«La meta no es un pronóstico»
«La meta no es un pronóstico, tiene que ver con una orientación de la velocidad de la baja. La inflación viene bajando hace dos años, va a seguir bajando este año y el que viene, hasta que logremos que no sea parte de la ecuación económica», sostuvo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, al intentar explicar en qué consiste la pauta oficial. A pesar de afirmar que es solo “una orientación”, el Gobierno insiste en colocar ese 15 por ciento de inflación anual como el techo a las negociaciones salariales.
En enero, el Indec midió un alto 1,8 por ciento de inflación y para febrero se espera un salto mayor, provocado por los nuevos tarifazos en transporte, luz, naftas y prepagas. El índice, que se conocerá la semana que viene, rondaría el 2,5 por ciento.
Peña también defendió la política oficial con respecto a la cotización del dólar, al señalar que «la flotación cambiaria es uno de los pilares de este proyecto de estabilización» que busca una «reconversión de una economía que permita crecer 20 años y busca evitar los problemas de las anclas cambiarias». Ayer el Banco Central debió intervenir para frenar la suba de la divisa estadounidense: salió a vender unos 30 millones de dólares y fijó en 20,52 pesos la cotización minorista.
“El dólar no es una variable de crisis en nuestro país», insistió el jefe de Gabinete en diálogo con Radio Mitre y, al ser consultado sobre el impacto en los precios de la devaluación, expresó: «Confiamos plenamente en el Banco Central, que tiene la tarea de cuidar la moneda, de trabajar para esa meta de inflación».