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Tiene leucemia y no le autorizan sus medicamentos

El 18 de enero del corriente año a Rocío Aguirre le detectaron leucemia linfoblástica aguda. Uno de los cuatro tipos principales de leucemia; que en resumidas cuentas es un cáncer de crecimiento rápido en la sangre. Esta enfermedad compromete el normal funcionamiento de diferentes órganos y puede causar la muerte por hemorragia o infección. Por lo tanto es de vital importancia que los tratamientos se sigan al pie de la letra sin generar el menor desvío. El problema es que Rocío, una joven sanjuanina de 18 años, se encuentra sin un medicamento esencial para contrarrestar una infección pulmonar a pocos días de recibir su alta transitoria.

El remedio en cuestión es el Voriconazol 200mg que es de por si una droga cara y de no tan fácil acceso. Según la madre de Rocío “en el hospital Rawson nos dieron 6 pastillas que nos duran unos días, y no podían darnos más porque Rocío tiene obra social, pero desde esta se están demorando en trámites burocráticos que no contemplan la urgencia ni la necesidad de mi hija” sostuvo.

La obra social es OSPIV de los trabajadores de la industria del vidrio, y hasta ahora no ofrecen respuestas concretas a la situación y con el agravante de que solo le alcanza para cubrir la dosis de este miércoles. “Cuando nos comunicamos con Buenos Aires nos dicen que están cotizando los costos pero el tema es ahora. La medicación es vital para que ella no empeore, ahora tenemos que rogarle a dios que aparezca alguna ayuda” sostiene Roxana la madre de la joven con leucemia. Quien agrega que “el problema lo tenemos porque fue un alta inesperada, el pasado lunes le dieron el alta y si bien la obra social puede cubrir el gasto, la urgencia no puede esperar”.

La enfermedad de Rocío y una nueva vida esperando

El diario Tiempo de San Juan habló con Rocío, la joven luchadora, quien sostuvo que “hice un tratamiento de tres bloques de quimioterapia, con más de 50 quimios y en el último bloque lo terminé quedándome lista para el trasplante de médula y así evitar que volviera la enfermedad porque dentro de todo ya estoy sana” afirmó. El problema es que sufrió una infección pulmonar por lo que estuvo internada un mes y ahora necesita la medicación antes mencionada. Quedando imposibilitado el trasplante de médula que tendría a su hermana Nadia como donante.

Rocío y Nadia, la donante de médula que espera por su hermana.
La vida de esta joven tuvo de todo en muy poco tiempo, de ser bailarina de folclore y miembro activo de la acción católica “pase a estar encerrada en cuatro paredes con una vida totalmente distinta” en palabras de la misma Rocío. “Todo es muy difícil, los cambios son grandes y me llevaron a valorar más la vida, ahora vivo el hoy como nunca, y aprecio las cosas chicas y lindas que tiene la vida” sostuvo mientras la emoción se apoderaba de una mesa familiar que la miraba con orgullo.

Su madre atenta a las palabras de su hija y sin poder controlar la emoción que le provocó, comentó que “en el momento que llegó la enfermedad yo sentí morirme, que no íbamos a aguantar, pensé que se me venía el mundo abajo, pero dios nos dio un sentido más para vivir”.

Quienes conocen el tratamiento de la leucemia saben que los tropezones son diarios y que el camino a veces se vuelve muy cuesta arriba. Sin dejar de mencionar la realidad que sucede cuando los pacientes son muy jóvenes como Rocío. Pero como sucede en esta familia “lo importante es saber levantarse y seguir luchando, porque cuando pasan estas cosas uno valora aún más la vida” sostiene Roxana la mamá de Rocío como enseñanza de vida.

(Fuente: Tiempo de San Juan)