condiciones de higiene y seguridad.
Esto expone la urgencia de debatir sobre la situación de muchos y muchas trabajadores de los municipios de la provincia y sus contextos sociales, laborales y económicos y la responsabilidad ante esto de los funcionarios públicos, que “no están al tanto” o toman estas medidas como ajuste contra los y las trabajadores.
Valeria Gomez