Llamó para que arreglara el lavarropas y termino muerta y su hija grave
En la tarde del lunes, Lilian Noemí Godoy (46) llamó a un técnico porque no le funcionaba el lavarropas. No era la primera que lo hacía. La mujer ya había contactado antes al técnico a través de una red social para que le reparara la heladera. Esta vez, el técnico la mató a palazos y puñaladas en su casa de Concordia, Entre Ríos, e hirió gravemente a su hija de 4 años, que pelea por su vida.
Aunque aún no se estableció el móvil del femicidio, los investigadores trabajan sobre las hipótesis de un ataque sexual o de una discusión que derivó en el crimen.
El subjefe del Departamental local, el comisario inspector Juan Antonio Beguerie, le dijo al Diario Río Uruguay que Godoy presentaba «golpes de pala y de un rastrillo en la cabeza, quebraduras de cráneo y puñaladas en cuello y tórax, realizadas con un cuchillo de cocina de la misma casa».
En cuanto a la menor, el último parte médico que emitió el Hospital Delicia Concepción Masvernat -donde se encuentra internada en terapia intensiva- indicó que «está en estado grave con asistencia respiratoria mecánica y control neurológico» y que su pronóstico «es reservado».
Según pudo reconstruir la Policía de Entre Ríos en base a testigos, el agresor, de 25 años, llegó a la casa de la víctima -situada en la calle Laprida al 1600- alrededor de las 18 horas. Poco tiempo después, una vecina decidió alertar a los efectivos de la Comisaría 6º sobre «unos ruidos en la casa, aparentemente por un problema familiar», según contó el comisario inspector Beguerie.
Al presentarse un patrullero en la vivienda, el joven le abrió la puerta a la policía y trató de llevar tranquilidad a raíz de la denuncia: «No pasa nada, aquí está todo tranquilo».
Sin embargo, la agente en servicio entró al hogar de la mujer y la halló «ensangrentada y herida, tirada en el piso de la casa, mientras que en el baño encontró a una niña lesionada, por lo que llamó a una ambulancia y pidió refuerzos, mientras detenía al hombre, en previsión de que pudiera darse a la fuga».
Godoy y su hija fueron trasladadas al Hospital Masvernat, donde se confirmó el fallecimiento de la mujer horas más tarde. Godoy era profesora de música y se desempeñaba como empleada del Consejo General de Educación de Entre Ríos desde hacía 10 años.
En la escena del crimen encontraron un rastrillo, una pala y un cuchillo, que están siendo peritados para determinar cuál fue el arma homicida.
Si bien el detenido negó que haya cometido el crimen, los agentes pudieron observar que tenía una mancha de sangre «en una de sus zapatillas y en la parte baja del pantalón».
Ahora, se encuentra bajo arresto en la alcaidía local.
Aunque todavía no está comprobado, Beguerie negó «cualquier relación sentimental» entre víctima y victimario agregando que «era una relación laboral», donde el detenido «ofrecía sus servicios de reparación de heladeras y lavarropas por redes sociales».
Aún se desconoce si el supuesto agresor estaba bajo los efectos de «alguna sustancia» –lo que será evaluado con las pericias correspondientes- pero se sospecha de ello dado el grado de violencia y ensañamiento.
(FUENTE: INFOBAE)