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En la pandemia: ¿qué pasa con las caleras en San Juan?

Pese a la situación epidemiológica que se está viviendo en la Provincia de San Juan y la vuelta a la fase 1, medida que es necesaria desde ya, algunas actividades siguen funcionando. Esta situación de privilegio es bastante cuestionada, sobre todo por las dificultades que conlleva para los trabajadores independientes y demás sectores, que obligadamente deben parar. Así, la ¡minería no para!, y la ¡producción continúa! , aunque tampoco es esencial para el funcionamiento de la sociedad, cabe aclarar que continúa con “personal mínimo” y con la exigencia de presentar nuevos protocolos. Pero no se dan a conocer, claramente, cuales son los justificativos de estas medidas excepcionales.

En el caso de la minería de la cal, sí podemos hablar de una excepción, porque su producción es necesaria y esencial para potabilizar el agua de varias provincias. Pero en esta cuarentena, su producción para la construcción y para que tengan continuidad otros proyectos mineros, no es esencial. Si se puede decir que es una «necesidad», por ser considerada un insumo estratégico en la minería de metales, sobre todo, en procesos de extracción de cobre, oro y plata, principalmente en los procesos de flotación, donde actúa como un regulador de pH. Aunque como ya dijimos, este tipo de actividades mineras, no son esenciales en este momento.

Las empresas mineras constituyen el principal cliente de este producto mineral, ya que, entre otros beneficios, la cal permite la obtención de concentrados de cobre más limpios, con mayor ley de cobre, regula la generación de gases cianurados y evita la pérdida de cianuro en la recuperación de oro y plata.

Pero, ahora bien, volvemos con la pregunta inicial, ¿Qué pasa con las Caleras en San Juan?, ¿Qué pasa con este material tan preciado y estratégico?, pero sobre todo ¿Qué pasa con el negocio de su producción?

Puede decirse que el Departamento de Sarmiento tiene su sustento económico con base en la agricultura y la minería. Si bien al Este del departamento se desarrollan distintas plantaciones (melones, sandias, vid, olivos), al oeste prima un paisaje montañoso con importantes explotaciones mineras no metalíferas, y es allí donde se desarrolla una de las industrias más importantes de la provincia, la explotación de la piedra caliza (de alta calidad), para abastecer la demanda de la industria provincial e, incluso, para exportar al país vecino de Chile.

Esto hace que nos planteemos otro interrogante, ¿Qué sucede, por qué toda esta riqueza de recursos naturales y toda esta producción, no se ve reflejada en el Pueblo que la genera? La localidad de los Berros es sinónimo de minería en el sur de la provincia, pero es un pueblo con muchas carencias y necesidades, la mayoría de sus pobladores están bajo la línea de pobreza y no cuentan con un trabajo estable, situación que se acentúa en esta pandemia, pese a que no ha parado la producción minera.

¿POR QUÉ SE PRODUCE CADA VEZ MÁS Y HAY CADA VEZ MÁS POBREZA?

La clara respuesta a este interrogante es el capitalismo concentrado, en éste las fuerzas vivas pasan a ser las grandes corporaciones y si el pueblo se inmoviliza y no protesta reclamando por sus derechos, ocurre lo que pasa siempre, queda al margen de los negociados de sus gobernantes, los lugareños siempre acotan: no hay negocio en la provincia, en la que no estén metidos los gobiernos.

NEGOCIADOS DE LOS GOBIERNOS

Desde hace un Tiempo venimos observando como “CEFAS”, un consorcio mexicano, se va apoderando de casi todas las caleras de San Juan, para ser más precisos de las casi 4 mil toneladas diarias de cal que produce San Juan, 3 mil las genera esta compañía.

Y es que la poderosa “CEFAS”, ya es dueña de ‘Minera TEA’, ‘Calera La Nueva Esperanza’, ‘El Volcán’ y otras más chicas en Los Berros. De esta forma, ya maneja el 75% de la producción de cal de San Juan.

Una sola empresa mexicana ayudada por las negociaciones del gobierno, se está adueñando de todas las mineras de la zona. ¿Pero cuáles son los negociados del gobierno?

Las empresas caleras tienen el permiso de ocupar el gas natural y no permiten que llegue al pueblo, son cuatro caleras que usan el gas en hornos Maerz, lo que genera mucho consumo y no están dispuestos a compartir el recurso con el uso residencial, sobre todo en los meses de invierno, cuando el consumo domiciliario es mayor. Esta histórica pelea, es el fundamento del gobierno para permitir que los mexicanos compren las empresas de la zona oeste, con la excusa de llevar el gas a la Villa cabecera de Sarmiento “Mediagua”.

