El Central tendrá que emitir $300.000 millones hasta fin de año
El cambio de las metas monetarias que anunció el Banco Central esta semana sepultó definitivamente el objetivo de «emisión cero» hasta fin de año. En septiembre y octubre se anunció un incremento de 2,5% de la base monetaria, pero no será nada al lado de lo que se viene en diciembre. Según estimaciones que ya circulan entre analistas privados, la emisión de pesos rondará los $300.000 millones para lo que resta del año. El 80% de esa cifra corresponde al último mes del año.
En diciembre es habitual que se produzca un salto en la cantidad de pesos porque aumenta estacionalmente la demanda para pagos de medio aguinaldo, plus de vacaciones y gastos por turismo. El año pasado el salto fue de 6% solo en ese mes y la decisión de no absorberlo posteriormente provocó un salto fuerte tanto de la inflación como del tipo de cambio en marzo.
La gran incertidumbre relacionada con la expansión monetaria que se avecina es hasta qué punto provocará mayor presión sobre el tipo de cambio. Todo dependerá, en definitiva, de cuál sea la demanda de dinero que se registre. Si hay demasiados pesos circulando que el público o las empresas no desean, la consecuencia es que serán utilizados para comprar dólares. A fin de agosto, el propio titular del Central, Guido Sandleris, había reconocido que no se cumpliría la meta monetaria negociada con el FMI y ayer se anunció la expansión prevista para la base en estos dos meses.
Como el Tesoro ya no vende dólares en el mercado para conseguir pesos, la necesidad de expansión monetaria hasta fin de año creció sensiblemente. Ni siquiera el “reperfilamiento” de deuda en moneda local alivió demasiado el panorama
Los efectos del paquete fiscal para la contención social
Existen varias razones que harán «volar» la cantidad de pesos que circulan en el mercado por la fuerte emisión que se avecina del Banco Central. Son los siguientes:
Las distintas medidas anunciadas desde las PASO tendrán un fuerte impacto fiscal, que se estima en alrededor de $100.000 millones pero podría ser incluso mayor. No se sabe con exactitud, sin embargo, porque nunca fue explicitado por el Gobierno. Por otra parte, aquel objetivo de «déficit fiscal cero» ya había entrado en zona de riesgo incluso antes de las elecciones primarias, aun cuando el esfuerzo realizado por el Gobierno había sido significativo.
El uso de la famosa «cláusula social» que estaba prevista en el acuerdo con el Fondo ya adelantaba que el rojo de las cuentas primarias (antes del pago de intereses) se ubicaría cerca de 0,5% del PBI, pero ahora terminará siendo mucho mayor. Sin financiamiento en los mercados, la única opción es cubrir el bache con emisión de pesos.
Ya desde fines de agosto se suspendió el programa de venta de dólares diario por parte del Tesoro. Eso le permitía al Gobierno utilizar una parte de los recursos que había girado el FMI en el marco del acuerdo para el pago de obligaciones en pesos. Sin esa opción disponible, el agujero de pesos para el Tesoro crece significativamente, por lo que la única opción una vez más es cubrirlo con pesos emitidos por el BCRA. La posibilidad de salir a colocar deuda en pesos no está disponible, luego del «reperfilamiento» de las Lecap y otros títulos similares.
La posibilidad de salir a colocar deuda en pesos no está disponible, luego del “reperfilamiento” de las Lecap y otros títulos similares
En diciembre se produce todos los años un gran salto en la cantidad de pesos en circulación ya que tanto los individuos como las empresas demandan más dinero para pago de sueldos, aguinaldos y vacaciones. Pero el peligro es que ese incremento estacional de la base monetaria termina presionando más sobre el tipo de cambio a fin de año.
Los vencimientos de deuda en moneda local también representan una fuente de emisión de pesos. Una prueba de fuego será el próximo lunes, cuando el Tesoro deba pagar $25.000 millones por el pago de intereses del Bopomo 2020. Como la deuda está casi totalmente en manos de fondos de inversión internacionales, seguramente querrán hacerse de dólares vía compra y venta de bonos, presionando sobre el mercado «contado con liquidación».
El panorama se complica todavía más por la cancelación de Leliq que están llevando adelante sin prisa pero sin pausa los bancos. Esto obedece al retiro de depósitos en moneda local por parte de ahorristas y empresas, aunque no se trata de cifras muy significativas. Algunos bancos también están optando por achicar su stock de Leliq ante el estancamiento de los préstamos en pesos y el temor a quedar demasiado expuestos a activos del sector público. Para llevar adelante dicha cancelación, el BCRA se ve obligado a emitir pesos, lo que no solo es inflacionario, sino que nuevamente el gran peligro es presionar más al dólar.
Algunos bancos también están optando por achicar su stock de Leliq ante el estancamiento de los préstamos en pesos y el temor a quedar demasiado expuestos a activos del sector público
El economista jefe de Economía y Regiones, Diego Giacomini, estimó que «las necesidades financieras hasta fin de año suman alrededor de USD 10.000 millones. De ese monto, la mitad son pesos, por lo que tenemos un peligro muy significativo de una inflación creciente. Si no hay reformas de fondo por parte del gobierno que asuma, es muy probable que la inflación de 2020 sea incluso mayor que la de este año».
La consecuencia de una expansión desmedida de pesos (por encima de lo que demanda el mercado) no solo generará un impacto sobre el dólar, sino que pondría en peligro el control cambiario tal como está funcionando actualmente.
Para evitar que la moneda sufra un salto brusco hacia fines de 2019, es posible que el nuevo gobierno se vea obligado a endurecer todavía más los actuales controles cambiarios, que hasta ahora fueron mucho más fuertes para las empresas que para el público (que tiene un límite alto de compra de 10.000 dólares mensuales).
(Fuente: Infobae)