¿Cómo se vivió el lanzamiento de la serie de Tevez en Fuerte Apache?
En el almacén, en los pasillos o en las charlas entre vecinos del barrio: la famosa “serie de Tevez” se vuelve tema de conversación en las calles de Fuerte Apache. “Vi que muchos comentaron que habían estado mirando la serie. La voy a tener que ver”, opina María Rosa, una de las residentes, y reflexiona sobre lo que significa lo nuevo de “Carlitos” en la televisión.
«El Apache», la serie dirigida por Adrián Caetano, se estrenó en la pantalla de Netflix a principios de mes. Con el paso de los días, se hizo eco por todo el país. Centrada en la historia del jugador, muestra la faceta personal -en cuanto a los conflictos y disputas familiares-, como también el desarrollo profesional y sus inicios en el fútbol -en inferiores de All Boys, en Boca y la Selección Argentina-.
Más allá de Tevez, el barrio se vuelve el verdadero protagonista de la serie: se enfoca principalmente en mostrar los hechos criminales que rodean a la familia, en una construcción de la zona ligada a la inseguridad, violencia y marginalidad, donde muchos de los personajes tienen un arma cargada en su bolsillo.
Sin embargo, ¿realmente es así? ¿cómo se vivió el lanzamiento de la serie en Fuerte Apache? ¿qué representó para los vecinos y vecinas de la zona? Para conocer más detalles, Filo.News se comunicó con Matías Casal, encargado de armar proyectos sociales en los barrios, María Rosa, preceptora del Bachillerato Popular “Ejército de los Andes” y con Gastón Parra, quien se presentó como candidato a concejal e integrante del Centro Cultural Proyecto Fuerte Apache.
Fuerte Apache, en primera persona
Se llama “Barrio Ejército de los Andes”, aunque todos lo conocen como “Fuerte Apache”. El término fue bautizado por el periodista José de Zer, cuando tuvo que cubrir un tiroteo entre policías y ladrones. A pesar de que fue construido en 1973, fue recién en 1978 cuando atravesó una explosión demográfica, cuando el militar Osvaldo Cacciatore reubicó a miles de habitantes a las villas, de cara al Mundial de Fútbol.
Originalmente, tuvo 13 nudos, cada uno compuesto por tres edificios de 10 pisos. Sin embargo, por orden del juez Manuel Sirven, se demolieron dos de ellos, debido al estado de los edificios. A pesar de que inicialmente estuvo construido para albergar 22.000 personas, según el Censo de 2001 había 35.000, y se calcula que en la actualidad habitan muchas más.
Es considerado uno de los barrios más grandes del país, con tres jardines de infantes, cuatro escuelas, una capilla y tres iglesias evangélicas. Está ubicado en el sector norte de la localidad de Ciudadela, cerca de el partido bonaerense de Tres de Febrero, a cuadras de General Paz.
En la actualidad, la realidad del barrio está ligada, como muchos otros, a la lucha por salir adelante frente a la crisis económica que atraviesa el país. Sin embargo, Parra indica que se registra un “abandono” del Estado para la zona: “No hay muchas políticas de sacar este barrio adelante. Todo lo que es cloaca, estructura, agua, gas, luz, es el abandono total, no pasa a un problema mayor porque Dios está acá, porque sino puede pasar cualquier cosa”.
“Cada vez que se toman medidas, la clase media y baja lo sufre, acá repercute mucho más. Se genera ese efecto contagio: muchos niños abandonan la escuela, no tienen trabajo, y los pibes quieren ir al cine como cualquier pibe, quieren tener su ropita y sus zapatillas como cualquier pibe, quieren vivir la vida y muchas veces eligen el camino malo”, explica Gastón.
En uno de los episodios de la serie, aparece un fragmento de entrevista a Carlos Tevez, donde dice: “Uno se acostumbra a vivir con miedo”, en referencia a los hechos de inseguridad. Parra coincide con él: “Uno lo naturaliza. Pero no está bien que se agarren a tiros en frente tuyo, no está bien caminar con las cloacas desbordadas, no está bien vivir con la Gendarmería en la esquina de tu barrio, tipos con armas de guerra preguntando por qué salís o por qué no salís”.
Balthazar Murillo
Sin embargo, la violencia e inseguridad no es todo lo que se vive: hay mucho más detrás. Con el paso de los años, el barrio fue cambiando, gracias al trabajo de diferentes centros comunitarios y de ayuda entre los vecinos para poder salir adelante y a partir de la presencia de Gendarmería en la zona.
Así lo reconoce María Rosa, quien afirma: “Siempre se encuentra la solidaridad de los vecinos ante cualquier situación. Hace muchos años que uno vive acá y entonces, uno tiene el contacto diario”. Por su parte, Gastón confiesa: “Uno vez que siempre se cuenta lo malo y nadie te lleva a que se viva mal acá; robos, el abandono. También pasan muchas cosas lindas que no se cuentan, que no salen a la luz”.
