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La identidad, la ESI y la invisibilización travesti y trans en las escuelas

La necesidad de la aplicación correcta de Ley Nacional de Educación Sexual Integral (26.150) es imperiosa. La educación, la información, la libertad y herramientas que la ESI le da a les jovenes desde que son pequeñites, clave. 

Desde este espacio, desde la columna de la Escuelita de la ESI que hace Filo.News en el programa de radio Generación Perdida, desde Sexipedia, intentamos aprender y enseñar todo lo que existe y que jamás nadie nos contó que existía. Las posibilitadles fuera de la monogamia, de la heterosexualidad, los placeres, el consentimiento, nuestra anatomía, los límites.

La Educación Sexual Integral nos cuenta todo lo que las instituciones, la religión y el Estado nos negaron durante años y busca, a través de la información responsable, prevenir abusos, confusiones, angustias y malos ratos en les adolescentes.

Pero esta biblia feminista de época hay algo que no contempla en su totalidad y por eso esta nota. Porque si bien informa y nos cuenta que el género no es lo mismo que nuestra genitalidad, que es una construcción social y que las identidades travestis y trans existen y son una posibilidad a la hora de habitar este mundo, no se la juega del todo. En los afiches de la ESI, las corporalidades que se muestran como realidad continúan atadas al binarimos varón- mujer y así borran con el codo todo lo que la mano de esta ley tan necesaria escribió. 

La ESI, además, se refuerza con otra ley que coloca a nuestro país en un lugar de avanzada y es la Ley de Identidad de Género (26.743). Pero que existan no significa que se apliquen. Así como la Educación Sexual Integral tiene resistencia de los sectores más conservadores y de muchas de las instituciones privadas y públicas, es en estos lugares en donde no se respeta el nombre ni la identidad de les niñes trans o travestis. 

Gabriela Mansilla, mamá de Lulú, la primera nena trans en obtener su DNI en nuestro país a través de dicha ley, habló con Filo.News sobre las faltas que cometen las instituciones educativas, la discriminación y violencia que reciben las infancias y adolescencias trans y travestis en nuestro país y la poca capacitación que tienen los equipos de trabajo en las escuelas. 

«La asociación civil Infancias Libres realizó la entrega de un documento el 26 de noviembre con un reclamo claro: el efectivo cumplimiento de la ley de Identidad de Genero, especialmente el articulo 12 (Trato digno). Se están violando los derechos de les niñes y adolescentes trans y travestis dentro de las escuelas. No se están anotando con el nombre que cada niñe manifiesta, en los boletines, en los legajos, en los registros. Están violando no solo el articulo 12 de la ley sino también los tratados internacionales por el desconocimiento y la ignorancia. Porque muchos docentes no conocen la ley«, explica Gabriela.

Para exigir una infancia sin violencia, tanto Gabriela como gran parte de su asociación y movimientos LGBTQI+ comenzaron esta semana una protesta pacífica frente al Ministerio de Educación. «Las familias también somos violentadas y exigimos la capacitación para directivos, docentes e inspectores. Decidimos realizar una sentada pacífica ante la falta de respuestas», explica la activista y agrega: «También exigirmos que la ESI contemple la corporalidad trans travesti. Nuestres hijes no están en las láminas de clase y ese cuerpo que no se habilita, que no se legaliza dentro del aula, recibe todas las correcciones, todas las violencias, el maltrato y la expulsión porque no esta habilitado ni siquiera por la ESI».

Sin cuerpos travesti trans, ¿hay ESI?

Campaña en contra de la ley de Educación Sexual Integral en la vía pública. | Foto: Twitter.
Campaña en contra de la ley de Educación Sexual Integral en la vía pública. | Foto: Twitter.

¿Pero por qué los cuerpos trans y travestis no figuran en la ESI? ¿Por qué esta ley, ley de avanzada en el mundo, contempla estos cuerpos en su teoría pero no en sus afiches ni en la práctica? Para entenderlo, también hablamos con Guadalupe, maestra e integrante de Comando ESI. «La Ley de Educación Sexual Integral fue aprobada en el año 2006, fue de las primeras de un periodo donde muchisimos derechos fueron adquiridos a pesar de las grandes resistencias de los sectores mas conservadores de la sociedad. En aquel contexto ‘reciente’, con las resistencias que aún observamos en la sociedad y en las y los docentes es que se hace sumamente dificil poder abordar y reconocer la tematica trans dentro de las aulas. Por lo tanto los cuerpos trans aún estan siendo ignorados y marginados», explica la especialista.

Estas resistencias, aunque también vienen desde las familias, suceden en el ambiente educativo. Son les profesores, maestres, directores, quienes tienen la obligación de cumplir con dicha ley que tiene impronta a nivel nacional. «Las familias presentan resistencias, sobre todo aquellas en las que las doctrinas religiosas dejan su fuerte imposicion y negacion de diferentes tematicas relacionadas a la ESI. 

