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El ACUERDO DE LOS DE ARRIBA O EL ACUERDO DE LOS SANJUANINOS

El gobierno de San Juan está realizando reuniones de distintos sectores de la comunidad para confeccionar algo que llaman, Acuerdo San Juan post pandemia.

En el lanzamiento participaron diversos sectores de la sociedad sanjuanina que se dividieron en 16 comisiones, pero no dejó ver cuál es la propuesta del gobierno a que tipo de acuerdo llama. Careció de un contenido explícito y por eso hasta el momento, el acuerdo San Juan, parece un gran acto escolar antiguo: con muchas glosas pomposas, un protocolo cuidado y asistentes que siguen el guion y no pueden elegir estar en otro lado.

Hay muchas hipótesis sobre la motivación para el acuerdo. Pero en el fondo hay una seguridad en un acuerdo donde no está en discusión el “Modelo Sanjuanino”, sino que es más bien un llamado a reforzarlo utilizando herramientas del marketing político. Y para que se entienda, el Modelo Sanjuanino del que habla Sergio Uñac, es la versión del modelo agro exportador minero y turístico que creó José Luis Gioja, pero sin los Gioja. Es un proyecto de provincia que siempre se propuso como objetivo hacer atractivos los recursos locales para las inversiones extranjeras, con miras a la exportación. Ese modelo, al que se puede llamar lisa y llanamente extractivismo o saqueo, necesita de un estado “eficiente” que no intervenga en la actividad privada más que para ayudarla. Tuvo su auge en momentos donde los capitales invertían en materias primas, como por ejemplo el oro, y luego decayó con la crisis económica internacional, pero nunca dejó más que sueldos y escasos impuestos en la provincia, y dividendos para algunas empresas locales.

El 1 de julio se realizó la primera ronda de reuniones de algunas comisiones de trabajo para el Acuerdo. El sector económico, representado por las grandes cámaras de la provincia, tomo la palabra y pidió pagar menos tasas municipales, menos impuestos provinciales, y que se ponga en marcha nuevos proyectos mineros. Pero eso sí, no dejaron de pedir que el estado mejore los servicios y gaste más en obra pública. En pocas palabras, quieren que siga el modelo que ya conocemos desde el 2003.  Por lo tanto, no es desmedido afirmar que el Acuerdo San Juan, que impulsa Sergio Uñac, nace con un espíritu conservador y mezquino. Conservador porque no pone en discusión la situación real de la provincia, el país y el mundo, el rol del estado en ella. Situación, que más allá del Covid-19, es consecuencia de un modelo económico liberal. Y mezquino porque parte de sumar buenas voluntades, pide salir unidos en la pandemia, porque en realidad lo que viene es un ajuste de los gastos provinciales. También podría leerse este acuerdo como una nueva alianza donde el uñaquismo ha tendido lazos al sector del basualdismo y del pro local, pero solo son especulaciones que el tiempo mostrará reales o falsas.

Una certeza es que el marketing político es la guía principal del gobierno provincial. Un ejemplo claro y sencillo son los números. Nuevamente nos enteramos por las tapas de medios locales que San Juan tiene el 3% de desocupación. Y cualquier persona sensata se preguntaría ¿Cómo, si en marzo se inscribieron 140 mil sanjuaninos para cobrar IFE?. Al final lo cobraron 90 mil, pero si tenemos en cuenta que la población económicamente activa de San Juan son 240 mil personas la cuenta es fácil: los problemas ocupacionales rondan el 37,5%. Y justamente en el tema del IFE surge otro costado negativo de la propaganda permanente del gobierno de San Juan: “Pasamos a la 5ta fase”, “92% de las actividades de la provincia están funcionando” y “el cuarto mejor estatus sanitario”, entre otras. Entre paréntesis, y para ser justos, hay que decir que la gestión sanitaria sí es buena, pero claro “lo tomaron del pico” a Uñac los funcionarios nacionales y a una provincia que tiene números tan asombrosos, por qué le van a dar la tercera cuota del IFE. De esa manera, en julio a San Juan no van a ingresar 1000 millones de pesos para los trabajadores independientes, fondos que van directamente al comercio a través del consumo de alimentos y servicios. Sergio no puede ni chillar un poco. Porque además es el primer gobernador que se anota para figurar en los acuerdos nacionales a cambio de muy poco.

