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Cómo es el plan de los bonistas más poderosos para acordar con Alberto Fernandez y evitar el default de Argentina

Un importante ejecutivo del fondo de inversión BlackRock mantuvo ayer una larga conversación con un influyente funcionario del Departamento del Tesoro para proponer una diagonal política que permita abrir una instancia de negociación con Alberto Fernández.

Los bonistas bajo legislación extranjera han chocado con la intransigencia del Presidente y su ministro de Economía, Martín Guzmán, y creen que a través de la administración de Donald Trump pueden lograr que Alberto Fernández escuche sus reclamos destinados a relajar la agresiva oferta que hizo para achicar la deuda externa de la Argentina.

El pedido de BlackRock al Departamento del Tesoro -protagonizado por un poderoso representante bilingüe- implica reconocer el fracaso de una estrategia corporativa que se basó en diluir al ministro de Economía como protagonista de la negociación y en buscar un back channel con Olivos para explicar al Presidente que los bonistas no son “feos, sucios y malos”.

Alberto Fernández siempre sostuvo que Guzmán era el único negociador frente a los fondos de inversión y jamás aceptó atenuar la oferta a los bonistas que propone un recorte formidable de sus acreencias en intereses y capital.

La conversación informal entre el Departamento del Tesoro y BlackRock repasó el sistema de alianzas políticas, multilaterales y académicas que sostiene la posición de fuerza que exhibe Alberto Fernández al momento de defender ante los bonistas que operan en New York su propuesta agresiva de recorte de la deuda externa.

Ese sistema de alianzas se puede describir de la siguiente manera: Francisco apoya la estrategia argentina frente a los acreedores privados, e influyó en las buenas relaciones que mantienen Alberto Fernández con Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ya conocía a Martín Guzmán y sus trabajos académicos en la Universidad de Columbia junto al premio Nobel Joseph Stiglitz y el destacado economista Jeffrey Sachs.

Este andamiaje de poder institucional y soporte doctrinario encorcetó el poder de lobby de fondos de inversión como BlackRock, Pimco, Templeton, Ashmore y Fidelity, que no pudieron desbancar al ministro de Economía y atenuar la propuesta avalada por Alberto Fernández.

Cuando promediada la conversación telefónica, BlackRock -que también representaba a otros fondos poderosos- explicó en el Departamento del Tesoro que necesitaba una diagonal política para lograr que Alberto Fernández escuchará sus propuesta de negociación ante la cerrada negativa del ministro Guzmán.

En este contexto, el ejecutivo bilingüe de BlackRock propuso que el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, se reuniera con Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, para abrir “una instancia por arriba” que permita a los principales fondos llegar hasta el despacho presidencial de la quinta de Olivos.

“Escriban una carta con la propuesta y le damos curso», contestó el funcionario que estaba en DC al inversor que hablaba desde New York.

La propuesta de BlackRock al Departamento del Tesoro se apalanca en la influencia que tiene la Casa Blanca en el FMI. Estados Unidos es el principal accionista del Fondo Monetario Internacional y habitualmente el numero 2 del Departamento del Tesoro representa al Salón Oval en el board del organismo multilateral.

Es decir: BlackRock quiere que el secretario Mnuchin hable con la directora Georgieva para que abra una instancia de negociación con Alberto Fernández destinada a cerrar un acuerdo que satisfaga a ambas partes y que evite un posible default en mayo.

Mnuchin conoce al CEO de BlackRock, Laurence Fink, y no tardará mucho tiempo en reunirse con Georgieva en DC. Y a continuación la directora gerente del FMI se comunicará con Alberto Fernández y Guzmán para transmitir las sugerencias del Departamento del Tesoro. No es un secreto de Estado que la Casa Blanca maneja la agenda geopolítica del Fondo Monetario Internacional.

La diagonal propuesta por BlackRock abre una instancia que no estaba en los cálculos de Olivos, y le puede permitir destrabar al Presidente una negociación que avanza a regañadientes. De hecho, la agencia de noticias Bloomberg informó anoche que los grandes fondos rechazaron participar del Roadshow abierto por Guzmán para avanzar en los acuerdos de canje de los bonos soberanos.

La carta de BlackRock llegaría al Departamento del Tesoro antes que concluya esta semana. Y la reunión entre Mnuchin y Georgieva se agendaría para la semana próxima en lugar a determinar. Alberto Fernández aguardará las noticias de la directora gerente, se reunirá a solas con Guzmán y luego decidirá si recibe a los fondos de inversión para cerrar un acuerdo de partes.

Por ahora, la oferta cae el 8 de mayo, como estableció el Ministerio de Economía ante la Comisión de Bolsa y de Valores (SEC) de los Estados Unidos.

(fuente:infobae)