NO SE SOPORTA MÁS EL AJUSTE
Tarifazo: la Reacción popular
Fue impresionante la reacción del pueblo afectado por el nuevo incremente de las tarifas de la energía. Este nuevo tarifazo del gobierno de Cambiemos lo tenía programado para mayo, pero tuvo que adelantarlo para abril.
El día miércoles 18 de Abril en todas las ciudades del país se expresó el masivamente repudio. En San Juan, más de 10.000 personas lo hicieron en el centro de la ciudad. Estuvieron todas las organizaciones sociales y políticas opositoras al ajuste, unidas en la Multisectorial contra el ‘Tarifazo’.
Hay bronca y ansiedad en los hogares de los trabajadores y de las pequeñas y medianas empresas ante las abultadas facturas, que no pueden pagar sino dejan de consumir lo necesario o de pagar otros gastos, como el alquiler, etc.
La reacción popular ha causado diferencia en el seno de la Alianza ‘Cambiemos’. ‘Lilita’ Carrio de la Coalición Cívica expresó su desagrado con la medida del gobierno diciendo: «El Gobierno debe comprender que las clases medias y las clases pobres, que quieren ser clase media, nos merecemos mejor trato. Por eso, me opongo a este aumento de tarifas».
Por otro lado Alfredo Cornejo, presidente de la UCR y gobernador de la provincia de Mendoza, marcó distancia del gobierno de Macri y criticó al Ministro de Energía, Juan José Aranguren, endilgándole su falta de confianza en el ‘modelo’ de cambiemos, al mantener sus ‘ahorros’ fueras del país por la poca seguridad que le daba la actual política nacional.
El gobierno se mantuvo firme y brabucón frente a sus aliados y les contestó, en principio, que los integrantes de la Alianza conocían perfectamente la política energética que se estaba implementando. No obstante luego, frente a la iniciativa opositora de convocar a sesiones extraordinarias en diputados para hacer retroceder el marco energético, que por un voto no tuvo quorum, cambió de discurso pero sin retroceder. El cambio de matiz fue mantener los aumentos pero pagaderos en cuotas. Con esta zanahoria dejaron conforme al radicalismo. Desde “Vaca muerta”, Macri, llamó a consumir menos energía y contradictoriamente dijo que estaban produciendo más. La pregunta es ¿dónde se consume? La respuesta es que miente o que la exportan los monopolios.
Para justificar los tarifazos el gobierno y sectores conciliadores, expresan que el pueblo ha estado viviendo la ilusión de una fiesta con las tarifa de la energía subsidiadas, precios relativamente bajos para los consumidores. Y decimos que relativamente bajos por que los salarios de los trabajadores también lo eran. Pero lo que no se dice, es que con los subsidios las empresas recibían el precio real de la energía, y no hicieron las inversiones necesarias para mantener una oferta constante, para sostener un equilibrio. Muy por el contrario dado que la explotación y la exploración estaban privatizados, las grandes empresas subsidiadas con precios altos en boca de explotación, se dedicaban a exportar nuestros recursos energéticos con pingües ganancias. Si debemos criticar al gobierno anterior es que no hizo lo necesario para poner en manos del Estado argentino la exploración, explotación y comercialización de nuestro patrimonio energético.
Por eso es importante recordar lo que sobre el tema, la FeTERA Y MORENO le observaban en 2007 al ex-presidente Néstor Kirchner: “No es el frío, o el calor, o la falta de lluvias, o el aumento de la actividad industrial, o la utilización de estufas, o aire acondicionado, lo que ha provocado la falta de gas por redes, electricidad, querosén, gas envasado o fuel oil.”
“Desde que se privatizaron YPF y Gas del Estado, Argentina exporta irresponsablemente gas y petróleo. Con gas y petróleo se genera energía eléctrica. Sobra energía en el país”.
Lo que falta es una política soberana que planifique su utilización en función del crecimiento económico y que planifique también este crecimiento en función de las necesidades reales de nuestra sociedad.
Cuando se privatizaron los recursos, se dio libre disponibilidad a las empresas para exportar hidrocarburos”.
La falta de reservas de hidrocarburos se debe a la exportación de recursos, y a la falta de una política de ahorro a través de la exploración. La escasez de querosén, fuel oil o gas envasado, tiene su origen también en las privatizaciones y en el fracaso del modelo privatizador.