Justamente, Casal explica: “Somos la generación del barrio que queremos mostrar la antipoda de la naturaleza que se conoce del barrio. Mientras se conoce todo lo peor nosotros buscamos que se conozca todo lo mejor, tenemos muchos jóvenes involucrados en lo social. El barrio está creciendo en identidad y se está fortaleciendo a través del tiempo desde muchos lugares, desde la cultura, el emprendimiento, desde involucrarse y hacer propio el lugar, desde la identidad, desde los clubes, eso es lo bueno que tiene el barrio y que muy pocos lo muestran”, afirma.
Incluso, todavía rige el debate por el nombre de «Fuerte Apache» para el barrio, principalmente entre los «más grandes». “Yo te digo que personalmente no importa el nombre -reconoce María Rosa-; es cierto que desde muchos lugares los jóvenes han sido discriminados por eso, pero yo creo que no tiene nada que ver el nombre sino el contenido que uno le da al nombre. Por eso yo cuento lo que hay, es como derribar mitos; hay escuelas, hay jardines, hay plazas, hay mucha gente trabajadora, muchos estudiantes. Es un barrio como cualquier otro”.
¿Cómo fue recibida la serie de Tevez?
Frente a este panorama, la serie tuvo una diversidad de repercusiones. “Para el vecino no cayó bien, porque te cuenta todo lo malo. Por ahí está mal contado, se hace hincapié en la droga, en la banda”, opina Parra y añade: “Uno entiende que es una ficción y que va a garpar lo malo, pero no se contó ni una buena, hay un montón de gente que va a laburar, hay un montón de profesionales que pese a la dificultad de vivir acá pudieron lograr estudiar, salir adelante, triunfar en lo suyo”.
María Rosa, por su parte, observó que la serie impactó de manera diferente en los jóvenes, a diferencia de los adultos, ya que «como no conocieron cómo fue toda la historia del barrio, se enteran por las noticias, en la serie, pero no porque la hayan vivido”.
Por su parte, en lo que respecta a los adultos coincide con Parra: “La gente grande opina que la serie está buena en general, pero que hizo mucho hincapié en el tema de la violencia en el barrio, y todo debido a todo lo que implica el pensar para atrás 20 años. Yo te digo que últimamente, mas allá de la situación social que se vive, no hay tanta violencia como se veía antes, a donde había banditas que se peleaban con una y con otra, en el cualquier momento del día; ahora ya eso no pasa”.
*Alerta spoilers* Justamente, uno de los puntos en contra que tuvo la serie fue la representación que hizo de Cabañas. Mientras que en la trama el personaje muere al enfrentarse con una banda de barrio, en la vida real, luego de una persecución, el joven se suicidó al verse rodeado por la policía. “Se hizo más hincapié en el otro, en el que no llegó, que es la mayoría de los de acá. La mayoría somos Cabaña”, opina el joven.
“Cabañas no muere así, era un pibe muy querido y se contó cualquier cosa entonces hay como un enojo dentro del barrio”, explica Parra; por su parte, Casal amplía que muchos vecinos «salieron a defender la memoria de lo que fue un hijo, un hermano, un amigo», a contar que sí estuvo acompañado totalmente por la familia, siempre buscaron lo mejor para él y estuvieron presentes
“A algunos les gustó, a otros no, como todo». Pero es una serie que se filmó acá, el año pasado estuvieron bastante tiempo. La gente opinaba. Justamente, Casal detalló que el equipo de filmación hizo base en distintas partes del barrio; principalmente en la Capilla Santa Clara de Asís, y otra base fue la Iglesia Evangélica Bautista. Durante el rodaje, los amigos de Tevez guiaban a la producción y a todo el equipo de trabajo.
De Fuerte Apache al mundo: ¿cuál es la imagen de Tevez en el barrio?
En los murales de los edificios, en las remeras de los chicos que juegan al fútbol y cada partido, en el imaginario social, la figura de Carlos Tevez sigue más vigente que nunca en las calles de Fuerte Apache.
“Yo creo que Tevez es muy importante para los jóvenes -reflexiona María Rosa y continúa- sobre todo como jugador. Es como un ejemplo, la imagen de Carlitos es muy positiva”.
Para Parra, el éxito del jugador funcionó como “motivación para los nenes, de que se puede”. Justamente, en el Centro Cultural del que participa, aprovecha para propagar ese deporte: “El fútbol es un medio de contención para los pibes. Yo lo utilizo para que mis nenes aprendan, conozcan”.
«El fútbol es un medio de contención para los nenes, para los pibes», afirman.
El joven, incluso, fue el encargado de realizar dos murales en el barrio: uno de Carlos Mugica y otro de Carlos Tevez. “Carlitos fue el que nos hizo conocidos en el mundo. Hay una frase de él que dice: de donde vengo, decían que triunfar era imposible; en el mural figura esa frase, y mostrarle a los nenes que si se puede”, reflexiona. Porque el barrio vive en toda la lucha de las nuevas generaciones y en la ilusión de todos los pibes cuando juegan a la pelota.
(Fuente: Filo.news)