Qué Esconde?
¿Adónde va la reforma educativa del Gobierno de M. Macri?
Dr. Héctor Antonio Mugas
Para intentar formar una idea que nos oriente y ante la falta de claridad e información del Gobierno de Macri, hemos recurrido a distintas opiniones, vertidas en distintos periódicos, que no tienen que ver solamente con lo educativo. El hecho de no atenernos a lo estrictamente educativo, tiene su fundamento en las propias declaraciones del Gobierno referidas a que su programa es un programa de reforma para toda la sociedad argentina: la transformación del total del país al Neoliberalismo.
Mirando los 13 puntos de la reforma, el plan Maestro y otros documentos aisladamente, nadie en su sano juicio podría disentir con estas propuestas, sobre todo porque son propuestas repetidas casi por cada turno gubernamental y casi siempre incumplidas.
La entrevista a Alejandro Finocchiaro, nuevo Ministro de Educación
Leyendo la entrevista a Alejandro Finocchiaro, nuevo Ministro de Educación se podría pensar en él como un progresista. Contra lo que se podría pensar, no se pone en contra de la Autonomía Universitaria, el Ingreso Irrestricto ni el Arancelamiento. Reconoce que no es lo mejor, pero afirma al mismo tiempo que lo contrario también es “retrogrado”.
La mesura que muestra antes estos temas tan caros en la tradición universitaria Argentina, se parece más a un reconocimiento a la enorme resistencia que provocaría encarar la reforma de la Universidad por ese lado. Esto no significa que no esté en sus intenciones y las del Gobierno liquidar estos derechos, pero no están preparados aún para hacerlo. Antes deben quebrar el sindicalismo y crear una CGT adicta. Intentarlo ahora sería una batalla perdida. Ni la Dictadura pudo hacerlo en su momento de mayor poder. Pero mientras preparan las condiciones, el Gobierno planea otras formas de restricción que puedan asestar un fuerte golpe al ingreso a la Universidad. Una de ellas son las “pasantías” laborales de las que la educación privada está exenta. En este sentido, en las actuales condiciones que se encuentra la escuela pública, disminuiría drásticamente la preparación de los estudiantes para el ingreso y mantenerse como regulares en las Universidades, otorgando ventajas adicionales a los estudiantes de las escuelas privadas. Es decir, empobreciendo la educación pública disminuyen la presión por el ingreso y les da la posibilidad de abrir “ofertas con salida laboral” para los que no ingresen.
En otra afirmación de sentido común, el Ministro declara que «hay que formar menos abogados y contadores y más ingenieros y enfermeros», afirma apuntando al rumbo estratégico de la enseñanza universitaria.
Teniendo en cuenta lo realizado por la política de Macri: des-industrialización, apertura de la importación de productos industriales terminados y aún de carne vacuna de Brasil y de cerdo de EEUU, vinos de Chile, etc., nos preguntamos: ¿Ingenieros para qué? ¿Qué tipo de ingenieros? ¿Enfermeros para que Sistema de Salud? ¿Dónde están las empresas que absorberán esos nuevos ingenieros y el sistema de salud que dará trabajo a los enfermeros?
Por lo que de la misma boca del Gobierno sale, sólo parece ser una propuesta para provocar una sobre oferta de profesionales preparados, que presionen el salario a la baja y disminuyan el “costo argentino”.
Dentro del gran secreto que guarda el sentido político de estas grandes transformaciones, están los salarios, un elemento clave a la hora de concretar tamañas promesas.
Del mismo modo se refiere a las Universidades, no dice cuáles serán la transformación ni tampoco habla de salarios, pero da una pista. ‘Si sos un buen docente, con el paso del tiempo vas a ganar más plata. Si sos un mal docente, también. Si terminaste una licenciatura universitaria o tenés una maestría o un doctorado, no vas a ganar más plata. En muchas jurisdicciones te conviene más hacer algún curso que venda una empresa privada o que dicte algún gremio porque llegás al mismo puntaje que te da un doctorado’.
Esta es una importante pista para la asignación de salarios: un básico y premios por perfeccionamiento, posgrados, doctorados, publicaciones, presentismo, etc. (adicionales en negro). Se repite la política que intentó Menen y que avanza a nivel mundial. Mientras los docentes están activos tienen un sueldo relativamente alto, pero cuando se retiran su jubilación se calcula sobre el básico. Esto tiene relación con la Reforma del Sistema Jubilatorio, que no examinaremos.
En países como EEUU, México, Chile y otros, la diferencia entre el salario de un activo y un jubilado puede llegar a una relación de tres a uno. Agreguemos a esto la pérdida del seguro de salud de los activos y la contratación, por parte de los jubilados, de servicios de menor calidad acorde con el monto de las jubilaciones.
El caso de Brasil
Un ejemplo de lo que ocurrirá, puede ser Brasil, que de tener un sistema universitario ejemplar, hace cuatro años que no tienen negociaciones paritarias y sufren una sistemática reducción de presupuesto, desde los últimos años del Gobierno de Dilma Ruseff, hasta el presente. También, las centrales de trabajadores, han negociado con el Gobierno de Temer, una baja generalizada de salarios en la línea de ser más “competitivos”.
Muchos factores dificultan las negociaciones salariales de las Universidades, sobre todo el hecho de existir universidades Municipales, Estaduales y Nacionales. Todas las universidades negocian con los rectores como patronal, excepto las nacionales, que son minoría en el sistema y donde la patronal es el Estado Federal. Por otra parte no se negocia en conjunto con todos los niveles educativos al mismo tiempo. Esto facilita enormemente las maniobras del Estado.
Como ejemplo, en el 2016, todas las universidades Brasileras realizaron una huelga por aumentos salariales y otras reivindicaciones, durante cinco meses, que fue derrotada.
Los salarios máximos en Brasil, de la mayor categoría, están más o menos a la par que los de un Titular Exclusivo en Argentina, incluido en nuestro caso el máximo de antigüedad y doctorado. Es decir, aproximadamente 3.500 dólares. La diferencia a nuestro favor, se produce en el cálculo de la jubilación, sobre el 82-85% del neto cobrado. Para los docentes de Brasil, el cálculo se hace sobre el básico sin adicionales, alcanzando uno 1.200 dólares promedio para las jubilaciones más altas. A esto debe sumarle el gravísimo echo de que los docentes universitarios brasileños se jubilan a la edad de 75 años.
Esta podría decirse que es la tendencia dominante a nivel mundial para toda la docencia: básicos bajos + premios. Cuando el Ministro de Trabajo afirma que el modelo no es Brasil (o Chile, México, EE.UU., etc.), miente. Por lo tanto, es seguro que irán contra el 82-85% móvil y otras conquistas como el blanqueo de los adicionales en negro, implementando un sistema de premios por productividad, presentismo y otros. Nos engañamos si pensamos que en Argentina, el gobierno de Macri hará otra cosa. El Gobierno de M. Macri ya lo dijo: no hay plan “B”.
Urge que nuestras organizaciones sindicales de referencia: ADICUS y la CONADU-H, hagan un estudio exhaustivo de la situación laboral de los docentes en general y los universitarios en particular, en otros países.
Nos esperan años de gran conflictividad y sufrimiento. Estar informados es fundamental para prepararnos e impedir que pase la Reforma Educativa y la Reforma laboral.