Esto es lo que muchos funcionarios del gobierno de Macri, políticos de la oposición, periodista, y desmemoriados historiadores, en columnas de opinión de interesados medios de desinformación, olvidan. Si de algo hay que criticar la kirchnerismo, que lo merece, es no haber ido a fondo con una política nacional con relación a la utilización de nuestros recursos energéticos.
La inflación
¿Por qué preocupa más la inflación en este momento si está en el mismo promedio porcentual que hace varios años?
Si bien la inflación es una realidad que preocupa a los argentinos desde hace años, y de hecho por momentos pareció que la población se había “acostumbrado” a convivir con ella, en las encuestas nacionales el tema pasó al frente junto con la preocupación por el desempleo y, por primera vez en seis años, la inseguridad y la corrupción abandonaron los primeros lugares. (Desempleo: 27%; inflación: 25%; inseguridad: 18%; corrupción: 16%; educación: 9%; salud: 2%) Es decir que en la carrera entre la inseguridad y la inflación el temor por la disparada de los precio está al tope.
La razón más de peso que justifica esta tendencia se encuentra en tres hechos: que los salarios se retrasan día a día frente al aumento de los precios, que las tarifas que inciden directamente en el costo de los hogares se dispararon y que la política del gobierno genera la ansiedad de que no se llega a fin de mes. Además de incidir en la gente la certeza y la baja credibilidad en que el gobierno pueda solucionar los problemas económicos, se agrega que no está dispuesta a seguir creyendo que el problema es, a dos años y medio de gobierno, un arrastre del ‘mal gobierno kirchnerista’.
Que no se cumplirá la meta oficial del 15% de inflación este año ya no es novedad. La discusión entre el Gobierno, los economistas y organismos internacionales tomó temperatura ahora en torno a cuántos puntos por encima cerrarán la suba de precios en la economía.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que la inflación llegará al 19,2% en diciembre, ubicando a la Argentina en el octavo escalón de un ranking mundial de países con problemas de alza en el costo de vida. Pero la sensación popular es que no bajará del 25%.
El gobierno de Macri considera que la inflación es un problema monetario, argumento principal de los economistas liberales, y que la causa del exceso de circulante de moneda proviene del déficit fiscal, exceso de gasto de los Estados nacional y provinciales, que los distintos gobierno nacionales que se han sucedido hasta la fecha han aumentado sin cesar. Las causas de este déficit fiscal están, según el gobierno, en el subsidio de las tarifas a la energía y el exceso de personal en la administración y dependencias estatales. De este último problema el macrismo se viene ocupando desde el inicio de la gestión despidiendo con distintos motivos empleados públicos, como en el Conicet, el Inta, etc. y cerrando empresas nacionales como Fanazul, dejando a miles de trabajadores en la calle y sin futuro.
Para resolver el problema de las tarifas subsidiadas, las han elevado sin tener en cuenta el poder adquisitivo de los sectores populares y sin tener en cuenta los costos de las pymes. Por eso aplican ajustes confiscatorios, que desde que asumió el gobierno a la fecha, superan en muchos casos porcentajes del 1000%. De manera nos dicen que el Estado gastará menos y habrá menos emisión monetaria y bajarán los precios. Esta afirmación no se ve reflejada en la realidad, porque la emisión para pagar la ‘fiesta’ del endeudamiento y lo intereses de las Lébac crece exponencialmente, y crece además el déficit fiscal.
Pero el problema de la inflación radica en otro aspecto que ni el gobierno ni la oposición complaciente quieren mentar. Es nuestra condición de país agro-metal-dependiente, en el que las grandes empresas foráneas son las formadoras de precios, y a estos últimos los fijan de acuerdo a los precios internacionales. Siendo un país productor de alimentos, pagamos precios de países que no pueden producir debido a sus condiciones naturales.
La raíz de la inflación está en que somos un país agro-metal-dependiente, con grandes formadores monopólicos de precio, y con el lastre de la dependencia de la deuda externa que nos ata a los vaivenes de conseguir dólares para pagar intereses de la misma. Veamos un ejemplo, el precio del pan aumentara nuevamente como consecuencia del aumento del precio de la harina, y las razones del aumento de materia prima ¿dónde están? si somos productores de trigo por excelencia. Las razones simples de este aumento fueron explicadas por un panadero: “Hay dos variables, una es la sequía en La Pampa Húmeda, y la otra es la caída en la cosecha del trigo. Sin embargo, hay otra variable y es la especulación. Los productores tienen el trigo almacenado y están expectantes al precio del producto porque al abrirse las exportaciones especulan más con sacar el producto que venderlo al mercado interno y eso es preocupante”.
