Una cumbre de las dos Coreas
Las dos Coreas acordaron ayer celebrar en abril una cumbre entre sus mandatarios tras una reunión entre una delegación surcoreana y el líder norcoreano Kim Jong-un. Luego de la reunión en Pyongyang,la capital de Corea del Norte, los enviados de Seúl dijeron que Kim expresó su voluntad de dialogar con Estados Unidos y de avanzar en una posible desnuclearización de la región.Así lo anunció ayer el jefe de la oficina presidencial surcoreana de Seguridad Nacional, Chung Eui-yong, apenas retornado de la primera reunión de la delegación de Seúl en Corea del Norte. La cumbre sería la tercera de la historia entre las dos Coreas, la primera en más de 10 años, y se celebrará en la aldea de la paz de Panmunjeom, en la frontera entre los dos países. El Sur y el Norte acordaron además poner en marcha una línea directa de comunicación entre sus dos líderes, según afirmó Chung, para permitir un diálogo estrecho y disminuir las tensiones militares.
Chung, quien fue el jefe de la delegación de Seúl que visitó Pyongyang, afirmó: “el Norte expresó claramente su compromiso con la desnuclearización de la Península coreana y dijo que no tendría ninguna razón para poseer armas nucleares si se garantizara la seguridad de su régimen y se eliminaran las amenazas militares contra Corea del Norte”. En este sentido, el funcionario surcoreano aseguró que el país comunista se abstendría de realizar provocaciones armamentísticas estratégicas mientras se desarrolla ese eventual diálogo, algo sobre lo que el Norte decidió guardar silencio.
El anuncio de ayer estuvo precedido por la difusión de detalles sobre el primer encuentro de Kim con representantes surcoreanos desde que asumió el poder en 2011. La reunión y la posterior cena duró más de cuatro horas y se produjo en la sede del Partido de los Trabajadores. Ningún funcionario surcoreano había pisado nunca ese lugar. A Kim Jong-un y a la comitiva de Seúl se unieron la mujer del mariscal, Ri Sol-ju, y su hermana, Kim Yo-jong, que el mes pasado había realizado una histórica visita al Sur al convertirse en el primer miembro de la dinastía Kim en viajar al país vecino.
La reunión de ayer fue ampliamente cubierta por los medios oficiales de Pyongyang, como el diario Rodong Sinmun, que la situó en su portada de ayer acompañada de cerca de una decena de fotografías en las que se puede ver a un Kim sonriente y afable dialogando con la delegación surcoreana. Según el periódico norcoreano, el Líder Supremo, como llaman a Kim, recibió calurosamente a la delegación surcoreana y celebró la participación de los deportistas de su país en los Juegos Olímpicos de Invierno en el país vecino. “Es natural compartir la alegría por un evento auspicioso de compatriotas de la misma sangre y ayudarlos”, dijo Kim, quien calificó a los Juegos como una ocasión muy importante para mostrar la resistencia y el prestigio de Corea del Norte y para proporcionar una buena atmósfera de reconciliación, unidad y diálogo entre el norte y el sur, opinó el líder.
El Rodong destacó además a la reunión como una charla abierta que se desarrolló en una atmósfera compatriota y sincera. También se hizo énfasis en lo que llamaron un intercambio de opiniones en profundidad para aliviar las tensiones militares en la Península con el objeto de activar el diálogo versátil, el contacto, la cooperación y el intercambio entre el norte y el sur, afirmó el medio.
No obstante, la agencia estatal de noticias de Corea del Norte no mencionó en ningún momento si el temario del encuentro incluyó el programa nuclear norcoreano o la posibilidad de conversaciones con Estados Unidos.
Durante los recientes Juegos Olímpicos de Invierno, la influyente hermana de Kim invitó al presidente surcoreano, Moon Jae-in, a viajar a Pyongyang para una reunión cumbre con el líder norcoreano. Moon recibió de buen grado la invitación pero consideró que ciertas condiciones deberían cumplirse para hacer realidad su visita, entre ellas un reinicio de las conversaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte.
Estados Unidos insiste en que antes de volver a la mesa de diálogo con Corea del Norte, el país asiático debe mostrar un compromiso firme de desnuclearización, mientras que hasta ahora Pyongyang dijo que no aceptará condiciones previas. “Tenemos la intención de resolver los problemas de manera diplomática y pacífica a través del diálogo y la negociación, pero nunca suplicaremos el diálogo ni eludiremos la opción militar”, puntualizó la Cancillería norcoreana el fin de semana.
El deshielo intercoreano comenzó con el discurso de año nuevo de Kim y se escenificó globalmente en la apertura de los Juegos de Invierno del 9 de febrero. Este proceso de dos meses parece haber dado un paso clave al fijar la cumbre de abril, que puede modificar las estáticas posiciones que elevaron la tensión a nivel mundial el año pasado.