La crisis del proyecto liberal

Momento Político

MACRI ATURDIDO Y SIN SALIDA

En esta semana, la escapada de dólar y la vuelta al FMI, son los temas de preocupación para todos los argentinos, y convocan al análisis de las personas más inmersas en la actividad política y el estudio de economía. En los medios de comunicación y en las redes sociales abundan las explicaciones de todo tipo, incluso con el humor, que es la forma de encarar los problemas haciéndolo más llevadero.

Pero ¿qué siente el trabajador ocupado, desocupado, el jubilado, el ama de casa con esta problemática? En esta semana varias reuniones partidarias importantes, en la que se inauguraron locales barriales, o en las que se encaró la lectura de la prensa, fueron un buen termómetro para registrar esta situación: para el ciudadano de a pie, la inflación y la crisis del dólar, dejaron en claro que Macri no ha podido resolver el problema económico del país. Esa ya es una certeza para la gente.

El gobierno de Cambiemos, es uno más, de los que no resolvieron el eterno vaivén de la economía de argentina y por lo tanto “hoy enfrentamos otra de las tantas crisis que vivió nuestro país”, se escuchó en una de las reuniones. Y en este rubro de aguantar crisis, el pueblo argentino sí tiene experiencia.

Desde el Grito de Alcorta, pasando por la semana de enero de 1919, la Patagonia rebelde, la década infame, el Cordobazo, la dictadura, la hiperinflación de Alfonsín, la híper desocupación menemista, el 2001, el 2008 y hasta ahora, en cada crisis surgió algo nuevo. El piquete, la olla popular, el club del trueque y hasta tirar un gobierno. El pueblo argentino, acosta de grandes esfuerzos, se las ingenia para sortear las crisis. Esa es otra certeza.

La tercera certeza que tiene la gente, es que falta que emerja con fuerza lo distinto, la opción de vanguardia, la tercera posición, o como se quiera llamársele, que pueda cambiar este rumbo. La fuerza política que, desde un programa popular y una decisión de ir a fondo contra las trabas que impiden el crecimiento de nuestro país, rompa la trampa que hace que la gente tenga que optar entre las probadas e incompetentes recetas liberales y las alternativas populistas keynesianas.

Esa es la tarea principal de nuestro partido hoy, llevar a nuestros compañeros de lucha en los movimientos, en los barrios, en las fábricas, en el campo, en las escuelas y facultades, la certeza de que somos la fuerza política que está dispuesta a jugar a fondo para destrabar esta situación. En este sentido es que lanzamos la campaña en San Juan de “5000 afiliados al PTP”, la apertura de locales barriales y la rifa de auto sostenimiento.

Gobierno acabado y sin discurso y con el fondo

Macri, frente a este fracaso de su política económica, ya no puede echarle la culpa a nadie. Fue un gobierno que tuvo margen para gobernar, el apoyo de un sector complaciente de la oposición, eligió un camino y sólo fue a meternos en la boca del lobo, recurriendo a los usureros internacionales. Luego de la elección del 2015, que ganó en un balotaje ajustado, llegó a tener el 70% de apoyo según varias encuestadoras. Incluso hasta diciembre del año pasado, a pesar de que no mejoró en nada la situación del país, logró la aprobación de leyes antipopulares en el congreso. Pero no tienen vergüenza y siguen acusando a la oposición, a los sindicatos, y al pueblo en general de no dejarlos gobernar.

Aunque en una cosa sí tiene razón Lilita Carrió: Cambiemos ha sufrido “un golpe” de los mercados. Este gobierno, que trabajó para atraer a los capitales especuladores, fue abandonado a su suerte por esos mismos usureros. Entonces ¿qué hacemos? ¿Apoyamos a Macri y al FMI en este mal momento? No,Todo lo contrario.

La resignación ante el fracaso de un gobierno no es una reacción natural en el pueblo argentino, puede ser que tenga paciencia, e incluso algo de nostalgia por los que eran “menos peor”, pero si avanza la política de ajuste como lo tiene pensado el gobierno nacional, no va a tardar en saltar por los aires.

Ante esta situación lo más nefasto son los sectores acomodaticios y acobardados que se refugian en el patético “ni sí, ni no”. El claro ejemplo, son los gobernadores que, como Sergio Uñac, fueron a dar su apoyo a Macri para negociar con el FMI, pero luego quisieron marcar un poquito de distancia y pensaron en hacer una reunión para decir algo, pero a último momento se asustaron y no se reunieron.

En este marco, la posición del Arzobispo de San Juan, Monseñor Lozano, también se parece mucho a un ni. En el retiro espiritual que convocó el fin de semana pasado, expresó una posición moral interesante, pero sin programa popular, sin propuesta distinta, y por lo tanto una evocación de deseos con peligrosa intensión de intrascendencia.

Como dijo Alberto Agüero, el viernes 11 de mayo en la inauguración del sub comité de la Villa 1º de Mayo-Villa Unión, “No vamos a salir de estos ciclos, sin derrotar a estas políticas de dependencia y sumisión. Necesitamos un gran frente político opositor popular que irrumpa en la escena política con propuestas claras, sin ambivalencias”.

Con esta idea en la cabeza, nos preparamos para unir al pueblo y resistir la crisis, con luchas, con unidades productivas para producir mediante la solidaridad, con ollas populares, pero principalmente afiliando al PTP-PCR para que sean la columna vertebral para crecer y dirigir el camino a la liberación que debe recorrer el pueblo argentino, para alcanzar un verdadero gobierno democrático popular y antimperialista, en macha hacia el socialismo.

Siguiendo el ejemplo de nuestra historia es que convocamos el 22 de mayo a movilizarnos para exigir del gobierno respuestas ¿qué pasa con la economía? Además de repudiar la vuelta al Fondo monetario internacional de nuestra economía.