Indulto al dictador
En un video desde el hospital, y después de que Pedro Pablo Kuczynski intentara justificar su repudiada decisión para seguir en el Poder Ejecutivo, Alberto Fujimori pidió perdón a los peruanos que “defraudó” durante su mandato que inició en 1990 y finalizó en noviembre de 2000, aunque ponderó que su gestión fue “bien recibida” por una parte de los peruanos. El ex dictador peruano agradeció también públicamente al presidente por el “magnánimo gesto” que tuvo al aceptar el pacto de impunidad que trajo consigo su indulto, a pesar de que debía cumplir una condena a 25 años por crímenes de lesa humanidad y corrupción (de la que sólo habían transcurrido 10 años).“Soy consciente de que los resultados durante mi gobierno de una parte fueron bien recibidos, pero reconozco por otro lado que he defraudado a otros compatriados. A ellos les pido perdón de todo corazón”, manifestó desde la clínica Fujimori, dos días después de que PPK le otorgará el indulto humanitario a cambio de su apoyo en la Congreso, que la semana pasada trató un juicio político en su contra. Los 10 votos del fujimorismo fueron imprescindibles para que el mandatario pudiera evitar la destitución, motivada por la vinculación de su empresa (Westfield Capital) con la consultora brasileña Odebrecht.
Fujimori, por su parte, fue condenado a 25 años de prisión por la autoría de la matanza de 25 personas en 1991 y 1992 ejecutada por el grupo militar encubierto Colina, así como del secuestro del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer en 1992. En el gobierno de Ollanta Humala (2011-2016), sus hijos presentaron un pedido de indulto humanitario que fue rechazado porque su estado de salud no presentaba gravedad, y luego se propuso otra solicitud tras la elección de Kuczynski, que fue retirada por la negativa del actual mandatario a evaluar dicha opción. Eso cambió cuando el Congreso comenzó a tratar el juicio político en su contra.
En el video publicado esta mañana, Fujimori celebró lo dispuesto en la víspera de Navidad por Kuczynski, al expresar su “profunda gratitud” con el presidente “por el paso complejo que ha tomado”. “Esto me compromete, a su vez, a apoyar su llamado a la reconciliación”, agregó. Los organismos de derechos humanos denunciaron en estos últimos días que la decisión de PPK responde a un “pacto político” y no a razones humanitarias. En tanto, las protestas se replicaron por todo el país durante las fiestas y el presidente afronta una crisis política tanto dentro como fuera de su frente interno.
Ayer por la noche, PPK se vio obligado a emitir un comunicado por cadena nacional para intentar explicar su decisión. Nuevamente, alegó que Fujimori se hallaba mal de la salud porque está transitando un cáncer de lengua, aunque luego respaldó al ex dictador peruano. Aseguró que Fujimori contribuyó al “progreso nacional” y que el objetivo debería ser alcanzar la reconciliación. Evitó hablar de los crímenes de lesa humanidad por los que Fujimori fue condenado a 25 años de prisión, ni se refirió a las víctimas del fujimorato.
«Quiero decirles que esta ha sido quizás la decisión más difícil de mi vida. Se trata de la salud y las posibilidades de vida de un ex presidente del Perú que habiendo cometido excesos y errores gravísimos fue sentenciado y ha cumplido ya doce años de condena», manifestó. Admitió además que durante la campaña electoral había rechazado el indulto y reconoció que, alternativamente, propuso una ley de arresto domiciliario para presos que cumplan sus condiciones. Es decir, una ley con nombre propio. «Pero el Parlamento no recogió esta propuesta», dijo.
«Desde entonces, como primer mandatario, he seguido con preocupación el deterioro gradual en el estado de salud de Alberto Fujimori, quien se encuentra detenido y sancionado justamente desde hace doce años por la justicia peruana», siguió explicando.
Tampoco aclaró la controversia por la rapidez del proceso seguido, con directivas que habrían partido de Fujimori, y que habrían sido comunicadas por su hijo Kenji. Ni replicó la extendida interpretación de que el indulto ha sido negociado a cambio del apoyo de fujimoristas para evitar su salida del Ejecutivo.