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Jair Bolsonaro, el Merco-Sur y Alberto Fernández

El 5 de diciembre, en Bento Gonzalves (Río Grande del Sur), se realizará la próxima cumbre del Mercosur. Será esa la última cita presidencial en la que estará presente Mauricio Macri. Y todo indica que desde esa fecha hacia adelante, el bloque entrará en una zona de muchas turbulenciasQuien lo afirma es el canciller brasileño Ernesto Araújo. Dice: “estamos preparándonos para diferentes escenarios”. Uno de ellos es la ruptura del mercado común del Sur, a través de la salida de su mayor economía: Brasil. Según sus palabras: “Aparentemente la Argentina muestra una visión profunda que va contra los postulados básicos del Mercosur”

Estas declaraciones, hechas al diario Valor Económico, distan mucho de ser apenas una subida de tono para luego negociar. El ministro respondió, en verdad, a pronunciamientos que lo “atemorizaron”. Se refería a tuits de Paula Español, a quién considera candidata firme a ocupar la secretaría de comercio internacional (en Relaciones Exteriores o en el futuro team de Economía). Según Araújo, estos representan la reivindicación de políticas aplicadas bajo el gobierno de Cristina Fernández, y que aluden al comercio administrado.

Al mismo tiempo, nuestra política de inserción externa debe evitar dogmatismos. Firmar acuerdos por el solo hecho de «dar señales al mundo», sin contemplar impactos en materia de desarrollo, como buscó la actual gestión en el caso de Unión Europea- Mercosur, no es el camino.

Dicho de manera simple, para Bolsonaro y su canciller Araújo se trató de una estrategia adoptada durante aquellos años para frenar las importaciones desde Brasil, y de esa forma equilibrar un intercambio comercial desequilibrado para la Argentina. No eran medidas estrictamente formales, pero se tomaban con frecuencia con el consentimiento implícito de los gobiernos de Lula da Silva y de Dilma Rousseff que “comprendían” las dificultades económicas argentinas. De todos modos, fue un período de muchos reclamos presentadas por el empresariado brasileño por las perturbaciones al intercambio bilateral.

El canciller brasileño se quejó, ante Valor, de no haber recibido hasta el momento ningún pedido de contacto por parte del equipo de transición de Alberto Fernández. “Nosotros tuvimos dudas a fines del año pasado sobre la utilidad del bloque. Pero luego apostamos al Mercosur y este venía siendo exitoso con la Argentina de Macri”.

Ya no está en juego, contra el mercado común, la intención brasileña de negociar el libre comercio con cuánto país o bloque de países se presten a hacerlo. “Una eventual retracción de Argentina no nos va a afectar, ya que Brasil avanzará en forma individual” deslizó Araújo. Es que tanto el presidente Jair Bolsonaro como su ministro de Economía Paulo Guedes juegan fuerte a esos tratados independientes del resto de los socios del bloque sureño. Cuentan para ello con obtener las necesarias “flexibilidades” que provendrían de una reforma de los acuerdos adoptados por el Mercosur. Vale recordar que, a mediados de noviembre, en la cumbre de los Brics en Brasilia, Guedes llegó a sugerir la posibilidad de un área de libre comercio con China.

Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner asumen el próximo 10 de diciembre
Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner asumen el próximo 10 de diciembre

El canciller de Brasil describió al futuro gobierno de Alberto Fernández como un proyecto de economía cerrada, proteccionista y con tendencias estatizantes. Para él, se está comenzando a ver “señales que van en esa dirección. Se trata de un proyecto político regional, hemisférico, continental”. Concluyó: “Es algo más programático e ideológico”.

Las diferencias económicas entre Alberto Fernández y Bolsonaro ya aparecieron durante la campaña electoral y continuaron durante toda la transición. El presidente del Brasil no viene a la asunción de Fernández y decidió enviar a un ministro con escaso nivel institucional. Al líder argentino no le preocupó este gesto político, aunque -obvio- no quiere el Mercosur colapse como foro regional.

FUENTE

Fuente:Infobae