Se viene un nuevo ajuste
LAS MUJERES MARCARON EL CAMINO
El gobierno y la oligarquía empresaria y terrateniente vienen por todo con el ajuste, la entrega y la represión. El Encuentro Nacional de Mujeres mostró la otra Argentina y la voluntad de lucha por pan trabajo, tierra, techo, educación, salud y libertad.
Multitudinario Encuentro Nacional de Mujeres
Las miles de mujeres reunidas en su Encuentro en el Chaco, que es único en el mundo, en su apertura, sus talleres y su marcha, hablaron de sus sufrimientos, denunciaron con una profundidad y detalle impresionantes las miserias del sistema de opresión social y patriarcal y la complicidad y la participación del Estado y el gobierno de Macri, y construyeron su propia agenda de lucha con una determinación y firmeza extraordinarias.
Fue un grito desde una de las provincias más pobres del país, donde sigue “el genocidio silencioso de los pueblos originarios de El Impenetrable (…) y la violencia machista, patriarcal y racista que se recrudece aún más contra las jóvenes mujeres originarias”, denunció la Comisión Organizadora. “En la Argentina se vienen profundizando las desigualdades económicas y sociales que devienen en una escalada de feminización de la pobreza. Un Estado cómplice y responsable (…) y un gobierno que ha tomado decisiones que “han significado un retroceso y postergación para las demandas de las mujeres”.
Las mujeres mostraron la Argentina real y el camino de sus luchas. Se plantaron frente al ajuste, la entrega y la represión de Macri, y la responsabilidad del gobierno y del Estado en su opresión y sus sufrimientos.
Amenazas y aprietes
Cuando los opinólogos hablan de la situación de la Argentina, suelen agregar: “…siempre que no pase algo en el mundo”. Y miran las cosas que está haciendo Trump, el ultra reaccionario presidente de Estados Unidos. En las últimas semanas, Trump se ocupó de realizar provocaciones a Corea, México e Irán. Matón atómico, le avisó a Corea que es la última amenaza. ¿Cuál es el paso siguiente? ¿Bombas?
Hay un “club” de cinco potencias: Estados Unidos, Rusia, China, Inglaterra y Francia, que se arrogan el derecho a imponer al resto del mundo la exclusividad de armas de gran potencia. Ellos las tienen listas para sus agresiones imperialistas. Y le prohíben al resto del mundo tenerlas para disuadir a sus posibles agresores.
Tampoco se sabe hasta dónde va a llegar Trump con su política de “primero Estados Unidos”. La reciente reunión del FMI, a la que asistió el ministro Dujovne, en el exámen que le toman a la Argentina, le advirtió al gobierno de Macri que es “crítico” el déficit fiscal y alertó sobre los pedidos de créditos, que podrían poner al país en “una situación vulnerable en caso de endurecimiento de las condiciones financieras internacionales”.
El Coloquio de Idea
El verdadero Congreso Nacional, en los hechos, no es el que está en Rivadavia y Callao, de Capital Federal, sino en el Coloquio de Idea que se reunió en Mar del Plata. Ahí estuvo la crema empresarial y oligárquica, casi todos los funcionarios de peso del gobierno y el propio Macri, y varios emisarios de las potencias que disputan las riquezas de la Argentina. El clima fue de aplausos sin fin al gobierno. Por ejemplo, cuando el jefe del Gabinete, Peña, sostuvo: “Estamos hartos del verso de la justicia social”.
La ley no escrita que aprobó ese centro del poder que es el Coloquio de IDEA, fue que el gobierno tiene que bajar el costo laboral, bajar los impuestos a los monopolios y terratenientes, hacer el ajuste en el presupuesto nacional, reformar la educación para que sean escuelas de oficios y liquidar lo que queda del sistema de salud pública.
El dirigente de los petroleros de Neuquén, Río Negro y La Pampa, Pereyra, que acaba de ser denunciado por sus numerosas empresas y su enorme fortuna, les llevó tranquilidad a los empresarios. Levantó como ejemplo el convenio laboral de los que trabajen en el yacimiento de Vaca Muerta: corta los salarios a la mitad e impone una total flexibilización a los trabajadores. Habló en la misma sintonía que Macri.
Dos caminos
Estamos a días de las elecciones, con un escenario montado por la TV y los diarios del sistema para fortalecer al gobierno, para que aplique, a fondo, el ajuste, la entrega y la represión, acordado en el Coloquio de IDEA.
Desde el Chaco, el grito de las mujeres ha mostrado la verdadera Argentina y otro camino. Cualquiera sea el resultado electoral, en ese camino se va a seguir confrontando con la política que somete al pueblo a la pobreza y el país a la profundización de la entrega y el latifundio. Más que nunca, enfrentar la política de este gobierno reaccionario.
Si parte de la industria nacional trabaja con máquinas de 40 años atrás, como dice el gobierno, la receta no es, como hace el macrismo, llevarlas a la quiebra para que cierren, provocando desocupación y pobreza, más importaciones o la entrega de esas ramas a capitales imperialistas. Y liquidar las conquistas de los trabajadores con la reforma laboral y previsional.
La receta popular y nacional es apoyar la industria nacional facilitando su modernización, creando más puestos de trabajo y mejorando las condiciones de vida y laborales del pueblo.
La receta no es engordar los latifundios frente a la crisis de las economías regionales, de los campesinos pobres y originarios, de los pequeños y medianos productores agravada por las 10 millones de hectáreas inundadas. La receta es liquidar el latifundio oligárquico y crear 2 millones de nuevas chacras para una agricultura de productores. Plata hay, obligando a traer la de los millonarios como Macri que la blanquearon pero la mantienen en los paraísos fiscales. Y usar las reservas del Banco Central, ahora dedicado a la especulación y el endeudamiento desenfrenado.
Frente al plan de Macri y la oligarquía del Coloquio de Idea, hay un pueblo que sigue en las calles y se prepara para profundizar sus luchas. El desafío es unir fuerzas, también en la política, para un gran frente popular y nacional, capaz de derrotar las políticas reaccionarias y conquistar un verdadero poder popular y nacional.
Macri cede al chantaje chino y olvida sus promesas
Mientras en IDEA se discutía cómo llenarse de plata a costa del pueblo, en Santa Cruz, el ministro de Energía, Aranguren, reinauguraba la construcción de las faraónicas represas. Una jueza aprobó el informe de impacto ambiental de esas obras (¿lo habrá leído?). Macri cedió así al chantaje del imperialismo chino: paralizar todas sus inversiones si no se ponían en marcha las represas. Se ponen en marcha, con un gigantesco endeudamiento del Estado y pese a los estudios que han advertido sobre las nefastas consecuencias para los acuíferos santacruceños.
Qué distinto al trato de las promesas de campaña de Macri. “Hambre cero con trabajo de calidad” y siguió creciendo la indigencia según el Indec y lo que crece es la flexibilización del trabajo. “Combatir el narcotráfico”, y el diario oligárquico La Nación publica un informe que revela que en 6 años (incluyendo los dos de Macri), aumentó un 40% la presencia de puestos de venta de droga en toda la Argentina (informe del Observatorio Social de la UCA). Ese crecimiento fue no solo en barrios precarios, sino también en “zonas de clase media y alta de todo el país”. Y lo de “unir a los argentinos” se convirtió en la polarización del país entre dos personas: Macri y Cristina.
Ricardo Fierro
Fuente: Semanario Hoy