El Gobierno recibió dos contraofertas y analiza extender los acuerdos de confidencialidad hasta el viernes
En su recta final, las negociaciones con entre los acreedores y el Gobierno para la reestructuración de USD66.248 millones de deuda externa avanzan pero la pulseada no se detiene. Tras la mejora de la oferta oficial, el ministro de Economía, Martín Guzmán, recibió este fin de semana dos contrapropuestas de parte de los bonistas en las que pretenden cobrar entre USD54 y USD55 de valor presente neto por cada lámina de USD100, unos USD2 y USD3 por encima del ofrecimiento del Ejecutivo.
Hoy caducan los acuerdos de confidencialidad (NDA por su sigla en inglés) pero, al no haber aún consenso con los acreedores, fuentes oficiales le dijeron a BAE Negocios que el Gobierno analiza por estas horas extender su vigencia hasta el viernes, cuando cierra el actual período de invitación al canje de deuda que será prorrogado por quinta vez. Para los funcionarios, todavía hay una distancia importante entre las posiciones de ambas partes.
El objetivo es intentar alcanzar un consenso antes de ese día para enviar, entonces, la enmienda final a la oferta que hoy está vigente en la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC), la misma que presentó a fines de abril, y formalizarla a través de un decreto presidencial en el Boletín Oficial. En el Ejecutivo consideran que es clave la adhesión de los grandes fondos de Wall Street para arrastrar consigo a los bonistas sueltos, que poseen más de la mitad del stock de pasivos a reestructurar.
Si bien hubo un acercamiento importante con el incremento de los pagos ofrecidos por el Gobierno bajo el paraguas del Fondo Monetario Internacional, en los últimos días la negociación se endureció. Es que, como era de esperarse en el marco de un poker multimillonario en el que se define buena parte del futuro económico del país, los acreedores afirmaron sus pretensiones en busca de que el Gobierno vuelva a ceder.
Como contó este diario, la última oferta oficial plantea una quita de capital casi nula, una reducción del período de gracia y el reconocimiento de los intereses devengados. Así, se acerca a los USD50 el límite planteado por el FMI de acuerdo a su análisis de sustentabilidad. Pero también incorpora un instrumento de recuperación de valor con un cupón atado al promedio móvil de las exportaciones agropecuarias de los últimos cinco años, que agregaba unos USD3 más sin comprometer la posibilidad de un acuerdo sostenible, desde el punto de vista de Economía.
Las contrafertas piden más e incluyen algunas condiciones que el Gobierno no está dispuesto a aceptar. Una de ellas, revelada por la agencia Bloomberg en la noche del lunes, es una nueva contrapropuesta conjunta de los grupos Ad Hoc, que capitanea Blackrock e integran Ashmore, Fidelity y otros grandes fondos, y Exchange, que dice concentrar el 16% necesario para tener poder de bloqueo en los bonos surgidos del canje de 2005 y es representado por Dennis Hranitzky, exabogado del buitre Paul Singer.
Esta contraoferta incluye el pago de cupones desde 2021, la conservación del prospecto jurídico más beneficioso para los tenedores de títulos Discount y Par (los del canje 2005), la eliminación de la quita de capital y, en ligar del intrumento atado a las egroexportaciones, un cupón PBI garantizado por la revisión periódica de las estadísticas y cuentas públicas por parte del FMI en el marco del artículo 4 del convenio constitutivo del organismo.
El resultado es un valor de recupero de entre USD54 y USD56 promedio, que excede lo que está dispuesto a acordar el presidente Alberto Fernández.
La otra contraoferta es del Comité de Acreedores de Argentina, según pudo confirmar este diario. Este grupo es liderado por Hans Humes, CEO de Greylock, en alianza con los fondos Fintech, del empresario mexicano David Martínez de buena llegada a Fernández, y Gramercy.
Con un valor similar al que piden los otros grupos, la misma buscaría un período de gracia de solo un año para el pago de intereses, el pago de los intereses corridos, pero admitiría tanto un endulzante vía cupón PBI como atado a las exportaciones. Es decir que en ese último punto se acercaría más al ofrecimiento de Guzmán.
Con todo, en Economía aseguran que la distancia entre las pretensiones de los bonistas y el marco de sostenibilidad oficial es todavía considerable y por eso continuarán las negociaciones.
Así, pese a la brecha aún existente, el mercado valora el acercamiento y lee en la disposición a continuar con las conversaciones confidenciales una buena señal. Así, este martes los bonos en dólares cotizan en alza y el riesgo país baja 2% y se acerca a los 2.500 puntos básicos.
FUENTE: BAE NEGOCIOS