Para generar el hábitat se necesita de todos
Visitaron la provincia los arquitectos Ruben Pascolini y Alejo Balestri coordinadores de la comisión de Hábitat del Instituto Patria. Ambos fueron responsables de área durante el gobierno de Cristina Fernández y cuentan con una amplia experiencia en el tema. En dos días, 15 y 16 de octubre, realizaron una extensa agenda de reuniones con organizaciones sociales, profesionales, académicos, dirigentes políticos y funcionarios de San Juan donde expusieron lo principal de un programa de gobierno.
El martes 15 en la Facultad de Arquitectura Urbanismo y Diseño, brindaron una conferencia en la cual realizaron una descripción de la actividad que están realizando desde hace dos años. Contaron que llevan alrededor 35 encuentros provinciales donde se habla de las necesidades del hábitat en cada región, provincia o localidad. En este recorrido un momento importante fue un encuentro federal realizado en la universidad de Lanus a principios de este año en donde elaboraron conclusiones y un programa con 10 puntos para una nueva política de hábitat y viviendas.
Ambos expositores destacaron que los documentos del encuentro recogen la experiencia de la gestión durante los 12 años del gobierno de Néstor Kirchner y Cristina Fernández con sus aciertos y errores, y que lo conciben como un aporte para la gestión que arranca el próximo 10 de diciembre si gana Alberto Fernández.
Ruben Pascolini, en primer lugar, explico el concepto de hábitat: “No solo es la vivienda, la casa, es parte de la seguridad social, lo digo pensando en los trabajadores, si negocian salario en una paritaria, y consiguen un buen aumento, digamos el 40%, ahora si después los alquileres aumentan el 50%, realmente el aumento directo que se consiguió después se pierde en la posibilidad de acceder a la vivienda”.
Luego en sintonía con el planteo de Alberto y Cristina Fernández planteó que “El problema de la Argentina no sólo es el hábitat, son muchos, tenemos problemas tan fuertes que necesitamos grandes acuerdos sociales”.
“Hoy volvemos a estar en una situación de mucha desocupación y recesión económica por lo tanto la producción de hábitat es una herramienta muy importante para poder reactivar y generar trabajo. La industria de la construcción no consume divisas en un país en donde la falta de divisas va a ser un problema más grave de lo que fue históricamente. Cualquier proceso de industrialización consume divisas, como la industria automotriz. Pero la construcción es mínima lo que se necesita importar”.
“Al entender el hábitat como seguridad social y derecho humano, el Estado tiene que financiar el acceso a ese derecho. Eso parece una obviedad, pero en estos 4 años, el modelo que está gobernando puso en debate eso.” Y explicó que hoy las teorías meritocraticas liberales quieren hacer creer que financiar viviendas para quienes no pueden acceder a ellas, es hacer un daño moral a las personas si pueden pagar su casa a costos de mercado. “Nosotros ese problema, ese conflicto, esa desigualdad, no la consideramos una anomalía del sistema, algo que está por fuera de un sistema que está bien. Consideramos que es un problema del sistema, de toda la población, por lo tanto, nos tenemos que hacer cargo a través del estado.”
Sobre el rol del estado y la relación con las organizaciones sociales dijo: El estado tiene que ser el ordenador de la intervención, pero el estado sólo no va a poder. Los estados (nacional, provinciales y municipales) se han debilitado mucho y la sociedad ha cambiado. Las comunidades, las organizaciones sociales tienen que ser actores principales para que esas políticas además sean adecuadas. Tiene que haber una tarea estado comunidad potente para que se resuelvan los problemas, con la conducción por supuesto del Estado.
Y retomando la idea del acuerdo social reforzó algunos aspectos necesarios para que el acuerdo funciones para todas las partes. Respecto al trabajo dijo que la reactivación “además tiene que generar trabajo formal. El 70% de la construcción tiene trabajo informal. Porque las empresas que contratan las grandes obras, subcontratan a pymes, sociedades de hecho, familiares, cooperativas, que asumen los riesgos laborales. Para que esas empresas chiquitas puedan ser sujetos constructores, hay que modificar algunos marcos jurídicos.” En ese punto fue muy preciso: “El desafío es que los protagonistas de las políticas de esas políticas públicas productoras de hábitat sean las unidades productivas de la economía social y las pequeñas y medianas empresas. Para que eso suceda el estado tiene que diseñar proyectos en las que esas pequeñas y medianas empresas puedan ser protagonistas.”
También se refirió a los formadores de recios: “En la construcción hay 5 insumos que están monopolizados y cartelizados (cemento, aluminio, hierro y chapa, vidrio), entonces cuando los Estados generan políticas potentes y destinas muchos recursos a esos presupuestos ¿Qué pasa? Aumentan el precio y se quedan con parte importante de esos presupuestos. Lo hicieron con todas las políticas que incorporaron dinero al mercado interno, con la AUH los productores de alimentos, lo hicieron con el procrear los productores de ladrillos y chapas, lo hicieron con el procerato. Entonces en ese acuerdo social también hay que ordenar eso, porque si no, no va a haber política pública que sea efectiva. Porque una parte impórtate se la van a quedar los formadores de precios.”
Sobre la regularización nominal aportó que “un registro que se realizó en el país reveló que hay 4400 barrios populares e informales, en donde están acumulados todos los problemas. Creemos que hay que intervenir con la concepción de la integración socio urbano y regularizar dominios”.
Por últimos se preguntó ¿Qué pasa con el ahorro interno? Y se autocontestó que “en general se va al dólar o se va del lugar. No se reinvierte en los mismos pueblos donde se generó. Hay que generar mecanismos locales para que el ahorro interno se acumule en los mismos lugares. Que las empresas dejen rentabilidad en esos lugares. El estado tiene que regular eso y que se dirija a la producción del hábitat.”
Luego de su exposición, el público, que quedó muy entusiasmado con la posibilidad de volver a discutir políticas públicas sin el cocerte del esquema liberal, intervenciones con una extensa ronda de preguntas e intervenciones.
(Fuente: Protagonismo Popular)