Trump aprobó un ataque contra Irán por dron y se retractó más tarde
El presidente de EE UU, Donald Trump, aprobó este jueves un ataque selectivo contra Irán en respuesta al derribo de un dron estadounidense por parte de Teherán, pero el mandatario suspendió la orden antes de que el Pentágono la ejecutase, informó esta madrugada The New York Times. Horas después, fuentes oficiales iraníes confirmaron a la agencia Reuters que el mandatario estadounidense advirtió a la República Islámica de un «ataque inminente». El mensaje del presidente llegó al Gobierno de Teherán a través de Omán, un país que mantiene buenas relaciones con ambos países y ya ha actuado de mediador entre ellos en el pasado. Irán ha respondido a Washington que le hace responsable de cualquier ataque a la República Islámica.
“En su mensaje, Trump decía que estaba en contra de una guerra con Irán y que quería hablar con Teherán de varios asuntos… Daba un pequeño plazo de tiempo para recibir nuestra respuesta, pero la respuesta inmediata de Irán fue que la decisión sobre ese asunto está en manos del líder supremo [el ayatolá Ali] Jamenei”, dijo uno de los funcionarios desde el anonimato. “Dejamos claro que el líder se opone a cualquier contacto, pero que se le transmitiría el mensaje para que decidiera… Sin embargo, dijimos al funcionario omaní que un ataque contra Irán tendría consecuencias regionales e internacionales”, declaró otro de los funcionarios iraníes citados por la agencia.
Sin hacer alusión a ese aviso, Irán ha respondido a EE UU que le responsabiliza de cualquier ataque contra su territorio. Lo ha hecho a través del embajador suizo en Teherán, que representa los intereses de Washington, ya que ambos no tienen relaciones diplomáticas desde el secuestro de los diplomáticos estadounidenses en 1979.
Según The New York Times, Trump había aprobado este jueves ataques contra varios objetivos iraníes, como radares o baterías de misiles. La operación, prevista para antes de las 19.00 (hora local), ya estaba en marcha: los aviones se encontraban en el aire y los buques en posición cuando quedó suspendida antes de que se disparase misil alguno. No está claro si el presidente cambió de opinión o hubo problemas logísticos. Tampoco si el plan quedó abortado de forma definitiva o solo aplazado. Trump ya autorizó dos ataques parecidos en 2017 y 2018 contra objetivos militares del Gobierno de Bachar el Asad en Siria.
A primera hora de este jueves, Irán abatió un dron estadounidense (valorado en unos 115 millones de euros) en el estrecho de Ormuz. Mientras Teherán defendió que el aparato había entrado en su espacio aéreo en misión de espionaje, Estados Unidos tachó de falsedad esa alegación y afirmó que la aeronave hacía tareas de reconocimiento en espacio aéreo internacional.
A lo largo del día se discutió en Washington la opción de un posible ataque. A favor de una respuesta militar se posicionaron el secretario de Estado, Mike Pompeo, el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, y la directora de la CIA, Gina Haspel, según The New York Times.
El gravísimo incidente de esta madrugada confirma los temores que se han ido acumulando desde que hace dos meses Washington intensificara su campaña de máxima presión contra Teherán. La escalada verbal y el postureo se han traducido en riesgos concretos. EE UU ha reforzado su presencia militar en Oriente Próximo. Irán ha intensificado su desafío cancelando algunos de sus compromisos con el acuerdo nuclear. Y en medio de reproches mutuos, seis petroleros han sido objeto de sabotajes, aún por aclarar, que han hecho temer una disrupción del abastecimiento de crudo y encarecido los seguros para el transporte marítimo en la región.
En un gesto que da a entender que Arabia Saudí ha estado al tanto de los planes de Washington, el príncipe Khalid Bin Salmán, viceministro de Defensa y hermano menor del heredero al trono, ha tuiteado esta mañana que se había reunido en Yedda con el representante especial de EE UU para Irán, Brian Hook, “para explorar los últimos esfuerzos para contrarrestar los actos hostiles iraníes y la continua escalada que amenaza la estabilidad y la seguridad de la región”. El príncipe ha reafirmado el apoyo de su país a la “campaña de máxima presión sobre Irán” de su aliado y protector.
Mientras aún se desconoce si la suspensión del bombardeo contra objetivos iraníes es temporal o definitiva, la tensión también empieza a trasladarse al tráfico aéreo. Algunas compañías, entre ellas las europeas KLM, Lufthansa y British Airways, han decidido desviar sus vuelos para evitar el espacio iraní sobre el estrecho de Ormuz y el golfo de Omán. Su decisión se produce después de que la Administración Federal de Aviación prohibiera a las aerolíneas estadounidenses operaran en esa zona hasta nueva orden.
(Fuente: El País)