La provincia firmo el flamante plan nacional de habitar Argentina Construye, un “Plan federal de obras, vivienda e infraestructura de emergencia”, que anunció 5000 casas nuevas para ¡Todo el país! Es menos de lo que se puede construir con el FONAVI. A la provincia le tocarían 150 módulos de emergencia. Volviendo al Acuerdo, que está funcionando con la adhesión formal de la mayoría de las instituciones que tienen vínculos con el gobierno provincial, sigue vigente el planteo que hizo Alberto Agüero, dirigente del PTP, en la semana previa al lanzamiento: “un acuerdo sincero se tiene que hace sobre la base de un diagnóstico”. Ese elemento todavía no aparece claramente expuesto por la propaganda oficial, pero el licenciado Emilio Furlán, en una charla del CIEEsj, mostró que los números de la provincia están muy comprometidos por la caída de la recaudación de impuestos coparticipables.

Hay una crisis, real y que no se agota con la resolución del problema sanitario. Salir de esa crisis necesita de un gran acuerdo, pero no formal o por arriba sino de un acuerdo con la gente. Porque un análisis sincero de la pandemia debe partir de que el protagonismo del pueblo argentino y el rol del estado, son los dos factores que garantizan, hasta ahora, la contención de la crisis sanitaria. Los que menos aportaron y los que más ganaron son los sectores concentrados, como la mega minería, los agro-negocios, las cadenas de alimentos y las finanzas privadas. No obstante, la prioridad de Sergio Uñac es al revés, llama a un acuerdo donde lo principal es beneficiar la actividad mega privada” y encasilla a la economía social en un sector de contención y asistencialismo.  Los problemas presupuestarios serios que tiene el estado provincial, no se pueden tapar con acuerdos por arriba. Tarde o temprano va a colisionar con las necesidades de la gente, y se van a resolver de manera muy concreta: se le pide esfuerzos a los que se enriquecieron durante el macrismo y la pandemia, o se ajusta a los trabajadores estatales y los fondos en salud y educación, etc. En este sentido tiene justeza el pedido de un impuesto a las grandes riquezas para pagar la pandemia.

La provincia necesita un nuevo proyecto productivo, donde el estado participe de las ganancias de las actividades económicas que ayuda a funcionar. La expropiación de Vicentín sería una buena posibilidad para el estado de hacerse de una herramienta para garantizar precios justos para los productores sanjuaninos y obtener ganancias de la exportación. Pero estas medidas están lejos de la discusión que hasta ahora se propone en el acuerdo de Uñac, por lo que sigue siendo indispensable buscar el protagonismo del pueblo que enfrento la emergencia, para lograr un acuerdo de la gente, con miras a un nuevo proyecto de provincia.

El día jueves 18 de Junio el gobierno de la provincia lanzó el “Acuerdo San Juan”, una convocatoria a distintos sectores de la sociedad sanjuanina para discutir el futuro de la provincia pos pandemia. Se realizaron 16 mesas en simultáneo que reunían a referentes de distintos temas: educación, trabajo, sector financiero, organizaciones sociales, partidos político (a través de sus diputados) etc., que serán las encargadas de debatir y generar propuestas. El gobernador abrió el acto con un discurso de aproximadamente 10 minutos y luego, después de una ronda de presentación en los grupos, tuvo intervención un referente de cada una de las 16 mesas de trabajo.

Lo primero que podemos decir, en un análisis rápido, es que luego del mal manejo del 4º caso de COVID 19 que hubo en la provincia, que llevó a que el gobierno se enfrentara con los médicos en medio de la pandemia, y generara un gran rechazo en la sociedad sobre como había manejado el gobernador este caso, (inclusos se pedía la renuncia de la ministra de salud), el gobierno ha buscado recuperar la iniciativa. Y lo hace con una actividad con mucha propaganda donde convoca a discutir a muchos sectores.

