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Ya es un hecho, las clases presenciales vuelven la primera semana de agosto.

Las 24 jurisdicciones del país aprobaron este jueves los protocolos para la vuelta a las clases presenciales con un sistema «bimodal» que alternará la enseñanza presencial y a distancia y dos nuevos modelos de aula que plantearán la división de alumnos por grupos o el «aula burbuja» lo cual quiebra el formato tradicional vigente desde principios del siglo pasado.

La aprobación de estos protocolos se realizó en forma unánime en el marco de la 97 Asamblea del Consejo Federal de Educación (CFE) y consisten en una serie de pautas que todas las provincias deberán seguir para abrir sus escuelas siguiendo criterios epidemiológicos y en orden a la disminución de los contagios del coronavirus.

El ministro de Educación Nicolás Trotta, que presidió la reunión, afirmó que «la realidad de la circulación del Covid-19 en el país es muy diversa, por eso sostenemos la importancia de la construcción de consensos ayudando a contener y derribar los lógicos temores que pueden tener nuestras familias, docentes y estudiantes”.

El ministro destacó, además que luego de priorizarse cuestiones vinculadas a la seguridad e higiene de los colegios y de cada uno de los actores educativos se avanzó en la capacitación de docentes y no docentes y en la preparación de los estudiantes y sus familias para esta «nueva normalidad de las aulas».

Las clases en la modalidad virtual y en la presencial seguirán vigentes en forma simultánea y serán las autoridades educativas de cada provincia y de cada escuela los que determinarán el aprendizaje de contenidos a distancia y la incorporación paulatina de grados en función de la evolución epidemiológica de la pandemia.

Además se propone «dar prioridad al ingreso de aquellos alumnos que estén en el último año de la escuela secundaria y del nivel primario».

A su vez se establece que cada provincia determine un nuevo modelo de aula a fin de garantizar el espacio físico de 1,5 metros de distancia entre los alumnos y el docente.

En este sentido cada escuela podrá optar por dividir a los alumnos de cada grado o año por grupos, alternando la presencialidad con la enseñanza virtual, o disponer de una «aula burbuja» en la cual el docente se sitúe en el centro y los alumnos agrupados hacia los costados o en su defecto en zig-zag con el escritorio del docente en uno de los extremos.

Esta nueva forma de disposición de los alumnos en las aulas rompe el formato tradicional de los pupitres colocados en fila que imperaba en la escuela desde principios del siglo pasado.

En cuanto a los ingresos, los mismos serán escalonados según el criterio de cada director y en función del transporte.

Respecto a este punto, cada escuela deberá organizar el ingreso de los alumnos por fuera de los horarios pico del transporte, por lo que la jornada escolar será reducida, al tiempo que se evitará que en el transporte se crucen alumnos de primario y del secundario.

Asimismo, una vez autorizado el transporte interurbano, «se deberán ofrecer alternativas a los y las docentes que lo deban utilizar, incluyendo la posibilidad de priorizar sus tareas en forma remota».

También se definió una reorganización de los saberes a transmitir en lo que queda del ciclo lectivo y, en este sentido, se priorizará la enseñanza de los Núcleos de Aprendizaje Prioritario (NAP) en el período 2020 y 2021, al tiempo que designará a un docente tutor para aquellas familias que sientan temor de enviar a sus hijos a la escuela o cuyos alumnos deben intensificar su aprendizaje.

Las provincias también establecieron las principales pautas para sostener la matrícula una vez abiertas las escuelas y, en este aspecto, abrieron la posibilidad de que cada jurisdicción implemente «Escuelas de Verano» , habilitar edificios complementarios para uso educativo y llevar un registro de aquellas organizaciones de la sociedad civil que quieran ceder sus espacios.

Otra importante resolución adoptada por los ministros en el marco del CFE fue la de mantener los días de clases y el receso invernal y de verano previsto en el calendario escolar vigente.

Aunque en este sentido, se apuntó a que «sólo de ser necesario se extenderán los ciclos lectivos en los grados o años que lo requieran».

También se dispuso que estarán exentos de asistir a la escuela las personas mayores de 60 años «excepto que sean considerados personal esencial para el adecuado funcionamiento del establecimiento”, así como también las embarazadas, personas con enfermedades respiratorias crónicas, cardiovasculares y otros trastornos respiratorios.

Para que cada escuela abra sus puertas deberá haber acondicionado previamente una sala en la cual aislar a aquella persona que presente síntomas compatibles por Covid-19, mientras que deberán adecuarse los mecanismos para conectarse con los sistemas de salud.

Además, cada jurisdicción podrá construir reglamentaciones propias complementarias. Para ello, las provincias deberán presentar un Plan Jurisdiccional de retorno a clases presenciales ante el Ministerio de Educación de la Nación.

El mismo deberá contemplar en su organización y alcances, lo establecido en el documento acordado y tener la aprobación de las máximas autoridades educativas y sanitarias de cada jurisdicción.

SAN JUAN

Acá en San Juan, el Ministro Félipe De los Ríos, anuncio que entre el 6 y 7 de agosto, volverán las clases presenciales en San Juan.

Las clases comenzarán con los alumnos de los últimos años de las escuelas primarias y secundarias y habrá entre 15 a 20 estudiantes por aula.

«Volveremos a la presencialidad con un escalonamiento de forma sincrónica y asincrónica. Esto significa que comenzarán primero los alumnos de los últimos años de Primaria y Secundaria, excepto por ahora el Nivel Inicial y Educación Especial, y gradualmente iremos sumado secciones con el paso de las semanas. Además, que sea sincrónico o asincrónico implica que los estudiantes se distribuirán entre 15 y 20 por aula, alternando una semana presencial y otra virtual», explicó De los Ríos.

Los niños de nivel inicial no comenzaran, porque se debe definir como aplicar el protocolo, por ejemplo el distanciamiento social.

Desde el próximo lunes por la tarde, las autoridades de Educación se reunirán con los gremios docentes para avanzar en los detalles del protocolo , mientras que durante el receso de invierno los funcionarios del Ministerio avanzarán en el andamiaje previo a la capacitación que deberán recibir los docentes. Así, la última semana de julio capacitarán a supervisores y los primeros días de agosto harán lo propio con directivos y no docentes, para que en la primer semana de agosto se abran las escuelas para los alumnos. «La intención es comenzar las clases uno o dos días antes de que finalice la primera semana de agosto», destacó el ministro.

No se descarta modificar los horarios de ingreso y salida de Primaria y Secundaria, para evitar picos en el transporte público; lo que no implica que habrá partición de turnos (ya está absolutamente descartado que un grupo de alumnos tenga clases más temprano que otro en Mañana o Tarde).

«Si la situación sanitaria de la provincia se mantiene como hasta ahora y no hay virus circulante, gradualmente iremos sumando alumnos a la presencialidad, para alcanzar a la totalidad entre agosto y noviembre», apuntó De los Ríos, aunque en ese aspecto se mostró más que prudente para especificar cuáles serán los grados o años que irán recuperando la presencialidad después de aquellos que están terminando la Primaria y Secundaria y que son los que tienen prioridad.

«Sabemos de la expectativa de los papás y los docentes por el regreso a clases y sabemos también que hay cierto temor, que es aceptable y entendible. Por eso, la política pública debe hacer todo lo posible para garantizar que eso vaya menguando a medida que transitemos la presencialidad», dijo De los Ríos.