¡Que se repita, Everton!
Ocurrió el martes 30 de octubre del 2018. En el partido de vuelta de una de las semifinales de la Copa Libertadores, Gremio le ganaba como local a River por 1 a 0. En la ida, en el Monumental, el equipo brasileño se había llevado una victoria también por 1 a 0. Iban 24 minutos del segundo tiempo cuando llegó la jugada bisagra del partido y de la serie: Everton, el 11 del conjunto de Porto Alegre que era siempre titular pero que en ese encuentro había ingresado desde el banco porque volvía de una lesión, se fue solo hacia el arco defendido por Armani. Era el gol del 2-0 para sentenciar al equipo de Gallardo. Sin embargo, el arquero le tapó el mano a mano con los pies. El resto es historia conocida: River lo dio vuelta con un gol de Borré y un penal mediante el VAR del Pity y luego, el Millonario vencería a Boca en la final en el Bernabéu para consagrarse campeón de la Copa.
Al finalizar dicho partido, Everton se fue al vestuario llorando. Luego, al día siguiente, declaró: «Me quedé enojado conmigo, mal. Sabía que no estaba al 100%. Entré para ganar ritmo y volvía a jugar después de tres semanas. Pero no entrené previamente ningún día, volví directamente a jugar. Me quedé toda la noche sin dormir, repasando la jugada».
Este martes, desde las 21.30, Brasil y Argentina definirán quién pasa a la final de la Copa América. Armani será el arquero de la selección nacional y Everton, titular como extremo izquierdo del Scratch. Quizás, vuelvan a verse las caras… Que la historia se repita.
(Fuente: Diario Olé)