Por 30 mil votos, Uruguay da un giro a la derecha con Luis Lacalle Pou
Por apenas 30 mil votos, Uruguay da un giro a la derecha . Y a pesar de que durante 15 años el país vivió transformaciones: los tres gobiernos de la coalición de centro-izquierda Frente Amplio (FA) sacaron a un millón de personas de la pobreza. El índice pasó de 34 al 8 por ciento y la desocupación bajó del 20 al 9 por ciento.
Para la oposición , el Estado gastó más de la cuenta y por eso el déficit creció a un 4,9 por ciento del PIB. La derecha unida –que incluye a los ultras de Cabildo Abierto– llegará al gobierno el 1 de marzo con promesas de ahorro. ¿ajuste?. El electo presidente Lacalle Pou prometió no aumentar impuestos y «ahorrar 900 millones de dólares del gasto público, sin explicar cómo. Sin embargo, el ministro de Economía, Danilo Astori, enfatizó que ese plan «es imposible sin tocar áreas como educación, salud y seguridad».
La central única de trabajadores PIT- CNT reconoce los avances de los últimos 15 años y pone la lupa en el acuerdo entre el Partido Nacional, el Partido Colorado y Cabildo Abierto. Fernando Gambera, secretario de Relaciones Internacionales del PIT-CNT sostuvo a Página12: “en estos años se aprobó una ley que reconoce el fuero sindical, la libertad sindical, una ley de negociación colectiva, hubo un 53 por ciento de recuperación salarial. El PIT CNT acompañó la lucha feminista y la agenda de derechos igualitarios”.
Gambera se permitió dudar del acuerdo al que llegaron los partidos de oposición. “Si uno se guía por los gobiernos de Lacalle padre y Sanguinetti en esos diez años entre 1995 y 2005 no hubo ronda de paritarias. Sanguinetti arrasó con cualquier situación conflictiva. Sectores no tuvieron aumento salarial. El acuerdo se parece al de blancos y colorados para que ganara Batlle la segunda vuelta a Tabaré en 1999. Batlle terminó en la peor crisis del 2002, lo que e hace dudar de que puedan restaurar acciones de derecha”.
Lacalle Pou aseguró que van a declarar la emergencia en seguridad pública. Fue el senador Jorge Larrañaga, del partido ganador, quien impulsó un plebiscito sobre una reforma en seguridad que, de haber prosperado, hubiera habilitado a allanamientos nocturnos y a la participación de militares en seguridad interior. La militarización dio muestras claras de haber fracasado en nuestra región.
Si por un lado el FA tuvo coqueteos con EE.UU. sobre un tratado de libre comercio –lo que le costó un fuerte debate interno—y tensó la relación con Argentina por la instalación de la papelera; por otro lado, mantuvo firme su posición de apostar por el diálogo en Venezuela. Uruguay no se alineó al Grupo de Lima ni a los llamados a intervenir de halcones norteamericanos.
En tiempos de retrocesos para América latina, el gobierno de Tabaré Vázquez mantuvo distancia de Jair Bolsonaro –el presidente brasileño dijo que Lacalle Pou sintonizaba más con sus pensamientos liberales y económicos —. Además, el oficialismo condenó el golpe de Estado contra Evo Morales en Bolivia.
Los gobiernos del FA otorgaron derechos como aborto legal, matrimonio igualitario, ley de personas trans, regulación del cannabis. Lacalle Pou y su bloque no apoyaron estas leyes y se abre el interrogante de qué hará con aliados como el electo senador ultraderechista Guido Manini Ríos, contrario a tales conquistas. La coalición de derecha tendrá mayoría parlamentaria.
Desde marzo, el Frente Amplio tendrá «el enorme desafío de seguir trabajando en defensa de los sectores menos favorecidos de nuestra gente», señaló Mariano Arana, exintendente de Montevideo y un referente de la coalición de centro-izquierda.
(Fuente: Página12)