La historia de Martín Jaboco Thompson, coronel que lucho por la independencia
209 años de historia separan la promulgación del decreto de la Primera Junta de Gobierno del 30 de junio de 1810,mediante el cual por iniciativa de Mariano Moreno se le otorgó el cargo de capitán general de puertos al coronel de marina Martín Jacobo Thompson, al que se promulgó este lunes y a través del cual a 200 años del fallecimiento del militar se le concedió un grado propio de una fuerza de seguridad federal, en este caso el máximo establecido por la ley orgánica de la Prefectura Naval Argentina.
En los considerandos del decreto se tienen en cuenta no solo aspectos biográficos del militar, sino además la especial similitud entre las tareas que desempeñara en el Puerto de Buenos Aires y varias de las actualmente puestas en manos de la Prefectura Naval Argentina.
Martín Jacobo Thompson nació el 23 de abril de 1777, hijo del matrimonio devenido entre un comerciante inglés y una natural de Buenos Aires. En su juventud emigró a España, donde cursó la Academia Naval de la ciudad de El Ferrol y en 1800 combatió como guardiamarina en la célebre batalla de Trafalgar.
Ya de regreso en Buenos Aires, comenzó a militar de lleno en la corriente revolucionaria que clamaba por el fin de la dominación española en el Río de la Plata. El decreto firmado por el presidente Mauricio Macri y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich reconocen en la figura de Thompson a un ferviente promotor de reuniones sociales en las que se promovía la independencia.
La medida también destaca el rol que jugó el hasta hoy coronel de marina Thompson durante la Primera Invasión Inglesa, oportunidad en la que ofreció su propia casa como improvisado cuartel para planificar la reconquista y también como depósito de armas. De la misma forma, durante el segundo intento conquistador de la Corona Británica, colaboró activamente en la captura de dos embarcaciones invasoras y fue una pieza en la capitulación inglesa.
El estallido de la Revolución de Mayo lo sorprendió siendo uno de los escasos cuatro marinos de carrera que habitaban Buenos Aires. Por esa razón se le confirió la responsabilidad de asumir en forma temporaria el cargo de Capitán del puerto de Buenos Aires. Las responsabilidades del cargo estaban directamente relacionadas con el control del tráfico de embarcaciones, el amarre o fondeo seguro de las distintas embarcaciones y el control de los operarios portuarios.
En 1810 fue el propio Mariano Moreno quien lo propuso para cubrir el puesto en forma efectiva, ampliando su radio de acción y sus responsabilidades. Habiendo demostrado eficiencia en el manejo del empleo asignado y además constituyéndose en un factor decisivo en los aprestos de las escuadras de Juan Bautista Azopardo primero y de Guillermo Brown luego, en 1815 deja el cargo y pasa a desempeñarse en el Estado Mayor de la Plaza, en pocos meses asciende a la jerarquía de coronel y es enviado como representante diplomático ante el gobierno de Estados Unidos, para solicitar apoyo en la gesta libertaria y además, imbuirse en el sistema republicano imperante en la joven nación del norte.
Luego de dedicar unos párrafos finales a las cualidades morales y patrióticas de Thompson y aclarando que el beneficio que le es otorgado en forma póstuma no origina erogación presupuestaria de ninguna índole, el Presidente de la Nación Argentina decreta: «Promuévese al grado de Prefecto General post mortem al Coronel D. Martín Jacobo José Thompson en reconocimiento a los valiosos servicios a la patria».
Vale acotar como dato adicional que Thompson contrajo enlace con su prima Mariquita Sánchez. El hogar conyugal de la calle Unquera (hoy Florida al 200) sirvió de marco para la entonación por primera vez del Himno Nacional Argentino. Aunque algunos historiadores ubican este hecho, en otra propiedad de la pareja ubicada en la localidad de San Isidro.
El decreto 439 encierra algo más que un mero reconocimiento histórico a un prócer de la patria. Es interpretado como un fuerte respaldo político al accionar institucional de la Prefectura Naval Argentina, una fuerza federal que, si bien fue diseñada para las operaciones en los mares, ríos y lagos del país, asumió desde hace varios años tareas de apoyo a la comunidad en lugares no siempre relacionados con el agua.
Desde hace algunos meses, diversas versiones de reasignación de funciones merodearon despachos oficiales, algunas de ellas indicaban la quita de algunas de sus tareas y su transferencia a la órbita de la Armada, en especial lo relacionado con el control de la pesca ilegal en las 200 millas. No obstante, en el presente además de un mayor acercamiento observado entre las cúpulas de ambas instituciones, a nivel ministerial, las carteras que encabezan Patricia Bullrich y Oscar Aguad, trabajan en planes de cooperación y operación conjunta en diversas áreas, para lograr una complementariedad similar a la que en el presente demuestran el Ejército y la Gendarmería Nacional.
Hoy, durante el acto por el 209 aniversario de la Prefectura Naval, se procederá a la lectura de la parte dispositiva del decreto y a la imposición efectiva del grado a quien es reconocido oficialmente como primer Prefecto Nacional Naval. En el mismo acto el embajador de Uruguay en Buenos Aires Héctor Lescano Fraschini, entregará al presidente Macri la réplica del sable que Martín J Thompson obsequiará al caudillo oriental José Gervasio Artigas, como muestra de amistad.
(FUENTE: INFOBAE)