Pero no podemos olvidarnos que la ley se debe cumplir dentro del Sistema educativo y son las y los docentes quienes deben garantizar su aplicacion«, sostiene y agrega: «El ambiente docente es muy heterogeneo, hay quienes llevan la Esi como bandera en cada accionar y contenido que trabajan y otros que no quieren, se niegan o resisten a abordarlo. No es facil adaptarse a un cambio tan profundo como lo que propone la ley 26150. Ya que es un cambio de paradigma, una nueva forma de entender la educación. No es una sumatoria de contenidos como algunas personas creen, es educar con otro posicionamiento y comprender que toda educacion es un acto político».

Por su parte, Mansilla refuerza: «El cuerpo de nuestres hijes es violentado porque no es reconocido por la escuela. Ese cuerpo es abusado en los baños, el desconocimiento genera violencia. Y el rechazo viene por parte de los adultos responsables de garantizar la permanencia de niñes adentro de las aulas. Creo que los prejuicios, el miedo y la desinformación están arraigados a una cultura biologicista, machista y patriarcal que es totalmente binaria y hace que nuestras niñes y adolescentes trans travestis estén siendo violentades sistemáticamente».

Marcha pacífica frente al Ministerio de Educación. | Foto: Gabriela Mansilla.
Marcha pacífica frente al Ministerio de Educación. | Foto: Gabriela Mansilla.

Es que sí. La ESI es maravillosa y su aplicación formal y transversal, absolutamente necesaria pero la ausencia de estos cuerpos tiene consecuencias terribles en la vida de las personas trans y travestis. «Exigimos la visibilización de su corporalidad, que se capacite a los docentes, directivos e inspectores ya que por más que nosotres llevemos material, libros que sacó la asociación de la que formmo parte, no pueden ser aplicados en las aulas porque el Ministerio de Educación no los habilita«, explica la mamá de Lulú.

La Educación Sexual Integral trabaja sobre los cuerpos, sobre sus límites, sus formas y derechos. Pero a la hora de mostrarlos, la dificultad aparece. La resistencia que obtiene esta ley que tiene juridicción a nivel nacional viene por parte de los y las educadoras pero también de padres y madres que se niegan a contarle a sus hijes que la opción de ser quienes sean y se autoperciban, existe. 

Romper con los binarismos, tarea pendiente 

Nos acostumbraron a sexualizar nuestra genitalidad y ahí está el primero de los problemas. Las personas trans o travestis evitan ir al baño de su escuela por miedo a la discriminación mientras que directivos, padres o madres creen que cuando entra una chica trans al baño de mujeres, algo puede llegar a suceder. La escuela continúa pensando en términos biologicistas y binarios y si desde ahí nada se modifica, difícil es que el afuera cambie. 

«Creo que la corporalidad trans travesti no aparece en la ESI porque hay un sistema que encasilla al varón con pene y a la mujer con vulva. Las instituciones tienen que entender y enseñar que los genitales no definen la identidad de las personas sino que son una parte más del cuerpo. Y que la construcción social cultural de ser varón o mujer pasa por otro lado, por un ordenamiento de categorías de genero», explica Mansilla.

El peligro de que en dichos lugares no estén representados este tipo de corporalidades es exponencial porque empieza por la escuela pero termina con crímenes de odio. Recordemos que la expectativa de vida de una persona trans es de 35 años mientras que del resto de la humanidad es de 70. Esta cruda realidad se ve reflejada en la marginalidad que el Estado aplica a las personas trans desde la infancia y son los institutos educativos uno de los grandes responsables de que todo esto suceda.

«Este no lugar, esta invisibilización de sus cuerpos en el que están paradas nuestras infancias y adolescencias trans travestis hace que el resto pueda ejercer violencia como si tuviese el derecho, ya que es un cuerpo que pueden atropellar, violar, abusar, golpear, si total no existe. Lo que no se nombra dentro de la escuela no existe y tenemos que empezar a combatir todo eso», agrega mansilla.

En el año 2013 Luana obtuvo su documento con el cambio de género de varón a mujer y con el nombre que había elegido. Pasaron ya seis años y si bien la ley existe y hay un largo camino recorrido, las cosas aún son dificilísimas para este colectivo. «La ley de identidad de género abrió un camino, la visibilidad de mi hija con el primer DNI en el mundo para una niña tan pequeña, le abrió la puerta a las infancias trans. No se hablaba de las infancias trans hasta que no salió su DNI y desde ese entonces, hace seis años que no hemos parado. 

Visibilizamos esta temática en todos los rincones del país, la asociación civil que formé ya cumple tres años, acompañamos a más de 160 familias, más trabajo que este no podemos hacer. Pero el tema es que no hay reconocimiento, tiene que tener el sello del Ministerio de Educación, tiene que tener el sello del Estado. La ESI tiene que estar actualizada y garantizada. Es binaria y biologicista pero aún así no se aplica. Queremos que se aplique, que se actualice y que la corporalidad de nuestres hijes estén reflejadas en ella. Eso va a disminuir la violencia que sufren sobre su corporalidad que se presume equivocada cuando lo equivocado es toda esta cultura y toda esta sociedad», finaliza Gabriela.

FUENTE

Fuente: Filo.News