La mexicana “CEFAS”, ya ha comprado casi todas las empresas caleras de los Berros que tienen el permiso para usar el gas natural y ya se han realizado inversiones millonarias en cañerías de gas y cloacas.

Fuentes empresarias aseguran que en los planes de “CEFAS” está ‘FGH’-Tradicional calera en manos de capitales de San Juan-, pero ellos no quieren vender, porque son conscientes de que con la venta le dan el poder a los mexicanos de hacer lo que quieran. Pero esta negativa está pendiendo de un hilo, ya que a la empresa se le ha roto un horno y para poder arreglarlo deben parar tres meses la producción, sin contar el monto que cuesta el arreglo, valuado en varios millones de dólares, monto que es probable no posean y deban ceder a la venta.

¿Pero que hay atrás de todo este negociado?, ¿Realmente El atractivo de comprar las caleras de San Juan es el mercado chileno? ¿La predisposición para negociar con los mexicanos, son los intereses del pueblo?

Todos estos interrogantes, hacen que nos planteemos, qué hay detrás de todo esto. Fuentes confiables y conocedoras del lugar nos arrojan una luz para esclarecer estos cuestionamientos; al parecer, un funcionario de gobierno quiere abrir una Estación de Servicio en los terrenos donde hoy funciona la báscula municipal, ya que la actual estación de servicio va a quedar aislada de las rutas principales cuando la ruta 40 se trasforme en autopista, desde Tres Esquinas hasta la vecina provincia de Mendoza. Es en este hecho donde radicaría el negociado del funcionario, y para ello necesita el aval de las empresas caleras autorizadas para el uso de gas Natural.

Pero hay otro negocio más grande en el que participan varios funcionarios del gobierno, es el negocio del canabis, para lo que necesitan poseer el monopolio del gas. Este es un negocio muy apetecido por conspicuos funcionarios en el marco de los actuales gobiernos.

EL APOYO DEL GOBIERNO A LAS EMPRESA MINERAS

Una de las mayores preocupaciones que arrastran los pequeños caleros es el tema del combustible, es por ello que el Gobierno Provincial les otorgó un subsidio, a través del Ministerio de Minería, para la compra de carbón para la reactivación de los hornos.

Una de las empresas beneficiadas con este subsidio, es la Cooperativa Minera Los Berros, se dice que está presidida por el hermano del intendente, Daniel Martin, y nuclea a 11 empresarios medianos de esa localidad sarmientina que han decidido agruparse para incrementar su producción y ganar nuevos mercados.

La otra empresa beneficiada es la primera cooperativa, llamada Cooperativa de Productores Mineros (Coprocami), integrada por pequeños productores que hacen una elaboración artesanal de la cal en pequeños hornos criollos. La entidad tiene unos 30 asociados, todos de Los Berros, y con el subsidio para compra del carbón, pudo reactivar hornos y despachar el primer camión con cal, hacia Córdoba.

Pero sin duda la Empresa más ayudada es Caleras San Juan, a quien el gobierno impulso con una inversión millonaria, para la construcción de un Maerz de última generación, con la promesa de generar 200 puestos de trabajo, cuando en realidad solo ocupa 12 personas, cuatro personas por turno.

¿QUÉ PASA CON LAS REGALÍAS MINERA?

El uso de la plata que proviene de la minería a gran escala, genera polémica desde hace años en San Juan. La Ley de Regalías (7281) sancionada en el año 2002, establece que las compañías que exploten los yacimientos metalíferos le tienen que pagar al Estado un porcentaje del metal que venden y que ese dinero se dividirá de la siguiente manera: 12% para la Policía Minera, 55% a rentas generales de la provincia y un 33% para el municipio donde esté enclavado el emprendimiento. El punto de conflicto está en los municipios. La misma ley dice que las comunas deben utilizar el dinero en obras de infraestructura, pero la realidad indica otra cosa, las regalías no se ven reflejadas en el pueblo. “Las empresas y los gobernantes son cada vez más ricos, mientras que los pueblos son cada vez más pobres”.

Esta situación, no nos deja otra alternativa que volver a replantearnos la pregunta inicial, ¿Qué pasa con las caleras en San Juan?, y sobre todo ¿Qué pasa con los negociados del gobierno?