No cayó bien el apriete
El apriete público del presidente Mauricio Macri a gobernadores y senadores del peronismo “responsable” para que no acompañen con su voto la aprobación de le ley que morigera el tarifazo en los servicios públicos, no cayó nada bien entre los legisladores opositores. Las respuestas llegaron desde el kirchnerismo y del peronismo dialoguista que redactó el proyecto, que el Presidente atribuyó intencionalmente a CFK. “La única ‘locura’ que existe en la Argentina es la crisis económica que Macri provocó con políticas de endeudamiento, ajuste, recesión e inflación”, tuiteó Agustín Rossi, jefe de la bancada de diputados del FpV-PJ. “El Gobierno cree que los servicios públicos son una mercancía y que el Estado es un simple veedor”, sostuvo la senadora kirchnerista Anabel Fernández Sagasti. “El único plan del Gobierno es la grieta, ignora las necesidades de los argentinos”, sumó el diputado Diego Bossio, del interbloque del peronismo federal alineado con los gobernadores. “La única idea ocurrente del gobierno fue cambiar lamparitas”, sostuvieron desde el Frente Renovador.
El esfuerzo presidencial por evitar el costo político del veto a una ley contra el tarifazo, apuntó a torcer la voluntad de los senadores peronistas en la sesión prevista para mañana en la Cámara alta. Pero el método de mezclar a toda la oposición de ir detrás de las “locuras” de Cristina Kirchner, no parece haber aportado a su objetivo.El kirchnerismo fue el primero en salir a responderle al Presidente. “La única ‘locura’ que existe en la Argentina es la crisis económica que vos, @mauriciomacri, provocaste con tus políticas de endeudamiento, ajuste, recesión e inflación”, posteó Rossi en las redes sociales sin protocolo y agregó bajo el título “precios sin control”, Rossi sumó una advertencia: “Si vetan la ley de tarifas, el enojo se multiplicará exponencialmente”.
La mayoría de los senadores prefirieron no pronunciarse y esperar el miércoles para hacerlo en el recinto, mientras Cambiemos y el Gobierno intentan contrarreloj sellar algún acuerdo que le permita frenar la ley antitarifazo: incorporaron a la sesión de mañana la propuesta de rebajar el IVA en los servicios, que antes rechazaron en Diputados.
No fue el caso de Fernández Sagasti: “Es una situación que se ha vuelto habitual en el Senado. Hemos visto en varias leyes esta especie de negociaciones con los gobernadores y con los senadores. La vimos muy claramente en la votación en Diputados cuando fue el ajuste provisional”, sostuvo la mendocina y recordó la postura del peronismo federal: “(Miguel) Pichetto se comprometió y comprometió a toda su bancada a sancionar la ley si no había una propuesta superadora del gobierno nacional, que no la hay”.
“No se trata de poner a los senadores si están con Macri o están con Cristina. Esto es un error, hay que ser mucho más racional”, señaló el senador chubutense Luis Luenzo, de Argentina Federal y cuestionó que no se conozcan los precios de producción de petróleo y gas en boca de pozo: “Hay que fijar el valor de acuerdo a nuestra propia economía y lo que se intenta es ocultar el verdadero origen de estos valores, así que ni Macri ni Cristina ni tampoco esta política tarifaria”, opinó.
“El único plan del Gobierno es la grieta. Ignora la difícil situación que están atravesando muchas familias, que tienen complicaciones, no llegan a fin de mes, la plata no les alcanza, donde todo aumenta menos su salario”, señaló Bossio (AF) al tiempo que agregó que “los sectores productivos están ahogados por las tarifas, las tasas y los impuestos”.
“La locura es la desinformación de Mauricio Macri. El proyecto votado de tarifas justas es del Frente Renovador y del bloque Argentina Federal. Si venís mal, mejor alimentar la grieta”, sostuvo el massista Felipe Solá en las redes sociales. El equipo de comunicación de la jefa de la bancada de Diputados, Graciela Camaño, también estuvo muy activo en Twitter: “Arrinconado @mauriciomacri miente y para sostener la mentira busca a CFK. Se llama post verdad. Tratan de desviar el debate. No sirve, Ya los conocemos y los argentinos la están pasando mal”.