Una banda apaleó a una mujer embarazada en Hong Kong
Los atacantes, vestidos de blanco, golpearon brutalmente a decenas de usuarios en la estación de tren, incluida la mujer embarazada.
La acción de un grupo de hombres vestidos de blanco blandiendo cañas de bambú y barras metálicas causó 45 heridos, incluida una mujer embarazada, en una estación del metro de Hong Kong tras las manifestaciones en favor de reformas democráticas, en un incidente que ha causado consternación entre la población de la ciudad y el resto del mundo.
Las imágenes del ataque que circulan este lunes en redes sociales muestran a atacantes vestidos de blanco, algunos de ellos enmascarados, armados con palos y barras, tomando por asalto la estación de metro de Yuen Long y atacando a quienes por allí pasaban, en especial a los uniformados de negro, el color preferido de los manifestantes prodemocráticos.
En la entrada de la estación, en el andén, junto a una escalera mecánica o incluso dentro de los vagones, el grupo de blanco repartió bastonazos a todo aquel que se cruzara en su camino.
Testigos del ataque aseguraron haberla visto a la mujer embarazada siendo golpeada en el suelo hasta que se desmayó. Posteriormente se observa a los paramédicos tratándola; se cree que estaba protegiendo a su esposo durante el ataque.
El suceso, que de momento no se ha traducido en arresto policial alguno, tomó por sorpresa incluso a Zachary Wong, consejero del distrito hongkonés de Yuen Long, quien conoce la presencia de la mafia en el barrio.
En dos ocasiones le han destrozado el coche y su oficina ha sido garabateada con aerosol con el carácter chino de «matar», además de recibir llamadas intimidatorias para que retirara sus candidaturas cada vez que se ha presentado al cargo, el que ocupa desde 1988.
Wong sabe que estos grupos organizados, estas mafias locales, operan en Yuen Long desde antes incluso de que China recuperara la soberanía de Hong Kong de manos del Reino Unido, en 1997, pero no por ello le sorprende menos este ataque indiscriminado, ni la inacción policial para frenar los linchamientos.
Stanley Yip, un residente de un municipio cercano a Yuen Long, aseguró haber visto a una docena de hombres ataviados de blanco apaleando a pasajeros en el mismo vagón en el que él viajaba de vuelta a casa.
«Vi a una chica pidiendo ayuda para una persona herida. Los atacantes parecían enfadados y proferían insultos. Todos rondaban los treinta o los cuarenta», cuenta Yip, quien añade que el tren permaneció en la estación de Yuen Long más tiempo del habitual.
Más de 40 personas fueron hospitalizadas o recibieron tratamiento, entre ellas la mujer embarazada. Según fuentes de los servicios sanitarios, uno de los heridos permanece en estado grave, y otros tantos abandonaron el lugar ensangrentados, como se puede apreciar en las imágenes que circulan en la prensa local y en las redes sociales.
«No tengo palabras», contó Wong. «Es totalmente inaceptable que las mafias apaleen a gente inocente y que la policía no le preste atención, y llegue al lugar de los ataques cuando estos han terminado».
La policía recibió una llamada de socorro alrededor de las 22:40, hora local. Siete minutos después, dos agentes llegaron al lugar, pero se marcharon al poco tiempo, según medios locales.
El responsable de Relaciones Públicas de la Policía de Hong Kong, John Tse Chun-chung, explicó que estos dos agentes decidieron no actuar al verse ampliamente superados en número, por lo que regresaron para solicitar un despliegue mayor.
No fue hasta las 23:20, hora local, que apareció en la zona la Unidad Táctica de la Policía, destinada a emergencias a gran escala, que no realizó ninguna detención.
Las imágenes que han circulado por los medios locales muestran cómo no se realizan identificaciones a los atacantes y se los deja marchar sin aparentes consecuencias.
Según el consejero del distrito, el sábado pasado algunos textos en redes sociales advirtieron a los vecinos de Yuen Long de que serían atacados si acudían a la manifestación en favor de reformas democráticas prevista para este fin de semana, así que decidió informar de posibles altercados en la zona el domingo.
Wong señaló que recibió llamadas de cinco vecinos avisándole de los sucesos, y que la policía no respondió a sus peticiones de auxilio.
«Un vecino llamó a la policía y le dijeron: ‘Si tienes miedo, no salgas’. Y colgaron. Algunos decidieron llamar a los bomberos y a las ambulancias», apuntó Wong.
Entre el bando de los manifestantes también se registraron incidentes, pero de vandalismo, entre ellos, contra la sede de la delegación del Gobierno de China en Hong Kong, tras una marcha que reunió a decenas de miles de personas.
A este respecto, la oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao del Consejo de Estado del Gobierno de China señaló que «algunos manifestantes radicales lanzaron bombas de pintura negra al emblema nacional colgado del edificio» y «pintaron con spray insultos en los muros exteriores».
«Es absolutamente intolerable«, se afirma en el texto, difundido por la agencia estatal Xinhua.
La de este domingo es una vuelta de tuerca más en el devenir de las manifestaciones que comenzaron hace siete semanas en Hong Kong contra una controvertida propuesta de ley de extradición que, según abogados y activistas defensores de los derechos humanos, podría traducirse en un acceso del régimen de Beijing a «fugitivos» refugiados en suelo hongkonés.
Para sus detractores, se trata de una ley que intimidará y penalizará a críticos y disidentes del régimen chino, mientras que sus defensores aseguran que busca llenar un vacío legal, ya que no existen fórmulas legales de extradición entre Taiwán, Hong Kong y la China continental.
No obstante, las manifestaciones han mutado hacia demandas más amplias sobre mejoras de los mecanismos democráticos de la ciudad, cuya soberanía recuperó China en 1997 con el compromiso de mantener hasta 2047 las estructuras dejadas allí por los británicos.
(FUENTE:INFOBAE)