La Asamblea General de la ONU demandó al Reino Unido
En un caso que podría ayudar a la República Argentina en su reclamación por las Islas Malvinas, la Asamblea General de la ONU demandó este miércoles al Reino Unido «retirar su administración colonial» en un plazo de seis meses del Archipiélago de Chagos, situado en el océano Índico, y lo devuelva a la república de Mauricio. La decisión, no vinculante, fue aprobada con 116 votos a favor, 6 en contra y 56 abstenciones, una clara derrota para los Gobiernos británico y estadounidense, que habían hecho campaña contra el texto. La resolución de la Asamblea General apoyó de esta manera un fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que determinó a principios de este año que el proceso de descolonización de Chagos no se completó de acuerdo al derecho internacional y que, por tanto, el archipiélago forma parte integrante de Mauricio. En ese entonces, el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie, opinó que la sentencia se encontraba «en sintonía» con el reclamo soberano de Argentina con respecto a las Malvinas.
El fallo tuvo «una enorme validez para la reclamación argentina en el tema de la cuestión Malvinas» para Faurie, quien agregó que no solo «ratifica el rol que le vale a la Asamblea General» de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sino que da la razón a la Argentina en su reclamo sobre las Malvinas, ocupadas por Reino Unido desde 1833. «El desmembramiento territorial no es aceptable en el proceso de descolonización ni tampoco el principio de autodeterminación cuando quien es consultado no son los pueblos que realmente corresponden al lugar en donde se lleva adelante este referéndum», dijo el funcionario.
La magnitud de la derrota para el Reino Unido y Estados Unidos fue una sorpresa incluso para Mauricio. «No esperábamos apoyo para que el Reino Unido entrara en cifras únicas», dijo Jagdish Koonjul, el embajador de Mauricio en la ONU. «Más importante aún, esto ha ocurrido a pesar de la enorme y enorme presión sobre las capitales nacionales y en la ONU».
El primer ministro de Mauricio, Pravind Kumar Jugnauth, dijo ante la Asamblea General que el acuerdo por el que su país supuestamente cedió ese territorio fue suscrito por individuos que no representaban realmente a la población local y que estaban bajo control británico. Pero la embajadora británica ante la ONU, Karen Pierce, señaló rotundamente que su país va a continuar en la zona y reiteró su tradicional postura, que señala que Chagos lleva bajo soberanía británica desde 1814 y nunca fue parte de Mauricio.
Mauricio se independizó del Reino Unido en 1968 y desde entonces reclama la revolución del archipiélago alegando que el gobierno británico lo separó de su territorio de forma ilegal en 1965, al «alquilarlo» a los Estados Unidos como base militar. En el acuerdo, Londres se comprometía a «ceder» a Mauricio el archipiélago cuando no fuese necesario para «fines de defensa». Según Pierce, esa situación no se dio, ya que la base conjunta que el Reino Unido y EE.UU. mantienen en Diego García, la principal isla de Chagos, es «vital para combatir conflictos, terrorismo, drogas, crimen y piratería».
El Reino Unido advirtió además de que la resolución de la Asamblea General puede crear un peligroso precedente, debido a que la de reclamación de Chagos es, a su juicio, una disputa «bilateral» en la que no debería entrar la CIJ sin el acuerdo de las dos partes.De hecho, durante el debate, la representante diplomático de Maldivas ante la ONU dijo que su país no apoyaría la moción debido a las «serias implicaciones para la seguridad de la región del Océano Índico». Consultada por las posibles implicaciones de esta decisión para las Malvinas y Gibraltar, Pierce dijo no esperar ningún cambio de postura por parte de España y Argentina, dos países con los que, según dijo, Londres mantiene buenas relaciones.
(Fuente: Perfil)