¿Cuáles son las normas que deberán equiparar el Mercosur y la UE tras el acuerdo?
La Unión Europea difundió en las últimas horas el texto del acuerdo con el Mercosur, en un documento al que accedió Télam, y donde se establece que el entendimiento implicará la necesidad de equiparar normas y procedimientos en todos los campos de la actividad comercial.
En su edición de ayer, Ámbito repasó que el futuro del acuerdo depende debates sobre temas como la tasas, inflación e impuestos.
Así, por ejemplo, el acuerdo habla de las medidas sanitarias y fitosanitarias, y establece la necesidad de crear «mecanismos para facilitar el comercio y preserva la seguridad de los consumidores de la Unión Europea en todo momento».
El acuerdo hace mención específica a «la seguridad de los alimentos, la salud animal y de las plantas y cualquier estándar aplicado por la Unión Europea cuando importa productos derivados de la pesca o la agricultura». «Los estándares europeos no se van a relajar en ningún modo por el acuerdo con el Mercosur», se enfatiza.
En otro tramo del texto firmado por ambas delegaciones se promueve un diálogo tendiente a «establecer cooperación en áreas clave del bienestar animal, biotecnología y seguridad alimentaria», entre otros aspectos.
La Unión Europea y el Mercosur -se indica- negociaron una agenda progresiva sobre «barreras técnicas al comercio», siguiendo las obligaciones de la Organización Mundial de Comercio.
El objetivo, en este punto, es «crear un marco para establecer una mayor convergencia en regulaciones técnicas y estándares en el futuro, que lleven a que se reduzcan los costos de adaptación».
El acuerdo también contempla cómo deberá ser el etiquetado de productos para que puedan venderse en los distintos países.
En este sentido, «las partes acuerdan sólo requerir información relevante en cuanto a etiquetado, permitiendo un etiquetado suplementario en el país importador».
Para facilitar el establecimiento de empresas en ambos lados del Atlántico, se prevé «el movimiento de profesionales por motivos de negocios», mientras que las partes seguirán regulando «cómo quieren brindar, por ejemplo, servicios de salud, educación o agua a sus ciudadanos».
Se citan sectores específicos donde se fomentarán regulaciones comunes como servicios postales, telecomunicaciones, servicios financieros, e-commerce y servicios marítimos.
El acuerdo establece normas para contrataciones, licitaciones y adquisiciones para empresas del Mercosur y la Unión Europea, incluso para bienes y servicios contratados por los Estados a nivel federal y municipal.
Se establecen reglas en materia de competencia entre empresas, fusiones, adquisiciones y normas para evitar el abuso de posición dominante en un determinado mercado.
Sobre los subsidios se indica que «los subsidios son un problema creciente a nivel internacional» y se establece «un mecanismo de cooperación que provea un trabajo conjunto en intercambio de información en transparencia y sistemas de control de subsidios».
A las empresas que son propiedad de los Estados se las obliga a «tomar decisiones de compra y de venta con motivaciones comerciales, acorde a los principios de la economía de mercado del mismo modo que actuaría una empresa privada».
En cuanto a derechos de propiedad intelectual se señala que «por primera vez la Unión Europea y el Mercosur tendrán una estructura clara sobre copyright, marcas, diseño industrial, secretos comerciales y protección de fronteras».
(Fuente: Ámbito)