La inflación de julio permaneció apenas por encima del 2%
Ni desaceleración ni disparada exponencial. La inflación de julio fue similar a la de junio. Si bien en las primeras semanas del mes las consultoras observaron una cierta desinflación, finalmente el consenso marca que los precios estarán ligeramente por encima del 2%, en línea con el 2,2% que publicó el Indec en junio. Los aumentos pautados entre el Gobierno y las empresas para los Precios Máximos empujaron a los alimentos y bebidas a una fuerte suba. El relajamiento progresivo de la cuarentena irá marcando una aceleración progresiva en los próximos meses. Agosto ya tendrá un ritmo mayor.
El viernes el BCRA publicará el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) de julio, que mostrará las proyecciones de las consultoras de acá a fin de año. BAE Negocios consultó a aquellas que tienen mediciones de alta frecuencia, es decir que van mirando la dinámica de precios en el día a día. Seido cerró el mes con una suba observada de 2%; Ecolatina registró un incremento de 2,1%; Cerx uno de 2,2% y el CEPA uno idéntico de 2,2%. Por su parte, las mediciones de supermercados que realizan el CESO y Focus Market mostraron subas de 1,9% y de 2,1%, respectivamente.
Lo que subió con mayor fuerza en julio, y que traccionó a todo el resto, fue la categoría Alimentos y bebidas. La Secretaría de Comercio Interior avanzó con la suba en el programa de Precios Máximos, lo que terminó traccionando. De hecho, según el CEPA eso explicó 0,6 puntos de los 2,2% que aumentó en total su IPC durante el mes.
Así, para el centro de estudios dirigido por Hernán Letcher el incremento de los alimentos fue de 2,7% en el mes. Por su parte, Ecolatina observó un incremento de 2,3% en ese capítulo. En ese sentido, cabe destacar que para Ecolatina los alimentos treparon 20% en lo que va del año, mientras que la inflación total “solamente” 16%. De esa forma, la inflación de los deciles más bajos parece ser la más sensible. Desde Cerx informaron un número incluso más alto para los alimentos en julio, de 3,7%.
La directora de la consultora, Victoria Giarrizo, señaló: “Los aumentos de Precios Máximos contribuyeron a ese incremento. Hay mucho desabastecimiento en góndolas de los sectores cuyos precios seguimos. El problema es que, a los productos cuyos precios no suben o están muy controlados, directamente no los venden. Es cierto que el Indec tendrá mayores herramientas para medir eso”.
Letcher detalló: «Hubo aumentos de precios de medicamentos y hubo alza en los Precios Máximos, por eso hay suba en alimentos. Congelados estuvieron vivienda, agua y electricidad; transporte; comunicación; y educacion. Y prendas de vestir y equipamiento para el hogar, algo por debajo del mes pasado».
Desde Seido señalaron: “El crawling peg del dólar oficial fue de 2,7% en julio y eso mantiene a la inflación por encima del 2%, más allá de la depresión económica, los controles de precios y las tarifas frizadas. De hecho, en el mes las subas de los productos dolarizados fue de 3% y la de los no dolarizados, de 2%”.
Además, desde Seido afirmaron que agosto ya arrancó recargado. El director de la consultora, Matías Carugati, dijo a BAE Negocios: “Todavía no tenemos datos completos para la primera semana del mes, pero la inflación ya estaba arriba del 1% semanal. Mas o menos el doble que el registro completo de la semana anterior”. La consultora proyecta 2,8% para agosto.
Para Cerx la aceleración será relativamente menor y el mes podría terminar con un IPC de 2,5%. Desde Ecolatina esperan también un incremento muy fuerte, de 3,3%, explicado por la apertura progresiva de la cuarentena. Su economista jefe, Matías Rajnerman, señaló: “Todo va volviendo a la normalidad, por decirlo de alguna manera. Básicamente, cada vez reabren más negocios. Y negocio que reabre, lo hace con aumentos”.
Desde el CEPA no coinciden en que haya demasiado margen para aceleraciones desmedidas: “No vemos demasiada aceleración porque una buena parte del indicador, los regulados, van a estar congelados, no va a tener diferencias. Recreación y cultura debería estar planchado. Restaurantes y hoteles pueden tener algún aumento por el take away y delivery. Alimentos y bebidas puede ir para arriba, junto con prendas de vestir, que ya aumentó mucho en junio y ya no creo que pueda subir mucho más. Para alimentos y bebidas tenés los regulados, puede aumentar el resto pero no veo que se puedan disparar. En principio no habría problemas en materia de precio del dólar, tampoco. Yo no veo una disparada”.
Para Seido, en cambio, la continuidad del crawling peg y el arrastre estadístico de 1 punto de que dejó julio, explicarán la aceleración a 2,8%.
En ese sentido, el acuerdo con los acreedores de la deuda con ley extranjera debería moderar las expectativas inflacionarias, al aplacar la devaluación esperada. Giarrizo afirmó que las subas dependerán del ritmo en el que se vaya levantando la cuarentena y señaló que la consultora había arrancado con una proyección de IPC de 42% en el 2020 y que ya la achicó a una de 36,1%. Esa dinámica de corrección a la baja es similar a la que mostró el REM en los últimos meses. De corroborarse la proyección de Cerx, significaría una desaceleración de casi 18 puntos respecto al 2019.
Además, la proyección de la consultora está 4 puntos por debajo de lo que marcó el último REM (el del viernes podría marcar una nueva baja, habrá que esperarlo). Pero coincide con el informe del BCRA en una expectativa de que en el último trimestre la inflación terminará trepando cómodamente por encima del 3% mensual.
Giarrizo señaló: “Por ahora la inflación esta controlada. Creo que hasta que se levante la cuarentena no van a haber saltos”. Y mostró que espera que la relativa calma encuentre algo de movimiento a partir de fines de agosto y principios de septiembre.
FUENTE: BAE NEGOCIOS