Trump endurece su tono contra Teherán
Donald Trump no necesitó este domingo ni los 140 caracteres que permitían los antiguos mensajes de Twitter para lanzar una llamarada sobre Teherán, dentro de la escalada de tensión —y cada vez más confusión— con el régimen de Rohaní. «Si Irán quiere luchar, ese será el final oficial de Irán. ¡Nunca amenacen a Estados Unidos de nuevo!», escribió sin otro detalle o explicación. Horas antes, un cohete había caído sobre la Zona Verde de Bagdad, donde se encuentra la Embajada estadounidense, entre otras, sin causar víctimas.
Estados Unidos ha mandado hasta ahora un doble mensaje. Por un lado, envía portaaviones y bombarderos al golfo Pérsico como advertencia directa y explícita a Irán —vía un comunicado de John Bolton, consejero de Seguridad Nacional— y fuentes de la Administración citan planes para un mayor despliegue militar, como publicó The New York Times, aunque Trump luego desmintió. Y, por otra parte, el presidente enfría las posibilidades de guerra y apunta al diálogo —»Irán querrá hablar pronto», dijo la semana pasada—, pero este domingo volvió el ardor guerrero y no solo por Trump. «No estamos buscando guerra, pero tampoco le tenemos miedo», aseguró el comandante en jefe, Hossein Salami, en declaraciones a la agencia Tasnim recogidas por Reuters.
Washington busca negociar con Teherán un nuevo acuerdo nuclear tras abandonar el que la Administración anterior, la del demócrata Barack Obama, había alcanzado en 2015 junto a otras potencias y que Trump rechazó desde que era candidato. Aquel pacto levantaba las sanciones a Irán a cambio de limitar su programa de armamento nuclear, pero el republicano siempre lo ha considerado una forma de dar oxígeno al régimen mientras, en realidad, no renunciaba a su carrera atómica.
Así, las sanciones al petróleo han vuelto a castigar a la economía iraní, cuyo régimen ha respondido al ataque: ha advertido de que también va a incumplir partes de ese acuerdo —los límites a las reservas de uranio enriquecido—y ha amenazado con cerrar el estrecho de Ormuz, un canal primordial del comercio global de crudo.
(Fuente: El País)