Segundo, que no hubo ningún tipo de diagnóstico de cómo están, por ejemplo, las finanzas publicas, ya que en su discurso el gobernador dijo que todos los indicadores van a empeorar, pero por lo pronto no se mostraron, por lo tanto no sabemos cuál es el punto de partida, ni cuál era la situación anterior a la pandemia. Por lo que se pudo observar en la primera reunión y por comentarios posteriores con participantes, el acuerdo busca en primera instancia ganar 60 días de relativa paz social en los meses más complicados de la pandemia. Hay mucha preocupación en los distintos sectores del sindicalismo porque la palabra acuerdo suena a ajuste y el discurso del gobernador con frases como la desocupación va a aumentar, la economía va a caer, tenemos que hacer un esfuerzo entre todos, refuerzan estas preocupaciones. Cabe recordar que los trabajadores estatales de la provincia no cobraron los aumentos comprometidos en paritarias este año, y por el tono del acuerdo es probable que la convocatoria a esos sectores sea para garantizar ese no aumento.

Por otro lado, hay que decir que solo se convocó a los partidos que hoy tienen representación parlamentaria que son 4, dejando afuera a muchos partidos con gran despliegue, historia e ideas para generar un programa para salir de la crisis. Sólo los partidos vinculados a las clases dominantes de nuestra provincia estuvieron convocados al acuerdo.

Otro punto que nos toca poner en cuestionamiento es la forma en la que se va a trabajar. Se va a poner a discutir a cada sector su tema, sin posibilidad de que sea transversal y luego se pretende hacer un copie y pegue en un documento en el que todos deberíamos estar de acuerdo. Luego se sacarán conclusiones con representantes elegidos a dedo por el gobierno de la provincia como fue en la presentación. Esta metodología dificulta discutir la esencia de un programa de gobierno para superar la pandemia. Llama la atención, también, que el gobernador Uñac en ningún momento hizo mención del gobierno nacional, ni del presidente Alberto Fernández. Todos los logros del estatus sanitario de San Juan parecen ser obra y gracia del gobierno de la provincia, siendo que todos los sectores reconocemos que la medida de aislamiento fue justa y fue impulsada e impuesta por el gobierno nacional. Ninguna mención al gobierno nacional, quizás para no quedar mal frente a las cámaras de empresarios y los banqueros en una semana donde decir Alberto Fernández, es decir expropiación de Vicentin. Es evidente que, el gobierno provincial busca mostrar una provincia unida detrás de su programa, cabe preguntarnos, se esperan cambios en la matriz productiva ya que en varias intervenciones se hizo referencia a ello.

Las cámaras empresarias (Cámara Minera, UISJ, Cámara de la Construcción, Cámara de Comercio Exterior) han sido claras en notas brindadas a los medios de comunicación posterior al encuentro, advierten que han elaborado un documento en el que solicitan reducir la presión impositiva nacional y provincial (habrá que ver que pasa con las cargas laborales) y que las políticas de estado se adopten sobre la base de la “ responsabilidad fiscal. buscando el equilibrio y la razonabilidad fiscal, la moderación y eficiencia del gasto público, buscando mayor productividad y utilidad de la inversión en obras de insfraestructura. El discurso de la responsabilidad fiscal fue muy utilizado durante los cuatro años del gobierno de Macri para impulsar los ajustes que realizó sobre la educación, la salud, las jubilaciones, etc.

Desde el lugar que les toca participar a nuestros compañeros lo aprovechamos para plantear todo tipo de debates en relación a los trabajadores, las mujeres, los desocupados y los intereses del pueblo, todos los temas son planteados por nuestros compañeros y luego difundidos para que la gente se entere sobre nuestras posiciones y hacia donde creemos que debería ser la salida postpandemia.

Se habló mucho de solidaridad, pero como marcamos los que participamos la solidaridad se ha dado entre iguales, solo las organizaciones del pueblo han levantado ollas contra el hambre o han repartido abrigos y barbijos a quienes lo necesitaran, después otros sectores, los más poderosos, solo han generado despidos, rebajas salariales y buscan salir bien parados de la crisis, nuestra posición es que sean esos sectores los que hagan el gran esfuerzo para salir de esta crisis y es lo que vamos a discutir en este acuerdo San Juan.