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BIENVENIDA OTRA VEZ LA GRIETA

En estos días escuché voces de decepción ¡otra vez la grieta! ¡tan bien que venía Fernández! Efectivamente, en medio de la Pandemia y después de cierto aroma a “consenso” en torno a las medidas del Presidente, la discusión pasó a ser entre “dos bandos” y a tono de la famosa grieta. Por un tiempo descansamos de los especialistas en virus y discutimos nuevamente política.


Pero cabe preguntarse primero ¿Es eso malo o bueno?, creo ni uno ni otro, es inevitable.
Las consecuencias económicas del “parate” del mundo y de la Argentina traerán aparejado una terrible crisis. Cada sector empieza a abrir el paragua para no pagar esa crisis. Las clases dominantes o “el empresariado” ni lerdos ni perezosos empiezan a presionar con despidos y con sus voceros mediáticos para levantar la cuarentena y pedir “recortes” en el Estado.


Por otro lado, desde los sectores de trabajadores se empieza a instalar que “quienes más ganaron deben pagar la crisis”. Esa “tensión” es lógica y aparecería tarde o temprano, quién se sorprende de ella no entiende nada.
Segunda pregunta ¿El Presidente tomó partido en esa grieta? Si, lo hizo. Tomó medidas en favor del pueblo y en contra de los grandes empresarios, primero con la cuarentena y segundo con medidas concretas: licencia a trabajadores, prohibición de despidos, imposibilidad de corte de servicios esenciales, subsidios etc. Frente a esas medidas, y sobre todo frente a otras posibles los grandes empresarios comenzaron sus operaciones mediáticas:
Primero plantearon la “necesidad de bajar los sueldos de los políticos”, un absurdo total, primero porque ese gasto no repercute en el presupuesto y segundo porque no tiene nada de malo cobrar un sueldo y menos frente a terrible crisis. La otra embestida fue “el vínculo y el apoyo a Moyano”, sobre todo vía redes sociales. Plantean “cambios en el sindicalismo” en medio de la crisis, realmente de no creer.


Frente a esa embestida de la derecha (grandes empresarios, ex y actuales funcionarios de Juntos por el Cambio, de hecho los primeros en bajarse el sueldo fueron los gobiernos de Mendoza y Jujuy) muchos sectores de la clase media se sumaron (de hecho fue dirigida a ese sector). La gran mayoría movida por el sentimiento “anti política” presente de manera constante y otro profundamente anti-peronista o “gorila” que aprovecha cualquier excusa para pegar.


Entre ese sector de clase media antiperonista aparecen sectores “progresistas” que increíblemente festejan las medidas de los gobiernos de Mendoza y Jujuy en que sus funcionarios se bajaron el sueldo y no dicen absolutamente nada de los despidos o de las medidas acertadas del Presidente. También comienzan a criticar el tono “confrontativo” de Alberto Fernández.


Lo cierto es que se avecina una de las crisis económicas más terribles de la historia, casi “una tercera guerra Mundial”, hecho que aumentará la pobreza y la indigencia de manera exponencial. La emisión monetaria podrá servir por un breve tiempo pero tarde o temprano la falta de recaudación del Estado hará volar por los aires la economía. La lucha será encarnizada entre quienes no quieren perder privilegios y quienes no tienen lo más indispensable para comer. La única salida para la inmensa mayoría de los argentinos será MEDIDAS DE FONDO QUE DISTRIBUYAN RIQUEZA. En ese momento no habrá grises, o se está de un lado o se está en el otro. O se defiende a los trabajadores, a las Pymes, a los pequeños y medianos empresarios, al pequeño y mediano agricultor, a los pueblos y naciones originarias o se defiende a las 200 familias más importantes de la Argentina. O se discute la expropiación y nacionalización de empresas privadas o seguimos discutiendo cuánto gana un concejal.


Se dice que la grieta siempre fue parte de nuestro país: realistas y patriotas, unitarios y federales, conservadores y radicales, anti peronistas y peronistas, kirchneristas y anti kirchneristas. En realidad, la grieta fue es y será de clases: El 1% de la Argentina es el dueño del 35% de la tierra en un país en donde la gente no puede acceder a una vivienda digna, y es sólo un ejemplo. Bienvenida la grieta y bienvenidas las discusiones en torno a la redistribución de la riqueza.

Nota de opinión escrita por:
Javier Alamino
Abogado – Docente