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Sánchez ofrece “responsabilidades capitales en relevantes instituciones”

Nueva vuelta de tuerca a la fórmula del gobierno de cooperación para intentar desencallar la investidura. En la Moncloa habían advertido que Unidas Podemos tendría difícil rechazar la propuesta que hoy ha lanzado Pedro Sánchez, y así piensan que será para evitar, en último extremo, que se repitan las elecciones generales el próximo 10 de noviembre. “¡Está a nuestro alcance, construyamos confianza! ¡Apostemos por la esperanza, nosotros lo hacemos!”, ha concluido el líder del PSOE su intervención en el acto de presentación del “programa común progresista” con el que pretende convencer a la formación de Pablo Iglesias, a la que ha ofrecido “un pacto de programa y de gobernanza”. En este último punto, Sánchez ha invitado a Unidas Podemos a “participar en la gobernanza” de España, no desde el Consejo de Ministros, sino asumiendo “responsabilidades capitales” en “relevantes instituciones” dependientes del Gobierno. De esta manera, la formación morada tendría “acceso y participación en el ejercicio del poder”.

Sánchez no ha querido detallar más su oferta, porque ha asegurado que se lo quiere trasladar en primer lugar a Unidas Podemos. Y ha anunciado que ha dado instrucciones al equipo negociador del PSOE –compuesto por Carmen Calvo, María Jesús Montero y Adriana Lastra- para que se ponga en contacto con los negociadores de la formación morada –que dirige Pablo Echenique- y fijen una primera reunión el próximo jueves.

Junto a esta propuesta sorpresa, Sánchez ha animado a reconstruir la confianza perdida con Unidas Podemos a través de tres mecanismos de verificación de los acuerdos programáticos que se alcancen. El primero es la creación de una oficina de cumplimiento de los acuerdos, que ha anunciado que dependerá del Ministerio de Hacienda. El segundo es la constitución de sendas comisiones de seguimiento en el Congreso y el Senado “para verificar y actualizar” el programa y su cumplimiento. El tercero lo ha definido como “un mecanismo de verificación reforzado”, de carácter externo a ambas formaciones políticas, en el que participarían las organizaciones de la sociedad civil convocadas por Sánchez para enriquecer su programa.

Sánchez, así, ha asegurado a la formación morada que “no hay condiciones para convertirnos hoy en socios de gobierno, pero no tenemos que enemistarnos y cabe ser aliados leales”. “El PSOE ni impone ni humilla a nadie”, ha replicado el líder del PSOE a Iglesias. “Rechazamos como práctica política la imposición y la desconfianza nunca es buena base para construir”, ha asegurado. “Construyamos confianza y garantías”, ha demandado. Y también ha advertido a Unidas Podemos: “No queremos votos gratis en nuestra investidura”.

Arropado por la mayoría de los miembros del Gobierno en funciones, de la ejecutiva del PSOE y del grupo parlamentario socialista, además de los representantes de las organizaciones sociales que aportaron sus iniciativas, Sánchez ha presentado en un vistoso acto en la estación de Chamartín en Madrid su “propuesta abierta” de este programa común progresista con el que pretende recabar el respaldo de Unidas Podemos para su investidura como presidente del Ejecutivo. Entre los asistentes, no obstante, muchos han interpretado ya este evento como el primer mitin de la campaña socialista para las elecciones generales que, si Sánchez no logra su propósito de ser investido antes del 23 de septiembre, se celebrarán el próximo 10 de noviembre. El propio desbordamiento del aforo de la nave donde se ha convocado el acto ha dado la imagen de mitin electoral.

Sánchez, no obstante, ha demandado a Unidas Podemos que el próximo 10 de noviembre ambas formaciones se encuentren trabajando, codo con codo, tras la conformación de un Gobierno progresista, para derogar los aspectos más lesivos de la reforma laboral del PP, para luchar contra los alquileres abusivos, avanzar en la causa feminista, promulgar una ley de la eutanasia o resolver la crisis territorial de Catalunya.

(Fuetne: La Vanguardia)