Alineamientos internacionales
El alineamiento hacia la derecha y bajo la supervisión de EE.UU, de Donald Trump, es el camino que ha elegido para la Argentina el Gobierno de Cambiemos. Como una marioneta al viento sigue los designios cambiantes de las políticas de los monopolios imperialistas. Nuestra de ello es la posición de nuestro país ante el conflicto en Medio oriente que involucra a Siria; la actuación en la VIII Cumbre de las Américas realizada en Ecuador; la suspensión de la participación de la Argentina en la Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas) junto a Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Colombia, una componenda enjuagada junto a gobiernos liberales y corroídos por la corrupción.
La Unasur surgió como un contrapeso a la presencia de los monopolios Yanquis y Europeos, estuvo influenciada, desde el inicio, por otros imperialismos como China y Rusia. Pero de todas maneras era una incomodidad para los grandes monopolios que operan en el MERCOSUR. A éstos no les conviene un bloque sólido con el cual negociar. Les convienen, para doblegar más fácilmente a los países más débiles, los acuerdos bilaterales. Así, de esta manera los monopólicos de esas potencias que operan en la zona pueden acordar con los intereses empresariales y terratenientes oligárquicos. Por ejemplo, en el caso de los limones y acero, que el gobierno de D. Trump había bloqueado la entrada a su país, se ha “resuelto” con el apoyo sin condiciones a la política agresiva hacia Venezuela y terrorista en Medio Oriente.
La intervención al Justicialismo
La intromisión de la justicia federal en la vida interna de un partido, en este caso el Partido Justicialista, es un hecho grave que no se puede soslayar alegando posiciones políticas o defectos de los dirigentes partidarios. Si Gioja es o no es útil al peronismo, no es argumento para abalar, como hacen calladamente muchos de sus rivales en la interna partidaria, que un poder del Estado, arbitrariamente, lo haya desplazado de la conducción cuando estaba en ejercicio. Con esta medida de la jueza Servini, se ha abierto una ventana peligrosa, a partir de la cual desde ahora se legitima la judicialización de la política. Ahora ya no sólo se aplican procesos judiciales para quienes luchan, sino que hasta los opositores se pueden quedar sin partido por decisión de un magistrado.
Hay sectores del peronismo, que escudados en cierta revancha con el kirchenrismo, celebran la llegada de Barrionuevo. Están conformado un grupo de centro derecha, “racional y serio”, preparado para la eventual caída de Macri en el 19, pero sin dar lugar a los “excesos” del kirchnerismo.
Uñac está cada vez más cerca de ese centro derecha junto con Schiaretti, Pichetto y compañía. Calladamente apoya la intervención al PJ y aguanta las medidas de Cambiemos, sin “hacer olas”, esperando recibir alguna obra pública y mejor suerte para el año que viene, donde hasta se ilusionan podría ser parte de una formula nacional.
Un gran frente político Popular
El plan de gobierno de Macri lleva a un callejón sin salida a la Argentina. Circunstancia que penosamente nuestro pueblo ya conoce, por crisis anteriores. En ese contexto es que afirmamos: hace falta la unidad en la lucha y la propuesta para la conformación de un gran frente político que incluya a todos los que se manifiestan contra el liberalismo, un frente político que elabore un proyecto de transformaciones en favor del pueblo.
Un proyecto que rompa con la dependencia económica que nos somete a partir de la primarización de nuestra economía y el eterno pago de deudas. Un proyecto que deje de transferir nuestros recursos a los países industrializados y se proponga poner proa en un camino de transformación de nuestra economía para la satisfacción de las necesidades más importantes de los trabajadores y el pueblo en general.
Es posible, canalizar el ahorro interno mediante un banco regional de crédito para el desarrollo productivo y volver a industrializar el país. Es posible fomentar el mercado interno, parar la inflación con producción, con oferta de productos y no con escases de dinero. Es posible bajar la presión tributaria sobre los consumidores y las pymes, si se apunta donde está el robo a las riquezas del país, como el que realizan las grandes mineras y petroleras, o los que evaden impuestos y los depositan en paraísos fiscales.
Federico Agüero